Aumento del estrés, desmotivación para trabajar, problemas de sueño, dificultades en la comunicación con jefes o compañeros, problemas en el manejo de las emociones, del tiempo y los horarios, la procrastinación (postergar tareas y luego cumplirlas bajo presión) son algunas de las señales que alertan sobre alteraciones mentales en el entorno laboral.
Así lo manifiesta la psiquiatra Ana Milena Isaza Narváez, egresada de la Universidad del Rosario, quien puntualiza, además, que las principales enfermedades mentales en la población trabajadora en Colombia son la ansiedad y la depresión. Padecimientos que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, OMS, aumentaron en un 25 % en la población en general desde que comenzó la pandemia por Covid-19.
Con respecto a la ansiedad, explica la doctora Isaza, quien la padece tiene una percepción de lucha, de huida todo el tiempo, siente que algo malo va a pasar. “Hay un miedo excesivo a algo desconocido, que no se identifica y por eso empieza a tener manifestaciones físicas como taquicardia, sudoración, crisis de pánico, dificultad para respirar, aumento de la frecuencia urinaria y de la frecuencia fecal”.
Cuando hablamos de depresión, continúa la profesional, por la general hay sensación de culpa, la persona siente que lo que le gustaba antes ya no le produce placer, deja de disfrutar las actividades del día a día, pierde la voluntad de hacer las cosas y siente que no tiene la energía que necesita.
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La especialista en Salud Ocupacional y magíster en Psicología Érica Molano Bolaños añade que otros de los problemas comunes de salud mental entre la comunidad trabajadora es el estrés postraumático, el abuso y la dependencia del alcohol y otras sustancias psicoactivas. También, están los casos de abuso sexual y psicológico dentro de las organizaciones, muchos de ellos, invisibilizados o naturalizados.
Esto último, al parecer, fue lo que debió padecer Josefa Doria*, auxiliar administrativa de una empresa de transporte que laboraba de 4:00 a.m. a 1:00 de la tarde, de lunes a sábado. Ella tenía que hacer, en promedio, más de 120 programaciones para la recolección de paquetes.
Después de 15 años laborando como empleada temporal, siendo un ejemplo a seguir por su dedicación, esfuerzo y entrega a la compañía, empieza a luchar por un contrato fijo. Habló con sus jefes pero sintió que no la apoyaban. Esto la fue desmoralizando y la empezó a enfermar, recuerda uno de sus compañeros.
En pandemia todos los días le tocó trabajar presencialmente “porque sus funciones eran de vital importancia”. En 2021 recibió más presión laboral, el jefe empezó a exigirle mucho más, le repetía que diera gracias porque durante la crisis sanitaria la compañía no hubiera prescindido de ella. La mujer, de 46 años, decía que se sentía maltratada psicológicamente y cansada físicamente.
“Un día no pudo pararse de su cama, manifestando que se sentía agotada. Y en una ocasión durante una discusión con su jefe directo tuvo un desmayo y a partir de este día no se pudo recuperar, psicológicamente se afectó, hasta el día de hoy, si no estoy mal, sigue en el Hospital Psiquiátrico de Cali”.
Cómo sería la recarga laboral de esta auxiliar, añade su compañero, que el trabajo que ella realizaba sola hoy lo hacen tres empleados.
Causas y consecuencias
El pasado lunes se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, conmemoración que para muchas entidades se extiende a una semana y para otras hasta todo el mes de octubre. Sean 1, 7 o 30 días, lo más importante es que lo que se busca con esta rememoración es concientizarnos sobre la importancia de prevenir los riesgos que pueden afectar nuestro bienestar emocional, el cual influye en los otros aspectos de la vida.
Uno de los frentes que se hace necesario visualizar son las afectaciones a la salud mental de los trabajadores de Colombia.
De acuerdo con Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, en la Segunda Encuesta Nacional sobre Condiciones de Seguridad y Salud en el Trabajo, 2013, los reportes de ARL y EPS pusieron en evidencia que entre 2009 y 2012 se presentó un incremento del 43 % en los eventos de salud derivados de la ansiedad y la depresión, ubicándose en el tercer lugar de los eventos más reportados, después de las afectaciones músculo-esqueléticas y auditivas.
Y en este sentido, añade la funcionaria, se destacó que gran parte de los problemas osteomusculares o accidentes de trabajo se derivan de afectaciones en la salud mental. Además, que el estrés laboral no es un diagnóstico en sí mismo, sino una consecuencia que genera la presencia de trastornos mentales, cardiovasculares, gastrointestinales, entre otros.
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Precisamente, Colombia se ubica en los primeros lugares de la lista de países cuya población laboral sufre de estrés, según la firma de consultoría Mercer-Marsh. “El porcentaje de empleados por región que dijeron sentirse “extremadamente o algo estresados a diario” fue a nivel global del 50 %; en Latinoamérica, el 56 %, y en nuestro país el 57 %, reveló.
Son muchísimas las causas que pueden provocar no solo estrés laboral sino enfermedades mentales producidas por situaciones que se viven con frecuencia en el lugar de trabajo.
Según información suministrada por la empresa Tata Consultancy Services, TCS, algunas de las causas son: tener horario de entrada pero no de salida en la jornada laboral, presión para atender correos y llamadas en cualquier momento, incluso, en los tiempos de descanso, ser un trabajador multitareas, presionado por abarcar distintas áreas, el ‘burnout’ digital o uso excesivo de herramientas digitales, la saturación de trabajo y no pedir apoyo, miedo a perder el empleo y acoso dentro de la organización.
Hay ciertas señales que le pueden indicar a las compañías si algunos de sus empleados tienen algún tipo de afectación mental, comenta la especialista en Psicología de la Salud Ocupacional Érica Molano: “El incremento de la accidentalidad o de enfermedades laborales genera una alerta en las organizaciones, las incapacidades recurrentes con diagnóstico de orden mental, los cambios en los estados de ánimo sin motivos aparentes, en absentismo (ausencia o abandono del puesto de trabajo y a los deberes aparejados al mismo). También, la baja productividad, la rotación de personal, el rompimiento de vínculos, las ‘islas’ creadas en las empresas fomentando la imposibilidad de trabajar de manera saludable”.
Si no se aborda el estrés laboral oportunamente, las organizaciones asumirán su costo, por el valor que conlleva la rotación de personal, la desconexión y el ausentimo, ya que la productividad depende de las habilidades de gestión del tiempo de los empleados y de su capacidad para concentrarse en sus tareas, advierte Ana María Herazo directora de Talengo, firma global de caza talentos y consultoría.
“Desafortunadamente, los colaboradores con estrés laboral no pueden cumplir con los plazos y utilizar su creatividad. Además, esa afectación puede desencadenar otros problemas de salud que inciden en la productividad laboral, incluyendo el agotamiento, la ansiedad, la depresión y los conflictos”, concluye la directora de Talengo.
"Las actividades del día deberían estar distribuidas así: 8 horas para tareas laborales, 8 horas para el ocio u otra actividad y 8 horas para el sueño" Ana Milena Isaza Narváez, psiquiatra.
Cumplimiento de normas, a paso lento
Desde la normatividad estatal se adoptan diversos lineamientos, la política nacional de salud y disposiciones de promoción y fomento de la salud mental, la prevención de enfermedades y su respectivo control y tratamiento, destaca la magíster en Psicología Érica Molano Bolaños, no obstante, agrega la experta, las EPS tienen un gran reto en cuanto al acceso, servicio y cobertura, su modelo de atención ha sido de atención masiva desde las crisis presentadas, “quedándose corta en los tratamientos de los diagnósticos de las enfermedades mentales ya mencionadas”.
Agrega Molano que, aunque se les asigna una prioridad alta a los programas de atención y prevención, a la evaluación del riesgo psicosocial y a la promoción de la salud mental en las organizaciones, “todo ha sido progresivo y en algunos casos lento, vamos abriendo el camino con cada acción... además, la Superintendencia Nacional de Salud vigila periódicamente, pero siempre falta mucho para controlar el efecto negativo sobre la calidad de vida y la capacidad funcional en el trabajo”, opina la especialista caleña.
Según Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, desde hace varios años, vienen trabajando de manera articulada con el Ministerio de Trabajo y con las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL) para fortalecer los vínculos y generar sinergias en relación con la implementación de estrategias para el cuidado de la salud mental en el entorno laboral. Principalmente relacionadas con la promoción de la salud mental, la sana convivencia y los estilos de vida saludables en el trabajo.
En términos de prevención, agrega la funcionaria, el Ministerio de Trabajo cuenta con una normatividad que obliga a los empleadores, con el apoyo de las ARL, la aplicación de la ‘Batería de evaluación de riesgos psicosociales’ en el ámbito laboral y de los protocolos para la intervención a los riesgos identificados en los trabajadores (Resolución 2404 de 2019).
Asimismo, hemos venido trabajando con algunas ARL en procesos de fortalecimiento de capacidades para la implementación de estrategias que permitan fortalecer los procesos de identificación temprana y abordaje inicial de riesgos en salud mental, así como el conocimiento del sistema de seguridad social en salud y sus rutas de atención para facilitar los procesos de canalización y acceso efectivo a los servicios de salud mental cuando se requiera.
También, complementa Bautista, es importante que las ARL y los empleadores, a través de sus equipos responsables de la seguridad y salud en el trabajo, se fortalezcan para apoyar eficientemente a los trabajadores con afectaciones en su salud mental, incluyendo a quienes hayan tenido alguna incapacidad relacionada, para que se realicen los ajustes razonables que les permitan continuar desarrollándose laboralmente.
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“De manera general se recomienda a los empleadores y ARL implementar intervenciones para el manejo del estrés, la prevención del ‘síndrome de burnout’ o ‘síndrome del trabajador quemado’, entre otras, para el cuidado de la salud mental, como las pausas activas, alimentación saludable, los horarios laborales que permitan el descanso, la interacción y el apoyo entre pares. Y promover estrategias para la prevención del consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias psicoactivas”.
Todo esto de manera participativa y concertada con los trabajadores para que se conviertan en programas institucionales a los cuales puedan acceder todas y todos los que trabajan en la empresa, aunque su vinculación sea por contratos de prestación de servicios de corta duración, explica la funcionaria del Ministerio de Salud.
Las personas con bienestar mental tienen mejores habilidades de memoria y de pensamiento, reportó una encuesta de Salud Cerebral y Bienestar Mental de la AARP en 2018.
Consejos
- Fortalecer las capacidades de los directivos, coordinadores y otros, para el ejercicio de liderazgos que promuevan un entorno laboral física y mentalmente saludable.
- El jefe debe hablar de manera directa y clara sobre las metas y expectativas que tiene con sus colaboradores. Y tener definidas las funciones de cada quien para que cada uno entienda el rol que ejerce.
- De acuerdo con Hays, consultores especializados en selección de talento para gerencias altas y medias, es importante revisar cómo se mide el éxito y la evaluación de los candidatos para una promoción. También, elogiar abierta y públicamente a los miembros productivos y comprometidos del equipo de trabajo sin incentivar conductas perjudiciales.
- Los líderes pueden permitir que sus equipos establezcan sus propios límites. Por ejemplo, comprender que no se puede medir al colaborador por la cantidad de horas trabajadas sino por la calidad del trabajo producido.
- Los líderes deben animar a los miembros de su equipo a que utilicen su tiempo de descanso. Fomentar los descansos regulares y desalentarlos a comer el almuerzo frente a los computadores.
- No permitir que los hábitos del adicto al trabajo se extienda al resto del equipo. El adicto se identifica por ser la primera persona en llegar a la oficina y la última en irse de manera regular, trabajar continuamente los fines de semana, nunca utilizar el derecho completo de vacaciones y revisar compulsivamente los correos electrónicos del trabajo fuera de las horas laborales.
- Ejercitarse de manera regular. De acuerdo con información de Bodytech Colombia, esto impacta positivamente en el estado de ánimo del trabajador, su autoestima, en la toma de decisiones acertadas, la memoria y la concentración.
- Con la actividad física también el cuerpo libera endorfinas que reducen los niveles de cortisol (hormona del estrés) y disminuyen los niveles de ansiedad, contribuyendo a una mejor solución de los problema y a la concentración.
- Implementar pautas activas en la jornada laboral (de 5 a 10 minutos) para evitar las llamadas lesiones microtramaumáticas que se dan, generalmente, por movimientos repetitivos.
- Al hablar por teléfono hágalo de pie, con desplazamientos en la misma oficina.
- Evite usar el chat y camine hacia el puesto de trabajo de quien necesite.
- En reuniones largas trate de levantarse periódicamente.
Empresas crean estrategias para ayudar más
En Colombia cada día hay más empresas preocupadas por la salud mental de sus colaboradores, por eso llevan a cabo diferentes iniciativas para cumplir con este propósito que no solo beneficia a los trabajadores sino a la productividad y al clima laboral de las organizaciones.
En la capital del Valle, Comfandi, una empresa certificada como una Organización Saludable, por ejemplo, cuenta con el programa de acompañamiento psicológico ‘Estamos contigo’, que, de acuerdo con Martha Elvira García, directora de Gestión Humana, aporta positivamente a la salud mental de todos los colaboradores a través de seis ejes de acción: “apoyo psicológico, apoyo económico a través de nuestro Voluntariado Corporativo Comfandi, préstamos por calamidad para abarrotes o medicamentos, calamidad doméstica, licencia de calamidad ampliada para la atención de enfermedades catastróficas de hijos y acompañamiento en los momentos de pérdidas de sus seres queridos; generando de esta manera espacios que brindan apoyo a todos nuestros colaboradores, ayudándolos a afrontar acontecimientos que afectan la cotidianidad”.
La multinacional británica Diageo, distribuidora de licores que está presente en 180 países, entre ellos Colombia, donde tiene 459 empleados aproximadamente, no solo cuenta con un canal las 24 horas del día los 7 días de la semana para brindar atención a sus empleados si se les presenta cualquier tipo problema: de salud, legal, accidente, etc. “Allí también hay psicólogos a su disposición 24/7 para buscar la primera ayuda, es una herramienta a las que todos pueden llamar”, comenta la brasileña Natalia Stevanato, directora de Recursos Humanos de la compañía en Colombia.
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Además de flexibilidad de horarios y ayudar económicamente a sus colaboradores para actividades deportivas o de esparcimiento que deseen realizar (gimnasio, ir a conciertos, al cine, pintar, etc) la compañía anunció el lanzamiento de dos políticas para el bienestar de sus colaboradores: extensión de licencias en caso de pérdida de un embarazo o por luto o duelo.
Así, en situaciones de pérdida antes de las 24 semanas de embarazo la persona embarazada y su pareja tienen disponibilidad de diez días laborales, que en el caso de la primera, serían adicionales a los días de incapacidad otorgada.
En casos de pérdida de embarazo después de las 24 semanas la persona embarazada puede acceder hasta a 26 semanas de ausencia remunerada, incluida la capacidad otorgada y su pareja puede acceder a diez días laborales.
“Además, ampliamos las licencias para cuando se le muere al empleado una persona querida: papá, mamá, hijos, hermanos, abuelos o inlcuso, un amigo, una licencia extendida, más de lo que la ley permite... Y no hay mucha burocracia. Se avisa al jefe y ya, tiene su licencia”, comenta Natalia Stevanato, quien considera que todas estas iniciativas se llevan a cabo considerando que el empleado tiene que estar al ciento por ciento para hacer bien su trabajo.
Citas psicológicas
o psiquiátricas de 15 o 20 minutos en
las IPS no son de gran ayuda para los trabajadores que padecen algún problema
de salud mental, dicen especialistas.
Entre tanto, cuenta Ximena Jofré, directora de Recursos Humanos para Latinoamérica en TCS, que a través de “nuestro programa TCS Cares, hemos creado espacios para educar, dialogar y reconocer posibles problemáticas en nuestros equipos que nos permitan brindar atención psicológica primaria, para cuidar de su bienestar y el de sus familias”.
Cuidar de la salud mental de la comunidad laboral es una prioridad para muchos. Tanto, que dos emprendedores colombianos crearon la plataforma Intus con la cual buscan enfrentar los problemas de bienestar emocional en entornos laborales.
A través de esta app, que cuenta con más de 190 contenidos y más de 23 expertos, los empleados y sus familias pueden aprender rutinas de yoga, claves para meditar, recetas con súper alimentos, técnicas de biodanza o herramientas para cultivar su amor propio y vivir en plenitud.
El síndrome de ‘bornout’ hace referencia a la cronificación del estrés laboral. Este se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y mental que se prolonga en el tiempo y llega a alterar la personalidad y autoestima del trabajador.