La ola de calor acompañada por sequías en las fuentes hídricas del país, son las principales afectaciones del Fenómeno del Niño sobre Colombia. Precisamente, debido a las altas temperaturas se han visto disminuidos los caudales de varios embalses que proporcionan electricidad, por lo que la autonomía energética se podría verse afectada.
Uno de los cuerpos de agua más prominentes del país, destinado a la generación de electricidad, es el embalse del Lago Calima, ubicado en el Valle del Cauca y que proporciona fluido eléctrico a parte del departamento.
Es importante precisar que este embalse es uno de los más grandes del continente, con una superficie de 70 kilómetros cuadrados, el cual fue inaugurado el 28 de mayo de 1966, cuando se inundó un área de 1934 hectáreas, con 581 millones de metros cúbicos de agua.
Aunque en un inicio era destinado para la hidroeléctrica, los habitantes del Darién vieron en el embalse una forma de ganarse la vida con el turismo, fue así que se comenzaron a construir hoteles y centro recreativos a la orilla del lago.
Sin embargo, debido a las fuertes temperaturas por las que ha pasado el país durante los últimos meses, el nivel del agua del embalse se ha visto afectado, dejando ver parte del suelo del lago en las orillas. Según comerciantes de actividades acuáticas, el nivel del agua habría bajado cerca de tres metros.
Por su parte, desde el área de comunicaciones de la CVC, se aseguró que a pesar del bajo nivel del embalse, no se han presentado afectaciones para el ecosistema de la zona.
“Ha disminuido su nivel, de acuerdo a las condiciones del clima, es normal la alteración, ya ahora vienen las lluvias y vuelve otra vez y se recupera, no hay una afectación propiamente a la fauna que se haya detectado”.