Víctor Hugo Vidal se convirtió en el alcalde de Buenaventura con el propósito de transformar una ciudad desbordada por la pobreza, que no logra ofrecerle una vida digna a sus habitantes. Sin embargo, ha tenido que enfrentarse a un reto inesperado que amenaza con aplastar sus planes.
El Mandatario, elegido por su condición de líder cívico, dice que, aunque la situación que enfrentan por el coronavirus está medianamente controlada, podría salirse de control, por lo que le hace un llamado al Gobierno Nacional para que asuma el Pacífico como una prioridad.
“Se necesita que el Gobierno haga un mayor esfuerzo y atienda de manera prioritaria a Buenaventura y al Pacífico colombiano, entendiendo que nuestra condición de marginalidad, de abandono, de descuido por parte del Estado, nos hace mucho más vulnerables que cualquier otra zona del país”, afirma el Alcalde.
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Usted pasó de ser un líder cívico a Alcalde de Buenaventura, ¿cómo le ha ido con la clase política?
La verdad es que hay resistencia al cambio o a la manera como se quiere gobernar. Hay expresiones contrarias que intentan ponerle obstáculos a la posibilidad de cambio real en Buenaventura, y entiende uno que las costumbres no cambian de un día para otro. Hay formas de ver y hacer las cosas, nosotros hemos querido implantar otra forma de hacer las cosas. Así como nos hicimos elegir de manera diferente, queremos implantar formas distintas de relacionarnos en lo público. Eso tiene sus resistencias y las estamos viviendo.
Sumado a esos obstáculos, le tocó lidiar con el coronavirus, ¿qué tan compleja está la situación en su municipio?
En términos de cifras, la situación de Buenaventura no es tan compleja. Estamos en 48 casos positivos, tres fallecimientos relacionados con Covid y tenemos más de 100 pruebas pendientes de resultado.
En ese sentido no es tan dramático porque las proyecciones eran catastróficas, pero somos conscientes de que Buenaventura se puede complicar en cualquier momento, por nuestra dinámica portuaria, porque somos el centro del Pacífico, por nuestro nivel de pobreza -estamos hablando 82 % de pobreza, 43 % de miseria-, por las condiciones de nuestro servicio de salud y, sobre todo, porque somos un territorio de mucha circulación de población por las diferentes actividades que se hacen alrededor.
Ha habido reportes de que mucha gente en Buenaventura no está respetando la cuarentena, ¿cómo se está controlando esta situación?
En general, en la zona urbana hay gente que no acata la medida o que no soporta la cuarentena y sale a la calle a diferentes cosas. Se nos han presentado dificultades sobre todo del 27 de abril hacia acá, porque mucha gente interpretó la apertura que hizo el Presidente de la República como el levantamiento de la cuarentena. Por eso hemos estado trabajando duro, para que la gente entienda que hay que seguir tomando medidas que fortalezcan la protección.
Como usted dice, la red hospitalaria de Buenaventura es muy deficiente, ¿qué plan de contingencia tienen para afrontar esta crisis?
La deficiencia de la red pública de salud es evidente. Afortunadamente, el tema ha estado relativamente controlado. Se ha ido mejorando el Hospital Luis Ablanque de la Plata y el Hospital San Agustín, con fondos de la Administración se han ido dotando de condiciones fundamentales para atender. Está la Clínica Santa Sofía, que se le ha ayudado también a mejorar las condiciones, y la red que tenemos a nivel departamental.
Sin embargo, el tema de la oferta en salud nos genera angustia porque sabemos que no tenemos la oferta necesaria para atender las enfermedades normales, menos un tema como el Covid.
¿En medio de todo esto, qué ha sido lo más difícil de atender?
Como encontramos la Administración, con los antecedentes, con la falta de atención del Gobierno Nacional, todo se vuelve difícil, hasta crear condiciones para prevenir la llegada del virus. Por ejemplo, las vías que conectan Buenaventura con el interior son nacionales, no locales; no teníamos la posibilidad de cerrarnos, como hicieron otros municipios, porque tenemos actividad portuaria y eso depende del Gobierno Nacional, que nunca paralizó la actividad portuaria. Nosotros somos el centro del Pacífico, tenemos fronteras hacia el sur con Ecuador y hacia el norte con Panamá, ambos con muchas dificultades.
Otro elemento complicado es que la situación de producción de alimentos cambió en los últimos 20 años, el Pacífico dejó de surtir de alimentos a la ciudad y parte de Colombia y ahora es surtido de otras latitudes del país e incluso de exterior, y si no hay alimentación es muy complicado. Se ha podido solucionar con ayudas, pero sabemos que si esto se prolonga, se va a complicar mucho más.
¿Cómo ha sido el abastecimiento de alimentos en una ciudad con tantas personas en la informalidad que se quedaron sin trabajo?
La mayoría de los empleos de Buenaventura son informales y tenemos esa dificultad reflejada ahora, cuando la mayoría de las familias no tienen un salario fijo mensual, eso genera mucha dificultad. Ha habido diferentes iniciativas, ayudas humanitarias, sobre todo alimentarias, desde diferentes frentes.
Desde que empezó la pandemia, la Administración Distrital ha hecho un esfuerzo grande por liderar estas ayudas en Buenaventura, por intentar articular a todas las fuentes, pero no hemos tenido éxito total, hay sectores que insisten en hacerlo cada uno por su lado y, a pesar de que ha habido un gran número de ayudas en la ciudad, la dispersión hace que no se cumpla el objetivo final, que es cubrir todo el territorio.
¿Y qué salida propone usted frente a esa situación?
Estamos haciendo un llamado a las diferentes entidades, empresas, personas, todo el que quiera ayudar, para que, por favor, nos articulamos, porque hay sectores de Buenaventura a los que les ha llegado ayuda de diferentes fuentes y hay otros a los que no les ha llegado. La Administración tiene diseñado un operativo para llegarle a todas las comunidades, pero no hemos logrado que algunos sectores puedan articularse.
¿Cómo ha sido la respuesta del Gobierno Nacional?
El Gobierno Nacional ha hecho muchos anuncios para el país y para Buenaventura, pero materializados todavía no tenemos mucho.
Materializado tenemos unas ayudas en remesa: 2950 mercados, de los cuales 2000 fueron dispuestos para que la Administración Distrital los pudiera distribuir. Se ha anunciado el reforzamiento del hospital de mediana complejidad, pero realmente no se ha podido materializar. Estamos insistiendo al Gobierno a través de diferentes medios, de
documentos, de llamadas, ayuda con congresistas que han estado pendientes, pero no hemos podido concretar la vinculación del Gobierno a Buenaventura, sobre todo en materia de salud, que es donde más lo requerimos.
Se necesita que el Gobierno haga un mayor esfuerzo y atienda de manera prioritaria a Buenaventura y al Pacífico, entendiendo que nuestra condición de marginalidad, de abandono, de descuido por parte del Estado, nos hace mucho más vulnerables que cualquier otra zona del país.
¿Entonces ese abandono estatal sigue evidente, incluso en esta crisis?
Buenaventura y el Pacífico debieron haber sido la prioridad del Estado colombiano conociendo nuestra condición, nuestra vulnerabilidad total frente a una pandemia como el Covid, entendiendo que tenemos puertos internacionales, que las relaciones comerciales se hacen con Asia y que el Covid venía de allá, los riesgos eran totales y el Estado no lo entendió.
¿Y hay alguna propuesta de su parte para mitigar esa vulnerabilidad?
Tenemos una propuesta que hemos planteado hace rato y es que se cree una gerencia para atender el Covid en el Pacífico, con un equipo de personas que tengan contacto directo con el Presidente de la República y con los actores del Pacífico: alcaldes, concejales y líderes comunitarios, que podamos articular una estrategia para atender esta enfermedad en el Pacífico. Sabemos que en cualquier momento se puede presentar una situación muy complicada y además va a haber una pospandemia que también toca atender, porque si veníamos mal con la pandemia, la pospandemia va a ser muy complicada de resolver.
Usted llegó al cargo con la expectativa de lograr cambios importantes en Buenaventura. ¿Tuvo que modificar su plan de gobierno?
Todos los indicadores, la línea base con la que arranqué la Administración se echó hacia atrás. Nosotros entendemos que el Plan de Desarrollo tiene que irse un poco más atrás. Si hablamos en materia productiva, en materia de empleo, pues en todo el mundo se van a perder empleos, pero en el caso nuestro va a ser grande porque muchas de las actividades nuestras son informales, pequeños negocios, actividad familiar, y la gente se va a quedar sin el capital porque durante la cuarentena va a consumir lo que tenía. Muchos empleos formales se han perdido porque las empresas entran en iliquidez... En el tema educativo, la meta nuestra es sacar a Buenaventura de los últimos lugares en el Valle, pero con esta situación en que hay incertidumbre sobre el año lectivo, eso nos pone mucho más atrás. En materia de salud, pues es una enfermedad nueva, que se suma a las que traíamos. En fin, hay varios indicadores en los que nos tocó dar pasos hacia atrás.
¿No va a poder cumplir con sus metas entonces?
Sabemos que va a ser más difícil, pero no queremos renunciar a los
propósitos de sacar a Buenaventura de la situación en que está y ponerla, como decimos nosotros, en una situación de vida con dignidad.
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