A través de los años, algunos modelos de carros se han convertido en una insignia de ciertas épocas, gracias a su aparición en películas y series de televisión taquilleras. Entre ellos, el Dodge Charger 1970, de los Dukes de Hazzard; el Ford Deluxe modelo 48, de Grease o el Mustang 69, de John Wick.

El caso de la Kombi, de Volkswagen, no es la excepción, pues dejó huella en la década de los 60, luego de ser utilizada en la popular serie animada de la pantalla chica Scooby Doo, donde un perro gran danés y cuatro adolescentes viajan en una de color azul cielo, con stikers verdes, flores naranjas y una frase grabada en su carrocería: “La máquina del misterio”.


Pero más allá de ser íconos, las ventajas en términos de amplitud y comodidad que ofrece esta van han llevado a que grupos de viajeros alrededor del mundo la elijan para descubrir nuevos lugares, una tradición iniciada por los hippies en Estados Unidos, quienes crearon clubes donde se compartían vivencias y se ofrecía soporte durante los viajes.

En Colombia, en particular, esta comunidad viene tomando fuerza en las redes sociales y en las convenciones organizadas por la marca alemana y los amantes de este tipo de vehículos.

Sus propietarios también han creado fuertes lazos de cooperación y amistad, pues día a día comparten sus experiencias. Es el caso de Jenny Pineda, una joven caleña, que trabaja en el Banco de Occidente en el área de Servicio al Cliente, pero de manera remota, lo cual le permite disfrutar de lo que ella denomina sus inicios como “nómada digital” (hace 8 meses) en una Kombi modelo 95, que bautizó con el nombre de Celeste.

Se trata de una van con estilo vintage con cortinas blancas y bordados en macramé y que hablan de su personalidad, porque para ella estos vehículos son reflejo del estilo de vida de sus dueños.

Otro de los apasionados de las Kombi es Joany Arbeláez, un paisa que destaca el apoyo que brinda esta comunidad de viajeros. De hecho, es miembro de grupos de Facebook y WhatsApp, donde ha conocido personas con su misma pasión con quienes comparte información sobre talleres, así como de compra y venta de vehículos, accesorios y repuestos, temas aduaneros o del Soat.

Un aspecto vital de pertenecer a esta comunidad es que hay mecánicos. “Esto me parece magnífico, porque sea donde sea, tienes una red de apoyo gigantesca que te acompaña y así no te sientes solo”, explica.
Para su amigo y paisano Jorge Borrero, “Ver a los niños entusiasmados con este llamativo vehículo y a gente que ni siquiera conoce saludando con el pito en las vías es lo más gratificante de una Kombi Life”, o mejor, de una vida al estilo Kombi.

Otra manera de conseguir repuestos de segunda mano es a través de las comunidades de aficionados.

Las rutas que toman estos aventureros del volante son insospechadas. Ishtar Paz y Vera Guillén, residentes en Honduras, por ejemplo, iniciaron su recorrido por Nicaragua, Costa Rica y Panamá para luego montar su Kombi en un contenedor en Ciudad de Panamá y llegar a Cartagena y Barranquilla. Recorrieron la Alta Guajira hasta el Cabo de la Vela y bajaron hasta la Sierra Nevada de Santa Marta. Maravilladas con la variedad de paisajes y la gastronomía colombianas, una de las cosas que más disfrutan al viajar, luego tomaron la carretera por Yarumal para llegar a Medellín, recorrieron el Eje Cafetero, Popayán, Pasto y culminaron su camino en la frontera con Ecuador.

Para ellas, lo más complicado es la seguridad: “Quedarse en una carretera y que se haga de noche”, comentan. Por eso, aconsejan verificar las rutas y los puntos de parqueo para lo cual lo ideal es utilizar aplicaciones como la App iOverlander, la cual también “tiene referencias de gasolineras, mecánicos y veterinarios”.

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Sus características 

Este vehículo de cuatro puertas se caracteriza por su gran tamaño, que permite transportar hasta nueve personas, así como por su fácil acceso, eficiente desempeño y múltiple funcionalidad.

Con la apertura de una fábrica en Brasil, la Kombi fue el primer modelo de Volkswagen ensamblado en Latinoamérica y después se convirtió en el único productor a nivel mundial de este modelo hasta el año 2013, con el lanzamiento de la versión Last Edition.

Nicolás Behar, Gerente de Producto de Volkswagen Colombia, explica que se caracteriza por su motor 1.4L con 78CV de potencia, capaz de funcionar con gasolina o etanol, una caja mecánica de 4 velocidades y con capacidad de carga de una tonelada. Adicionalmente, incluye avances que le han permitido mantenerse en diferentes países y que han sido referente para el desarrollo de nuevos modelos, como el ID Buzz, 100% eléctrico, que se caracteriza por su gran espacio interior y conectividad de punta.

Los viajes al exterior

  • Aunque a simple vista parezca complicado, los trámites para llevar una Kombi Life fuera del país son muy sencillos. Se deben presentar algunos documentos básicos, como licencia de conducción, pasaporte y tarjeta de propiedad del vehículo.
  • Ishtar y Vera recomiendan hacer una inspección vehicular en el país de origen, que certifique que el número de la van sea el mismo que el del motor, lo que ayuda a acelerar los procesos aduaneros. También hay que tener en cuenta que en la mayoría de países se debe pagar un seguro. “En el caso de Colombia tuvimos que pagar el Soat por tres meses, que es el tiempo de permanencia que concede Migración”, explican Ishtar.

Otros usos

  • Aunque estos vehículos son un gran aliado a la hora de recorrer largas distancias en compañía de familiares y amigos, son además una oportunidad de negocio para sus dueños. Joany Arbeláez, propietario de la empresa Carros para Bodas Arbeláez Ramírez, en Medellín, alquila estos llamativos vehículos para todo tipo de eventos sociales, como bodas, 15 años, bautizos y aniversarios, así como para catálogos de ropa, impulso de marcas, venta de productos, producciones audiovisuales y videos musicales.
  • “La personalización en este caso se hace quitándole sillas traseras para ganar espacio”, explica Arbeláez. Así mismo, se puede abrir una parte del techo para que los clientes se puedan asomarse a través del mismo y tomarse fotos.
  • El valor varía dependiendo del tiempo, sin embargo, para un evento social el costo suele rondar el millón de pesos.

Personalización

Convertirlas en casas rodantes es una de las principales modificaciones a las que recurren los gomosos de las Kombi, quienes suelen equiparlas con sofácama, cocina, mesa, ducha, tanque de reserva de agua y un toldo para camping, según Ricardo Caicedo Londoño, Gerente y Propietario del Taller Caicedo, en Pereira y miembro de la comunidad Kombi Life.

Aunque algunos propietarios prefieren mantener los colores de fábrica de sus vehículos, otros los personalizan con llamativas decoraciones o colores pastel, como verde y azul.

Ricardo Caicedo ha restaurado varias Kombi, adaptándolas con parrilla, escalera trasera para subir al techo y toldo en la parte lateral externa. “Para las reparaciones se consigue todo tipo de repuestos, sobre todo, en Bogotá y en Brasil”, afirma.