Los habitantes de siete corregimientos en el sur de Jamundí aún observan con esperanza los grifos de sus casas esperando que, al abrirlos, lentamente el agua vuelva a salir de ellos. Son casi 40 días que completan las 17.000 personas de estas comunidades sin el recurso hídrico, tras varios derrumbes y eventos desafortunados que han afectado las redes de suministro por causa de la ola invernal.
Chagres, Villa Paz, Robles, La Ventura, Quinamayó, Timba y un sector de Guachinte son los corregimientos afectados. Sus habitantes han tenido que recurrir a otras fuentes de agua para asearse y subsistir.
“Ha sido muy difícil este mes sin el suministro. Todos estamos cansados, porque hemos tenido que ir a los pozos y a las cuencas para sacar el agua que usamos para bañarnos, lavar todas nuestras cosas y comer”, explicó Juan Camilo Mancilla, habitante del corregimiento de Robles.
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Tomar el agua de aljibes, pozos y cuencas ha sido la práctica más común de las personas durante esta crisis, sin embargo, Andrés Carabalí, también residente de Robles, indicó que “hay una preocupación grande, pues el agua que se utiliza de los aljibes no está tratada, es cruda.
Lastimosamente, por la falta de información y la ignorancia de las personas, esta se ha consumido a tal punto de que ya varios niños tienen problemas de salud”.
La empresa comunitaria Acuasur, encargada del suministro de agua potable, ha trabajado con los siete corregimientos del sur de Jamundí desde hace 23 años.
La Alcaldía de Jamundí, con el apoyo de algunos ingenios, realiza recorridos con carrotanques para abastecer a la población, pero estos no pueden abarcar más de una comunidad de manera simultánea. Si visitan un corregimiento, no pueden suministrar el líquido en los otros seis el mismo día. Esto ha hecho que la situación se torne insostenible para las personas.
Juan Miguel Perea, concejal de Jamundí y habitante de Robles, indicó que “se ha hecho un acompañamiento a las casas que aún conservan sus aljibes para que puedan habilitar esta agua y mitigar un poco la emergencia. También hemos estado en las viviendas que son ribereñas a fuentes hídricas para que usen el recurso de forma más consciente”, puntualizó el concejal.
La empresa Acuasur es la responsable de suministrar el agua en los corregimientos afectados. Edgar Vivas Larrahondo, gerente de esta entidad, comentó: “El sábado de la semana pasada, después de unos trabajos de recuperación en la red de nuestra fuente principal, que viene desde el río Timba, ya estábamos enviando agua a la planta de tratamiento. Desafortunadamente, tuvimos una falla que nos hizo suspender esto”.
Vivas explicó que algunos individuos estarían tomando el agua que corre por las tuberías desde la fuente alterna, empleada por la contingencia, provocando que no pueda ser utilizada para abastecer a la población.
“Tenemos proyectado para el jueves (hoy) poner las tuberías nuevas en la red principal para repararla y, ojalá este mismo día, enviar agua a la planta de tratamiento para reanudar el suministro”, concluyó el gerente.
¿Cómo está la situación en el resto del departamento?
En las últimas dos semanas de abril se presentaron problemas de abastecimiento en varios municipios del Valle. Alrededor del 85 % de las poblaciones en el departamento se vieron impactadas por la ola invernal.
Guacarí, El Cerrito, Ginebra, Sevilla y Candelaria son solo algunas de las comunidades que más fueron afectadas por las suspensiones en el servicio, que se debieron principalmente a las grandes cantidades de agua que bajaban por los ríos, haciéndolos muy turbulentos y caudalosos.
Desde la Sociedad de Acueductos y Alcantarillados del Valle del Cauca, Acuavalle, afirmaron que la situación fue controlada de manera satisfactoria y que, actualmente, el suministro transcurre con normalidad en todos los municipios donde la entidad es responsable por el servicio.
Cabe resaltar que el Valle del Cauca no ha sido el único departamento afectado por la fuerte temporada invernal. El pasado martes, 10 de mayo, la vía que conduce de Puerto Tejada a Miranda, en el departamento del Cauca, fue bloqueada por habitantes de la zona.
Alrededor de 30 personas denunciaron que llevaban más de cinco días sin el recurso, y que no despejarían la carretera hasta que se restableciera el servicio.
Earpa S.A., Empresa de Acueducto y Alcantarillado del Río Palo, indicó que la suspensión en el suministro de esta zona se debió al daño en una de sus tuberías principales.