En medio de un enfrentamiento entre las bandas criminales, los Shottas y los Espartanos, resultó herido un menor, de tan solo siete años de edad, en el puerto de Buenaventura, Valle del Cauca.
Según relatos de la comunidad, este enfrentamiento se da en plena tregua que habían acordado ambos grupos delictivos. Esto ha desconcertado a los habitantes del puerto del pacífico, quienes ahora lamentan el desenlace de un niño, quien recibió un disparo en la cabeza.
Según lo declarado por la comunidad, el niño se encontraba dentro de su casa en los límites del barrio Caldas con la zona de Nuevo Amanecer, cuando hombres armados realizaron di disparos al aire, uno de ellos terminó alojándose en el cráneo del menor.
“Estamos tras la captura de estos hombres. No vamos a permitir que personas irracionales, que no tienen lógica y que actúan de manera casi que animal, salgan a hacer disparos al aire. Por todas nuestras capacidades están en función de encontrar a estas personas, pues sabemos quienes son”, dijo el coronel Enrique Flórez, comandante del distrito de Policía de Buenaventura.
Acuerdo entre bandas criminales
Estas acciones criminales se vienen presentado en el puerto, a pesar de que las principales bandas delictivas se encuentran en una mesa de diálogo. Tanto así que en estos momentos existe un acuerdo de no violencia, el cual iría hasta febrero.
El Comisionado de Paz celebra la situación en Buenaventura
Después de que se firmará un acta de no violencia que va hasta el próximo año, el Comisionado de Paz, Danilo Rueda, dijo que este es un proceso que va por buen camino.
“Este es un ejemplo importante de cómo grupos armados que están en disputas territoriales asumen compromisos en torno a la vida. Si aquí hemos logrado acuerdos de esta naturaleza, es posible hacer lo mismo con grupos armados que operan en otras geografías de Colombia”, manifestó el Alto Comisionado para la Paz.
Desde el Gobierno se ha manifestado que este proceso promueve buscar salidas pacíficas y un mejor futuro para los cerca de 1760 jóvenes. Además de esto, aseguran que también traerá un mejor vivir para las más de 400.000 personas que habitan en el puerto de Buenaventura.
“Los dos grupos armados, junto con la delegación de Gobierno, empezarán a desarrollar, con base en un acuerdo metodológico, una discusión de asuntos que son importantes para la ciudadanía: cómo lograr enfrentar las causas y las razones permanentes del ejercicio de la violencia armada en Buenaventura; cómo enfrentar lo que existe detrás de esas expresiones armadas, los asuntos de las economías ilícitas e ilegales y cuáles son las expectativas que los integrantes de estos dos grupos tienen en relación con sus planes y proyectos de vida”, agregó Danilo Rueda.
¿Cómo es la mesa de diálogo?
Según Danilo Rueda, este espacio de conversación “sociojurídica” con las estructuras que han azotado al distrito portuario cuenta con mecanismos de verificación y testigos internacionales.
“Vamos a tener varios espacios de interlocución: uno con quienes están privados de la libertad o han pertenecido a estas estructuras armadas, otro con los voceros delegados por ellos que viven en Buenaventura, y otro espacio diferenciado de interacción y diálogo permanente con los ciudadanos de Buenaventura”, dijo Rueda en su momento.
Y añadió: “Vamos a conversar sobre cómo diseñar propuestas de respuesta a las demandas de niños y jóvenes, para que garanticemos que no se involucren nuevamente en las dinámicas de violencia armada”.
Por el momento, estos recientes hechos violentos parecen que desestabilizan este diálogo.