La comunidad de Palmira, Valle del Cauca, no sale del asombro, tras el hallazgo de una cocodrilo en el patio de una casa del barrio Bizerta, de ese municipio. ‘La Ñata’, como había sido ‘bautizada’ esta caimán aguja, fue decomisada por funcionarios de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca el martes 22 de octubre.
Durante el lanzamiento de la Zona Verde de la COP16, el director de la CVC, Marco Antonio Suárez, dio a conocer el operativo de decomiso del animal, que se llevó a cabo en conjunto con la Fiscalía y la Fuerza Pública.
Por su parte, Jesús Leonardo Escobar, el hombre que tenía como mascota este cocodrilo de 2,67 metros de largo, ha asegurado en redes sociales que el animal vivía en su casa desde hace 54 años, ya que, según su versión, en 1970 un policía le regaló el caimán a su padre.
Incluso, el hombre señaló que en el año 2007 la CVC, supuestamente, le otorgó un permiso para su tenencia, y agregó que, aunque la normatividad habría cambiado, no se le notificó que no podía mantener a ‘La Ñata’ en su vivienda.
Frente a esta versión, el biólogo Gustavo Trujillo, de la CVC, destacó que en Colombia la fauna silvestre no es propiedad de ningún ciudadano. “El Estado no está entregando el dominio o la posesión bajo ninguna circunstancia, solo en los casos estipulados por la ley”, explicó, y advirtió que los permisos son exclusivos para zoocriaderos y cotos de caza.
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¿Qué pasará con el animal?
Dos días después del hallazgo, la CVC reveló que el animal tiene apenas la mitad de su peso ideal, una masa en la mandíbula y dificultad para mover una de sus patas.
“Presenta una masa en la parte de la mandíbula y el posicionamiento del miembro superior izquierdo no es el adecuado, por lo que tiene que hacer movimientos que no son los naturales de la especie”, detalló Trujillo Barrientos.
En el Centro de Atención y Valoración de la Corporación los especialistas determinaron que el animal tiene un peso entre el 40 y el 50 % por debajo del ideal para su tamaño y edad. Asimismo, los médicos veterinarios, biólogos y zootecnistas están a la espera de los resultados de las muestras de laboratorio que le tomaron.
Hay que mencionar que es la primera vez que este tipo de espécimen llega a la CVC, pues se trata de un caimán aguja o caimán del Magdalena, que no pertenece a esta área del país. Y, teniendo en cuenta que nunca ha convivido con otros reptiles de su especie, los expertos valoraron que ‘La Ñata’ no podrá ser devuelta a su hábitat.
“No tendría los comportamientos y defensas que necesita en el medio natural, entonces consideramos que su mejor posibilidad es tenerla en cautiverio, pero con mucho más espacio y con una laguna con profundidad, para que pueda hacer termorregulación”, explicó el biólogo de la Corporación.
Según los especialistas, el bajo peso del reptil podría obedecer a que “no ha efectuado sus procesos metabólicos y de regulación de temperaturas normales por el sitio donde se encontraba”.
El caso de esta caimán será evaluado con personal de la estación Roberto Franco de la Universidad Nacional, ubicada en los Llanos, y con expertos del grupo de especialistas de cocodrilo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Junto a este equipo se realizarán análisis genéticos para corroborar la especie y la zona de distribución, es decir, de dónde es realmente originario.
“La idea es recuperar al animal y poder trasladarlo a este sitio, donde podrá estar como representante de las diferentes especies de cocodrilos que tenemos en el país”, concluyó el funcionario de la CVC.