En caso de que los diálogos entre el Gobierno y las Farc prosperen se potenciarían los TLC con países extranjeros y la izquierda tendría mayor reconocimiento político.

De firmarse la paz con las Farc, la guerrilla más antigua de Latinoamérica, Colombia entera se vería beneficiada porque no hay un solo rincón del país que no haya sufrido por causa de la violencia que genera la guerra que este grupo ilegal le declaró al Estado hace ya más de cinco décadas.Sin embargo, es válido afirmar que el Valle del Cauca ha sido una de las regiones más golpeadas por el conflicto. En este departamento han ocurrido dramas como el secuestro de los diputados del Valle y municipios como Pradera y Florida han sufrido la presencia directa de guerrilleros en sus calles, incluso dando órdenes a los habitantes. Además, según expertos, el Valle sufre porque la violencia obstaculiza su desarrollo social, le impide crecer económicamente con todo el potencial y le arruina cualquier opción de ser un departamento líder en el país, al tener, por ejemplo, una salida al mar tan cercana como lo es Buenaventura.En esos puntos coinciden analistas y personalidades de la política y la economía vallecaucana. Consideran también en que de firmarse la paz, el Valle sería uno de los grandes ganadores porque, aunque sea una clara redundancia, tiene, de verdad, mucho que ganar.Lo que vendría para la regiónSegún el sociólogo, experto en Farc, José Fernelly Domínguez, uno de los principales beneficios para el Valle es que habría legitimidad política para la izquierda moderada y eso contribuye a que la democracia regional sea un ejercicio mucho más plural. “Por causa de las Farc se estigmatiza a la izquierda. Todo lo que tenga esa ideología es tachado de guerrillero y eso solamente afecta la legitimidad democrática de la región, que debe poder dar participación igualitaria a todas las tendencias. Eso es saludable, políticamente hablando”.El experto en la guerrilla agrega que de prosperar los diálogos se lograría, además, un triunfo militar al desactivar importantes frentes de batalla que dejan muchos muertos y pérdidas económicas en el Suroccidente del país.“Las zonas de Pradera y Florida han sido históricamente ‘deseadas’ por la guerrilla porque es un corredor de fácil movilidad, no sólo de guerrilleros, sino también de secuestrados, de armas y material ilegal como explosivos. Por allí tienen acceso al Cauca, en donde hay sembrados ilícitos así que sirve como ruta de narcotráfico y de trasteo de mercancía, pero además, es un lugar por el que pueden escapar de las autoridades y por eso allí son muy fuertes”, argumenta Domínguez.El sociólogo explica que en caso de firmarse un cese al fuego, en ese sector, en el que tiene mucha influencia el Frente Sexto de las Farc, podría reducirse el impulso del narcotráfico.“Las Farc tienen el monopolio de las drogas ilegales en esta parte del país. Usan ese corredor para movilizar toneladas de marihuana y coca desde Corinto y Miranda. La desaparición de esa organización ilegal sería un golpe muy fuerte para el tráfico ilícito”.En este punto está de acuerdo el alto consejero para la Paz en el Valle, Fabio Cardozo, quien dice que este proceso podría ser el primer paso para recuperar tierras del narcotráfico y emplearlas en agricultura, para contribuir al bienestar del campesino vallecaucano y, en general, de la economía de toda la región.“La tierra de este departamento debe ser usada como motor económico y esa sería una de las ventajas de no tener en la ecuación un factor violento, que genere desplazamiento interno, abandono de cultivos y, desde luego, desconfianza en inversionistas locales y foráneos. Si no existe ese elemento agresivo y dañino que además auspicia el narcotráfico, la región puede tener oportunidad de mejorar y crecer”. El presidente de la Cámara de Comercio de Cali, Roberto Arango, dice que para él, ese es justamente el beneficio que va a traer al Valle la paloma de la paz: un repunte económico.“Somos un departamento privilegiado. Somos un departamento agrícola por naturaleza, con enormes extensiones de sembrados, tenemos acceso al Pacífico a través de Buenaventura a menos de dos horas y tenemos mano de obra calificada. Si cesa el fuego, vamos a estar en capacidad de potenciar los TLC que se han firmado con otros países, no sólo con la China. Podríamos concentrarnos mucho más en Estados Unidos que tiene a California también en la zona del Pacífico. Se puede pensar en una relación bilateral mucho más estrecha con ese estado. Es cuestión de luchar por mejorar”.Arango revela que el estigma de tierra de violentos ha afectado la inversión internacional en el Valle. Dice que los constantes hostigamientos de las Farc a la Fuerza Pública hizo que una importante compañía, de la que no reveló detalles, desistiera de instalarse en Cali.El profesor universitario Hernando Llano dice que, justamente, la percepción de seguridad es uno de los elementos con los que más va a contribuir la paz al desarrollo del Valle del Cauca.“La sensación de bienestar y seguridad puede contribuir a que la tensión que existe en la zona del Suroccidente se elimine poco a poco. La tensión existe por estar cerca del Cauca y por el gran poder de la guerrilla en las cordilleras Occidental y Central. Si eso se acaba, además de alentar la inversión extranjera, se lograría que empresas locales estén dispuestas a crear alianzas económicas entre sí porque ya no tienen que preocuparse de ser atacadas económicamente por la guerrilla”, dice el profesor.Llano agrega que buena parte de los recursos que son destinados por parte del Estado a la guerra (hay aprobados 26 billones de pesos para el 2013) bien podrían ser redirigidos hacia la inversión social y también ser inyectados en sectores productivos e industriales de esta zona.Por otro lado, el abogado y analista Víctor Hugo Vallejo dice que hay que tener en cuenta que en el Valle la violencia es más del tipo de delincuencia organizada, proveniente de las bacrim y que al dejar de lado la guerra en contra del terrorismo, las autoridades se podrían enfocar en combatir este tipo de grupos ilegales.“Si se deja de combatir en contra de las Farc en las zonas urbanas, podemos empezar a planear recuperar las calles de las ciudades que son azotadas por bandas criminales y delincuencia común y eso es muy positivo para el futuro del departamento”, concluye.