A la gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, como a todos los mandatarios que se posesionaron en enero pasado, el destino le cambió los planes. Su deseo de impulsar el turismo, el emprendimiento y el deporte fue desplazado por la necesidad de arrebatarle vidas al coronavuris.

De allí que su prioridad ahora sea adquirir todos los implementos que necesitan los médicos y los hospitales del departamento y distribuir mercados en todos los municipios.

De cómo lo está haciendo y de por qué el Plan de Desarrollo que había imaginado para la comarca tendrá qué esperar, la Mandataria de los vallecaucanos habló con El País.

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¿Cuándo se dio cuenta que por el virus ya no podrá hacer lo que había planeado al posesionarse?

Cuando inició el coronavirus pensé que era un tema de prevención de uno o dos meses, pero cuando vi lo que estaba pasando en España, Italia y Estados Unidos, que las grandes potencias no lograban contenerlo, me di cuenta que la única forma de afrontarlo era con toques de queda. Fui una de las primeras que lo asumí: primero los adultos mayores, luego los jóvenes, la primera universidad que cerró en Colombia fue la del Valle, pero todavía pensaba que con los confinamientos íbamos a salir adelante, pero a mediados de marzo, cuando supe que íbamos a tener que comprar 400 respiradores que costaban $50.000 millones, que teníamos que proveer de bioseguridad todos los hospitales del departamento y que nos costaba $100.000 millones, vi que el Plan de Desarrollo tenía que cambiar, que nuestro sueño en turismo, emprendimiento, cultura y deportes teníamos que posponerlo y que lo principal era salvar vidas. De las pruebas de Covid que hoy casi nadie tiene, a nosotros ya nos llegaron dos mil y la semana entrante nos llegan quince mil. Todo lo fuimos previendo porque nuestra Secretaria de Salud tiene mucha experiencia en epidemiología y me alerta a tiempo.

Además el Plan de Desarrollo se quedará sin financiación...

Hoy el subsidio no es para el Sisben 1 y 2, sino para la gente trabajadora: el mesero, la señora de la peluquería, el vendedor ambulante que se ganaba su vida honestamente y hoy está sin con qué mercar. Me di cuenta que el Plan de Desarrollo tenía que aplazarlo, porque apenas salgamos de esto tenemos que recuperar la economía y no lo vamos a lograr sino afinando muchos recursos al emprendimiento, ¿pero cuánto se va a afectar la economía del departamento? ¿Cuánto se va a afectar el recaudo de nuestros impuestos? El de vehículos, ya de por sí lo aplazamos tres meses y la Asamblea me acaba de aprobar que se descuente el 70 % de los intereses moratorios. ¿Cuánto va a dejar de vender la Industria de Licores del Valle? El martes me reuní con las empresas nuestras y solo Acuavalle este mes, sin que le pague el estrato 1 y 2, tiene ya un déficit de $10.000 millones, y sabemos que esto va para seis meses, entonces la situación no va a ser fácil.

¿Ha temido ser contagiada?

No, y no es solo que crea que no me voy a contagiar porque Dios me está protegiendo. Cuando no utilizaba tapabocas era porque la Secretaria de Salud me decía ‘todavía el virus no está en el ambiente, se han contagiado de los que llegaron del exterior’, pero cuando eso cambió, me dijo ‘ahora sí hay que utilizar tapabocas’, y así lo hago, abro las ventanas para que el virus no se quede estático y me mantengo lavando las manos. Respeto mucho a las personas que toman medidas extremas, porque cada uno es dueño de sus propios miedos, pero yo no he tenido ningún temor de contagiarme.

Ya se cumplieron los primeros cien días de su mandato. ¿Qué alcanzó a hacer antes del coronavirus?

Empezamos muy felices haciendo los diálogos vallecaucanos y alcanzamos a visitar varios municipios, escuchando las necesidades de cada uno y hacia dónde querían que priorizáramos las inversiones y ya habíamos establecido una tabla en la que a cada municipio, según el número de habitantes, le íbamos a dar recursos para el presupuesto participativo.

Ya estábamos con los monitores deportivos, pero ahora están ayudando a empacar mercados; ya íbamos a contratar a los monitores culturales y nos tocó parar, ahí tenemos los recursos, porque son 600 personas sin empleo, pero cómo las contrato si no pueden ir ahora a dar clases a los niños. Los monitores ambientales, que sí los habíamos contratado, nos han ayudado con las estrategias de cuidado de la gente frente al coronavirus y otros también nos están ayudando a empacar mercados.

Logramos iniciar la campaña ‘Valle sin plástico’ y comprometernos a sembrar ocho millones de árboles. Todo eso va a seguir, solo lo hemos pospuesto unos meses porque todo es pandemia y no tenemos ya ni un peso porque hemos raspado la olla y todos los recursos se han ido para la salud y la seguridad alimentaria.

¿Cómo va la entrega de mercados?

Tengo mercados hasta final de abril, los que empezamos a repartir esta semana, y vamos a entregarle a todos los municipios el doble de lo que les entregamos la primera vez. Eso les va a dar para quince días y volvemos a repartir por ahí el 20 de mayo. Es que así el 27 levanten la cuarentena gradualmente, vamos a necesitar seguir brindando seguridad alimentaria porque, por ejemplo, la gente no va a comprar en la calle ni arepa ni fruta porque el temor va a durar.

Por eso estamos haciendo un proyecto por regalías, de $20.000 millones, para comprar mercados para otros tres meses. Y a partir de julio, agosto, a través de lo que teníamos preparado de Valle Inn, vamos a invertir mucho en el apoyo a emprendimientos de la pequeña y mediana empresa. También reactivar las vías que teníamos, la Cali-Candelaria, la vía a Yumbo por la antigua carretera; ese gran proyecto que, después de tanto soñarlo, ya el Gobierno Nacional anuncia la licitación, que es la malla vial del Valle del Cauca, proyecto que nos va a ayudar a reactivar muchísimo la economía del departamento.

Se pondera su sintonía con el Alcalde de Cali al momento de tomar decisiones, ¿cómo lo han logrado?

Lo primero es respetar la autonomía de él como Alcalde. Por ejemplo, estoy bastante preocupada con la situación que se está presentando en el centro de Cali: los bancos con unas filas inmensas, y hay comunas del Distrito en las que parece que no estuviéramos en cuarentena, y es cierto que en Medellín las cifras son diferentes porque acá estamos haciendo un mayor número de pruebas, pero tampoco podemos negar que parte de la gente de acá está incumpliendo la norma y nos van a propagar la pandemia, entonces lo llamé y le dije: ‘Jorge Iván, esto se nos está incrementando, pensemos en una medida más severa’. Pero siempre soy respetuosa y no hemos tenido ningún problema. Ahora, yo me estoy dedicando a los otros 41 municipios del Valle.

En Cali solo he entrado a llevar mercados a Samaritanos de la Calle, que uno sabe que alimenta a 1500 habitantes de calle; al Banco de Alimentos y a los ancianatos, pero la demás comunidad se la he dejado a él porque tiene más recursos que el Departamento y tiene la mitad de la población del Valle, mientras yo tengo la otra mitad.

¿Cuál es el municipio que más la trasnocha frente al Covid-19?

El que más me preocupa es Buenaventura, porque cuando se empiece a expandir el virus, por su capacidad hospitalaria, nos va a tocar trasladar pacientes, pero estamos preparados. He estado muy pendiente de mandarle al Alcalde los mercados que necesita y también les vamos a entregar a los consejos comunitarios, a Juanchaco, Ladrilleros, recordemos que Buenaventura vive del turismo. ¿Qué puede estar pasando hoy en San Cipriano?

¿Y qué responde ante los cuestionamientos que se le han hecho a la Gobernación por la contratación relacionada con la emergencia?

Los contratos están abiertos para que los miren todos los entes de control, pero el de la Fuerza Pública es un contrato que se hace todos los años y ahora nos sirvió muchísimo porque adicionamos la posibilidad de contratar helicópteros, avionetas y lanchas para cuando en Buenaventura necesitemos trasladar con urgencia personal.

Son dos, uno de transporte y otro de logística, porque, por ejemplo, cuando la Fuerza Pública hace retenes en las afueras de la ciudad nosotros les proveemos la alimentación y no es contrato ya hecho, está abierto y se va ejecutando durante todo el año, es mentira que está para dos meses.

De hecho, hace quince días tuvimos que llevar las muestras a Buenaventura en helicóptero y, si no hubiera tenido ese contrato de transporte, no tendría cómo proveerle de forma inmediata las muestras a ellos. Además, tenía que tener un contrato abierto por si tengo fallecidos. Es muy triste tener que haber hecho un consejo de seguridad para pensar en los cadáveres, en que vamos a tener que comprar unas bolsas especiales, porque las funerarias ya nos dijeron que no recibirán el cadáver sino en esas bolsas y los de Cali no tienen problema, pero yo tengo El Cairo, que queda a cinco horas y de inmediato tengo que trasladar ese cadáver a un sitio donde tengan hornos crematorios para incinerarlo.

Todo eso lo tuvimos que pensar al hacer esos contratos abiertos y van a poder venir y ver si el helicóptero se utilizó, cuánto costó y adónde fue.

También se ha cuestionado el monto de los mercados comprados...

Que dos mil millones en mercados, que a cuántos adultos mayores les iba a dar: son 5800 y les voy a dar abril y mayo. Vaya haga ese mercado en el Éxito y le vale más de $200.000 y a nosotros nos lo están vendiendo en $175.000. Lo que pasa es que nosotros alcanzamos a comprar a tiempo, luego hubo muchos departamentos con problemas de abastecimiento, mientras yo he abastecido todo mi departamento de mercado y tengo previsto abastecerlo dos meses más.

¿Está de acuerdo con que la cuarentena termine el 27 de abril?

Creo que se debe incrementar una semana más. El 1 de mayo es viernes festivo, así que nos daría una semana más para alistarnos. No es que el coronavirus no nos vaya a llegar. Los epidemiólogos, infectólogos y demás expertos de nuestra Mesa de Salud han indicado que del 3 al 5 % de los colombianos que van a requerir hospitalización van a necesitar unidades de cuidados intensivos.

Nosotros hoy tenemos 950, pero solo 350 libres. Estamos importando cien respiradores y ventiladores con sus monitores, que nos darían 450, más las clínicas de cirugía plástica, que tienen la máquina de anestesia que sirve de ventilador y nos van a prestar en comodato 50 máquinas, y estaríamos hablando de 500 unidades de cuidados intensivos, pero en el pico vamos a necesitar entre 800 y 1000. Necesitamos esa semana, porque estamos comprando todo lo que necesitan nuestros hospitales, pero nos llega en quince días porque aquí no había los millones de guantes, tapabocas, batas antifluidos y caretas que está necesitando nuestro sistema de salud.

El Ministro (de Salud) importó los ventiladores y nos asignaron 206, pero van a llegar entre junio y agosto. Espero que sea una semana general y de ahí que los adultos mayores, los jóvenes y los niños se queden en la casa y que salgan los que tienen que trabajar.

¿Usted es muy creyente, que pide para el Valle?

Le pido a Dios y a la Virgen que nos dé la sabiduría para tomar las decisiones correctas e invertir los recursos en lo que realmente necesite el departamento, y que nos dé la esperanza de saber que de esto vamos a salir. Dios nos está llevando a reflexionar frente al consumismo y a que estábamos acabando con el planeta: a futuro, voy a tener la mitad de la gente en la Gobernación y la mitad en teletrabajo para descongestionar las vías.

Como ser humano, ¿cómo se ha sentido ante esta emergencia?

No he tenido un minuto para pensar en nada diferente. He sentido ganas de llorar y toda la responsabilidad de cómo salvo el mayor número de vidas. Vivo momentos de dolor al ver que nos tocó aplastar muchos de los sueños que teníamos para el Valle del Cauca, pero será que Dios nos va a dar otros sueños, como darle alimentación a muchos seres humanos y lograr que la gente entienda que la solidaridad es fundamental.