Belleza
Trucos de maquillaje para lucir más joven y fresca
Lucir más joven con maquillaje no se trata de aplicar una gran cantidad de productos, sino de usar las técnicas y productos adecuados.
En el mundo del maquillaje, la habilidad de transformar la apariencia de una persona es asombrosa. No solo se trata de resaltar la belleza natural, sino también de usar técnicas estratégicas para rejuvenecer el rostro.
Uno de los pasos más cruciales para lograr un maquillaje rejuvenecedor es preparar adecuadamente la piel. Antes de aplicar cualquier producto de maquillaje, es fundamental seguir una rutina de cuidado de la piel que incluya limpieza, hidratación y protección solar. La piel bien hidratada no solo luce más saludable, sino que también ayuda a que el maquillaje se aplique de manera más uniforme y dure más tiempo.
El primer paso es la limpieza, que debe realizarse tanto en la mañana como en la noche para eliminar impurezas y restos de maquillaje. A continuación, la hidratación es clave. Una crema hidratante adecuada para el tipo de piel de cada persona proporcionará la base perfecta para el maquillaje.
Además, es esencial no olvidar el contorno de ojos, ya que esta área tiende a mostrar signos de envejecimiento más rápidamente. Finalmente, el uso de un protector solar diario evitará daños futuros causados por los rayos UV, que contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel.
Técnicas de aplicación que marcan la diferencia
Una vez que la piel está bien preparada, el siguiente paso es aplicar el maquillaje utilizando técnicas que ayuden a crear una apariencia más joven. La base de maquillaje debe ser ligera y luminosa. Las bases pesadas y mate pueden asentarse en las líneas finas y arrugas, haciendo que estas se noten más. Optar por una base de cobertura media, que permita que la piel respire y luzca radiante, es la mejor opción.
El corrector también juega un papel importante. Aplicar un corrector ligeramente más claro que el tono de la piel en las áreas oscuras, como debajo de los ojos, puede iluminar la mirada. Es importante difuminar bien para evitar que el producto se acumule en las líneas de expresión. Usar productos en crema para el rubor y el iluminador puede proporcionar un aspecto más natural y juvenil, ya que se mezclan mejor con la piel en comparación con los productos en polvo.
Para los ojos, es recomendable evitar los colores oscuros y mates, que pueden endurecer la mirada. En su lugar, los tonos neutros y brillantes abren los ojos y los hacen parecer más grandes y despiertos. Las cejas también son fundamentales; mantenerlas bien definidas y rellenas puede enmarcar el rostro y darle un aspecto más juvenil.
Finalmente, prestar atención a los detalles puede hacer una gran diferencia en la apariencia general. Un labial en tonos claros o neutros puede rejuvenecer el rostro, mientras que los colores oscuros tienden a endurecer las facciones. El brillo labial o los labiales hidratantes son excelentes opciones para dar un toque fresco y juvenil.
Otro truco sencillo pero efectivo es usar un iluminador en puntos estratégicos del rostro, como el arco de las cejas, el puente de la nariz y el pómulo superior. Esto no solo aporta luminosidad, sino que también ayuda a resaltar las características faciales de manera sutil y natural.
El uso de fijadores de maquillaje también puede ser beneficioso para mantener el look fresco durante todo el día. Estos productos ayudan a que el maquillaje se mantenga en su lugar y evitan que se desvanezca o se deslice, lo que puede ser especialmente útil en climas cálidos o húmedos.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.
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