Las tecnologías de integración háptica se destacan por su capacidad de permitir vivir y sentir un accidente de forma real, lo cual genera experiencias de retroalimentación neurosensorial que promueven la formación de memorias y contribuyen a mejorar las habilidades de las personas tanto en entornos empresariales como en las vías del país.
Ante esto, actualmente en el Valle del Cauca hay empresas que ya están empezando a usar esta tecnología en pequeñas campañas de seguridad laboral como Smurfit Kappa, Cemento San Marcos, Good Year o Bavaria, entre otras, con el objetivo de disminuir los índices de accidentalidad y mortalidad.
Diego Fernando Ramírez, CEO de WayGroup, la empresa colombiana que logró aprovechar el talento nacional para desarrollar simuladores de educación inmersiva con tecnologías hápticas que están utilizando estas organizaciones en el Valle del Cauca, explica que es fundamental comprender qué son las tecnologías hápticas y la realidad virtual. Ambas están evolucionando, pero lo que las diferencia es el impacto que pueden llegar a generar realmente en la experiencia de los usuarios.
“Por un lado, la realidad virtual es una tecnología que crea un entorno simulado generado por computadora que puede ser explorado y experimentado de manera inmersiva, gracias a dispositivos con visores 3D que permiten percibir la profundidad del espacio y con audífonos que reproducen sonidos binaurales, percibidos como sonidos espaciales (3D). Si bien los usuarios pueden sumergirse en entornos virtuales y participar en actividades interactivas, teniendo un primer avance de los sentidos, son los simuladores de inmersión con tecnologías hápticas los que permiten una interacción táctil con objetos virtuales, proporcionando retroalimentación sensorial que simula la sensación de tocar y manipular objetos en entornos digitales”, afirma Ramírez al respecto.
De esta manera, un simulador inmersivo es aquel que integra elementos de visión, audición y tacto para replicar el mundo real con mayor precisión. Cuando se utilizan dispositivos que envían información al tacto, se hace referencia a simuladores de inmersión con tecnologías hápticas. Asimismo, el “feedback” que reciben los usuarios permite maximizar la experiencia dentro del mundo virtual, ya que el cerebro está integrando más información, lo que resulta en una mayor inmersión y en un aprendizaje o transferencia de conocimiento de manera más directa.
Entre los diferentes estudios realizados, se destaca el trabajo llevado a cabo por la profesora de la Universidad de Stanford, Allison Okamura, quien ha demostrado que el uso de simuladores de tecnologías hápticas en la educación puede mejorar significativamente la retención de información y la capacidad para resolver problemas. Además de señalar que estas tecnologías permiten a las personas aprender a través de la experiencia práctica al proporcionar retroalimentación táctil en tiempo real, lo que les permite corregir errores de manera inmediata.
Es así, como estas herramientas están cobrando cada vez más relevancia en diversas aplicaciones e industrias, como la médica, la aviación, la militar e incluso para el desarrollo del Metaverso. Según la firma de análisis de mercados MarketsandMarkets, se estima que el tamaño del mercado mundial de tecnología háptica alcanzará un valor de US$5.000 millones en 2028, con una tasa compuesta anual de 3,7%.
El CEO de WayGroup destaca que la integración de realidad virtual con simuladores de inmersión con tecnologías hápticas está revolucionando la forma en que las empresas abordan la seguridad en el lugar de trabajo. Estos sistemas permiten a los empleados entrenarse en entornos virtuales realistas y experimentar situaciones de riesgo sin correr peligro físico.
“Con algunas de estas organizaciones como hemos llevado simuladores de vehículos y de motos por medio de diferentes campañas de sensibilización, en donde diferentes usuarios tuvieron la oportunidad de ponerse a prueba en autopistas simuladas en los que se les ponían diferentes factores de distracción y de alerta los cuales si el usuario cometía un error podía estrellarse o matar a otro ser humano, que en muchos casos, era una mamá o un niño”, añadió Ramírez.
Esto es fundamental, ya que funcionarios de la Secretaría de Movilidad han destacado que viene disminuyendo los indicadores de siniestralidad en las vías del Valle de Cauca en cerca de un 66%, puesto que mientras que en 2022 se tuvieron 461 siniestros viales, para el 2023 solo hubo 161.