En el mundo de la automoción, la confiabilidad del kilometraje de un vehículo es crucial tanto para los propietarios como para los compradores potenciales. Sin embargo, surge la preocupación sobre la posibilidad de alterar el kilometraje digital de un automóvil, un acto que podría llegar a conducir a engaños y transacciones deshonestas.
A medida que la tecnología avanza, muchos vehículos modernos están equipados con paneles de instrumentos digitales que muestran el kilometraje de manera electrónica. Si bien esta tecnología puede ofrecer beneficios en términos de precisión y conveniencia, también plantea interrogantes sobre su vulnerabilidad a la manipulación.
La triste realidad es que sí, es posible alterar el kilometraje digital de un vehículo, aunque no es una tarea sencilla. Existen dispositivos electrónicos y software especializados que permiten a los individuos con conocimientos técnicos modificar el kilometraje registrado en la computadora del automóvil.
Este acto, conocido como “odómetro rollback” en inglés, puede realizarse con el objetivo de aumentar artificialmente el valor de reventa de un automóvil al hacer que parezca haber recorrido menos kilómetros de los que realmente ha hecho. Sin embargo, es importante destacar que esta práctica es ilegal y constituye fraude.
Los vehículos modernos a menudo registran el kilometraje en múltiples sistemas, lo que dificulta la alteración sin dejar rastro. Además, los concesionarios y compradores informados suelen solicitar informes de historial del vehículo, que pueden revelar discrepancias entre el kilometraje registrado en diferentes puntos en el tiempo.
Las autoridades y organismos reguladores están cada vez más atentos a este tipo de prácticas fraudulentas, y las consecuencias legales para aquellos que son atrapados manipulando el kilometraje de un vehículo pueden ser severas.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.