El presidente Gustavo Petro se refirió a la delicada situación de orden público que se presenta desde la noche de este sábado en el municipio de Tuluá, en el centro del Valle, y dijo que el gobierno no aceptará chantajes del grupo delincuencial La Inmaculada.
En la noche de este sábado ocho vehículos fueron incinerados, seis de ellos vehículos tipo taxi, y varias motocicletas, mientras que un agente de tránsito murió y otro resultó herido en hechos aún no aclarados.
Al parecer estos hechos estarían relacionados con la captura de alias Nacho, uno de los cabecillas de La Inmaculada, hermano del también delincuente alias Pipe, quien se encuentra detenido.
Sobre esta situación, Petro no vaciló en enviar un contundente mensaje a la organización criminal. “La banda la inmaculada ha retado a la sociedad. Sus jefes están presos. No aceptamos el chantaje”.
Esto en respuesta a un supuesto comunicado emitido por el grupo delincuencial este domingo y en el que dice reivindicar los ataques de la noche anterior. Pero ese comunicado, en el que se menciona que La Inmaculada estaría buscando dialogar con el Gobierno, tiene fecha del 5 de enero, por lo cual su validez despierta grandes dudas.
Anoche la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, anunció la militarización del municipio y dijo que el Ejército realizará acompañamiento a la Policía Nacional para contrarrestar el accionar de los delincuentes y recuperar la tranquilidad en la población.
Por su parte, el Ejército anunció que ya hace presencia en esta localidad con más de 160 soldados en la cabecera municipal.
A las 10:00 de la mañana se tiene programada la realización de un consejo de seguridad en el edificio de la Alcaldía, en el que se espera la presencia de las principales autoridades tanto militares como de Policía, del alcalde Gustavo Vélez, y Gobernación del Valle, para analizar lo sucedido la noche anterior.
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