“Hablar de tuning es hablar de sonido, rines, color y luces”. Así describe el término el caleño Henry Muñoz Viáfara, un apasionado de los carros, que desde hace más de diez años cultiva el hobby de la modificación de vehículos.

“El tuning se refiere a una personalización en la que el propietario decide hacerle adecuaciones al vehículo para alterar su aspecto de fábrica o sus características técnicas. En Colombia, generalmente, estos cambios se le hacen a carros antiguos, utilizando materiales como la fibra de vidrio o el metal, pero esto va acompañado de otras transformaciones a nivel de carrocería, luces, rines, puertas, tapicería y motor, convirtiendo a estos vehículos en unas joyas de cuatro ruedas”, expresó Muñoz.

En la suspensión, por ejemplo, se pueden cambiar los muelles y amortiguadores, poniendo resortes más cortos para un centro de gravedad bajo o más dinámicos para mayor estabilidad en las curvas.

El objetivo es transformar los vehículos y convertirlos casi siempre en carros de carreras, es por ello que al final del proceso suelen tener motores que rugen, carrocería baja, rines grandes y colores llamativos.

De hecho, el tuning ha tenido gran acogida en la ciudad, debido en parte a la variedad de productos que se ofertan y a sus bajos costos. Eso es lo que opina Pedro Blanco, propietario de P y M Cars., quien aclara que a diferencia de años anteriores en los que estas modificaciones las hacía un grupo exclusivo, hoy los dueños de carros viejos o nuevos siempre quieren tener algún detalle personalizado”.

Los accesorios que más aman

El vehículo es un reflejo de la personalidad y el estilo de quien lo conduce. Por eso, hay quienes prefieren modificarlos para imponerles su propio sello.

Pero entre la amplia variedad de opciones que existe parece que las luces Led mandan la parada en los accesorios que más compran los caleños, pues son rápidas de instalar (20 minutos) y le dan un toque especial a cada vehículo. “Las conocidas como ojo de ángel, por ejemplo, que utiliza la BMW, son las de mayor demanda, pero no son aptas para todas las farolas, hay que hacerles un estudio a ver si cabe el aro dentro de ellas”, comenta Blanco.

Y a nivel exterior, el toque especial se logra con pinturas personalizadas que se trabajan con aerógrafo, creando figuras como llamas de fuego.

Los rines grandes también se imponen. Una de las principales motivaciones para cambiarlos es la estética y también lo funcional, pues los gomosos los prefieren de gran tamaño para bajar un poco la llanta, dándole más estabilidad y más agarre al vehículo.

Los colores que están de moda son los negros de cara brillante y en los 4x4 se usa mucho el negro mate para resaltar el tipo de llanta todo terreno.

Alfredo Zabala, experto en rines y dueño del almacén Llanteca del Sur, explica que “ahora están muy de moda los rines grandes en aluminio con aleación de magnesio y zinc, que además de embellecer un vehículo sirven para disminuir el impacto cuando se pasa por un hueco, pues absorben mejor el golpe. También son más livianos, lo que permite disminuir el calor que se transmite a los frenos y lograr que las pastillas se desgasten menos, que las llantas duren más y disminuya el consumo de combustible”. Los precios varían, pero un juego de rines moderno puede costar entre $700.000 y $1.800.000.

Otros accesorios muy solicitados son los GPS de última generación, muy útiles en caso de robo del automotor, así como las cámaras de reversa.

Sonidos impactantes

Las modificaciones de carros para adaptar sonidos envolventes e impactantes es una de las tendencias más llamativas del tuning. De hecho, el Car Audio es un concurso de gran acogida en el país, en el que se compite creando sonidos de última generación. Hawer Sepúlveda, ganador en una de las categorías del Car Audio que se realizó en enero de este año en la Plaza de Toros de Cartagena recuerda que “esta pasión nació hace unos 7 años cuando conocí por primera vez este hobby. Hoy ya participo con mi Mazda 323 Station Wagon, modelo 95 modificado, al que le hice cambios en pintura, carrocería, rines y cajuela para introducir el sonido”, subrayó.

Este carro, que ha participado en varios concursos nacionales en la categoría Alvan 3, tiene un sonido compuesto por cuatro bajos de 12 pulgadas, ocho medios de 8 pulgadas, seis driver, ocho brillos, 11 baterías, un amplificador 1000 para los bajos y uno 15.000 para los medios. “El sonido es casi perfecto, debido a las cajas donde está instalado, pues allí radica la perfección”, afirma Sepúlveda, quien hace énfasis en que “estas modificaciones pueden variar según los gustos o necesidades del aficionado, pues las hay desde tres millones de pesos con un sonido básico, hasta sesenta millones con uno más especializado”.
Súmese usted también a los gomosos del tuning y sorpréndase de todo lo que puede hacer con su auto.