Para que el vehículo mecánico funcione sin ningún inconveniente, la caja de cambios deberá encontrarse en buen estado, y aunque esta está diseñada para que dure por varios años, a veces puede presentar fallas.
Si la caja de cambios está en mal estado, puede ocurrir que la palanca de cambios esté suelta; es decir, la marcha no se queda engranada y vuelve al punto muerto.
Antonio Ariza, asesor técnico del Race, analiza las causas por las que una palanca de cambios puede estar floja:
- Si mete el cambio, pero nota como salta y se vuelve a colocar en punto muerto, puede que las guías de la caja de cambios, los tornillos o las horquillas tengan holguras y esto se debe a un nivel bajo de aceite en la caja de cambios, teniendo en cuenta esto, notará que la palanca de cambios está suelta.
- Si el carro tiembla o genera un sonido al hacer un cambio de velocidad puede deberse a una falta de lubricación, a un desajuste en el montaje de la caja de cambios o que hay alguna pieza rota, ya sea del propio embrague o de la caja de cambios. Si esto ocurre, el pedal del embrague se va a quedar al fondo y la palanca de cambios se va a quedar suelta porque no se va a poder engranar ninguna marcha.
- Si escucha un ruido en punto muerto puede deberse a que el nivel de aceite de la caja de cambios está bajo o que ya es hora de cambiarlo porque ha perdido sus propiedades de viscosidad y temperatura. Este problema puede provocar que la palanca de cambios esté suelta o dura, pueden suceder las dos cosas.
- Si hay una fuga del aceite de la caja de cambios, puede ocurrir que la palanca de cambios se quede suelta, aunque también puede suceder lo contrario, que se quede dura.
Tenga en cuenta que el mantenimiento preventivo a la caja de cambios deberá realizarse a los 25.000 km o por lo menos una vez al año.