Cali
A piedra quebraron el vidrio de un bus del MIO; un pasajero quedó con la cara cortada
Varias personas terminaron heridos debido a las esquirlas de vidrio.
Un lamentable incidente de inseguridad ocurrió esta mañana en la ciudad de Cali, específicamente en la Estación Cien Palos del sistema de transporte masivo MIO. Según testigos presenciales, alrededor de las 5:48 AM, un usuario del alimentador ruta P52D fue víctima de una agresión con piedra que dejó como resultado heridas en su rostro.
De acuerdo con los informes, un joven que se encontraba en el vehículo junto a su madre, fue alcanzado por una piedra de gran tamaño que impactó la ventanilla derecha del vehículo. La fuerza del impacto provocó que el vidrio se rompiera, y las esquirlas resultantes afectaron a varios usuarios que se encontraban cerca.
El joven herido sufrió lesiones en la cara, especialmente en la nariz, y tuvo que trasladarse a un centro asistencial para ser atendido por personal médico en el lugar. La situación generó preocupación e indignación entre los presentes, quienes manifestaron su descontento por la inseguridad que se vive en algunas zonas de la ciudad.
Por el momento, las autoridades competentes no se han pronunciado frente a este terrible caso. Los usuarios del MIO y la comunidad en general esperan que se tomen las medidas necesarias para evitar que este tipo de incidentes vuelvan a ocurrir.
Polémica por el convenio de seguridad del MÍO
El convenio de seguridad para el sistema de transporte masivo MÍO, firmado recientemente entre Metrocali, la Alcaldía y la Policía Metropolitana, ha generado fuertes críticas por parte de algunos ciudadanos y concejales de la ciudad de Cali. El descontento se centra en el gasto millonario en compras que algunos consideran innecesarias para el propósito principal del convenio, que es cuidar las estaciones del sistema.
De acuerdo con los informes, se destinarán cerca de $400 millones para adquirir 21 computadores de escritorio, cada uno con un valor de $14 millones, así como igual número de licencias de Office, a $1,5 millones cada una. Además, se ha destinado un monto superior a los $67 millones para la compra de un sistema de sonido.
Los cuestionamientos por parte de los ciudadanos y voceros del MÍO se enfocan en la falta de claridad sobre la utilidad de estos elementos en un convenio de seguridad para el transporte público. Mauricio Venté, vocero de los usuarios del MÍO, expresó su desconcierto y afirmó que lo más importante es el refuerzo del pie de fuerza en las estaciones para garantizar la seguridad de los usuarios.
La concejala Ana Erazo respaldó las críticas y señaló que las compras no abordan el problema de fondo, que es la seguridad del sistema. Comparó la inversión realizada en otras ciudades como Bogotá, donde se destinaron recursos a implementos de vigilancia en tiempo real, y cuestionó la falta de cámaras y elementos de tecnología avanzada en las estaciones del MÍO.
“Mientras en Bogotá el año pasado se invirtieron $ 1500 millones en 100 cámaras unipersonales para controlar en tiempo real lo que sucede en las estaciones, acá en Cali vamos a comprar computadores de escritorio, licencias de Office, chalecos antibalas y demás elementos que la Policía Metropolitana de Cali ya debería tener a disposición”, aseveró Erazo.
El monto destinado para la compra de chalecos antibalas también fue objeto de crítica, dado que la cantidad de uniformados custodiando las estaciones es menor al número de chalecos adquiridos.
La concejala expresó su preocupación de que estos recursos no se estén invirtiendo en implementos de vigilancia que beneficien a la ciudad a largo plazo, sino en compras que podrían ser innecesarias o que ya deberían estar disponibles para la Policía Metropolitana.
Los consultores en seguridad ciudadana ofrecieron diferentes puntos de vista. Juan Camilo Cock destacó que si los elementos adquiridos se utilizan para el propósito del convenio, podrían ser necesarios para el registro de información y otras necesidades administrativas. Por otro lado, Alberto Sánchez mencionó que solo le generaba dudas el objetivo detrás de la compra del sistema de sonido.
“En Bogotá fue igual, una parte del dinero del convenio de Transmilenio con la Policía de Bogotá y con el Fondo Rotatorio (de la Policía) va direccionada a invertir en mobiliario de oficina, ¿para qué? Para que los uniformados que tienen que adelantar los trabajos de papeleo, planeación del servicio, etc., tengan las condiciones para trabajar. Lo que muestra la concejal es que desconoce lo que hay detrás de cualquier trabajo policial en Colombia”, detalló Sánchez.
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