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La música le ha ayudado a Andrés a liberar toda la rabia que traía acumulada en horas de viajes desde Venezuela. Ahora él y su amigo entonan canciones como, “Palo mayimbe me llevan pa la loma, me llevan pa la loma, me llevan pa la loma... | Foto: José L. Guzmán / El País

EDUCACIÓN

1095 niños venezolanos ya estudian en escuelas de Cali

Una mirada a los esfuerzos de la ciudad para enfrentar la crisis de los migrantes.

11 de noviembre de 2018 Por: Ana María Ramírez Gómez,<br> Especial para El País

En una casa hogar del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf, donde los menores de 0 a 5 años reciben su primera educación, se encuentra Andrés (*), un niño venezolano de cinco años que llegó en enero a Colombia con su papá en un camión proveniente de San Pedro, en el estado Zulia. Hoy, él hace parte de los 1095 menores de edad venezolanos que tratan de adaptarse al sistema educativo de la ciudad.

Andrés llegó en enero a Cali, al barrio Los Lagos, a la casa comunitaria de Lina, quien notó que el niño tenía una furia que contenía en su ser.

“Él trajo consigo esa rabia, que tienen los niños que han vivido la violencia y la multiplica. ‘Hijue... Maduro’, gritaba el pequeño, mientras golpeaba la puerta para tumbarla. También le pegaba a sus compañeros o les tiraba los juguetes”, cuenta Lina.

Según la subdirectora general del Icbf, María Mercedes Liévano, se está realizado un gran esfuerzo en el país para garantizar la atención a los niños, niñas y adolescentes venezolanos que se encuentran en Colombia “y somos conscientes de los retos que tenemos como país para mitigar los efectos negativos de la migración en los menores de edad venezolanos”.

A pesar de que Andrés no cuenta con los papeles necesarios para estar en el país, Migración Colombia, en la circular 16 del 10 de abril del 2018, afirma este debe ser acogido en los hogares comunitarios del Icbf. De esta manera, sus documentos pasan a un segundo plano.

“Es un deber de todos los centros educativos del país facilitar el proceso de matrícula de menores de edad extranjeros, a los cuales se les otorga un número para que sean registrados en el Sistema de Reporte de Extranjeros, Sire, durante los primeros 30 días de vinculación a la institución y así incorporarse al sistema educativo colombiano”, explica Jenny Cediel, encargada del Área de Gestión de la Matrícula Educativa Municipal.

El proceso anterior lo ejecuta la Secretaría de Educación, que permite que los niños, niñas y jóvenes venezolanos que se encuentren en edad escolar y requieran el acceso al sistema educativo puedan acceder a él por medio del PEP (Permiso Especial de Permanencia) emitido por Migración Colombia.

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Si el estudiante cuenta con una situación migratoria legal deberá registrarse con la cédula de extranjería; y si el estudiante no cuenta con ninguna de las anteriores será registrado con el NES (número especial de Secretaría) lo que garantiza el acceso al sistema educativo.

Realizar este reporte no implica la regularización del niño o adolescente extranjero en el país, su situación migratoria sigue siendo ilegal, solo se le reconoce el derecho fundamental a la educación.

A pesar de la agresividad con la que llegó Andrés, hoy es un niño que se integra a sus otros 12 compañeros, en especial con su amigo Juan José, un menor proveniente de la Costa Pacífica con el que tocan las guitarras de juguete, entonando los cantos de grupos como ‘Palo Mayimbe’.

“Palo mayimbe me llevan pa la loma, me llevan pa la loma, me llevan pa la loma, cuando pequeño jugaba en el arrullo, cuando pequeño jugaba en el arrullo”.

“Ellos tienen oído para la música, ya que mi mamá viene y les canta con la marimba y el guasá. La música ayuda a sanar todas las heridas del alma”, dice Lina, profesora de la casa comunitaria del barrio Los Lagos.

Las cifras en Cali

Según la Secretaría de Educación de Cali, las comunas con mayor concentración de niños y niñas de origen venezolanos son la 6, 10, 14 y 16, donde hay presencia del Equipo de Atención a Poblaciones Vulnerables que se encargan de la supervisión de los menores y jóvenes que se vinculan al sistema educativo.

Otro caso de la vinculación de niños al sistema educativo colombiano es el de Daniel (*), el hijo de Sandra, una venezolana que se dedica a vender empanadas en el barrio La Floresta.

“Daniel y mi mamá viajaron solos durante 36 horas desde Maracaibo hasta Cali, cuando cerraron la frontera les tocó pasar por medio de la trocha, mi mamá es una señora ya de edad. Acá en Cali nos han recibido muy bien, en especial a Daniel, la profesora y sus compañeros de escuela lo han hecho parte del ambiente, aunque a veces extrañe a Venezuela, a nuestra casa, los amigos y juguetes que le tocó dejar allá, ahora es un niño feliz”, añade Sandra.

Por su parte, el secretario de Salud de Cali, Nelson Sinisterra Cifuentes, señala que “a través de las Empresas Sociales del Estado, ESE, la secretaría garantiza el 100 % del acceso a los servicios de salud para toda la población venezolana, hasta ahora no hemos tenido problemas referente a eso y han accedido. También tienen derecho a medicamentos, controles de crecimiento de desarrollo y vacunación gratuita, lo que ha evitado brotes de sarampión”.

(*) Nombres cambiados.

Cifras educativas

Icbf atiende a 55.544 menores de edad y a 2848 mujeres gestantes provenientes de Venezuela, con los programas de Primera Infancia, Niñez y Adolescencia, Familias y Nutrición.

Las Comuna 6, 10, 14 y 16 son donde hay mayor concentración de niños venezolanos, lo que ha obligado a la Secretaría de Educación con el Equipo de Atención a Poblaciones Vulnerables a tener una mejor cobertura y procesos de adaptación.

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