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Los motociclistas han buscado crear nuevos senderos y pistas para practicar, en detrimento de la naturaleza.
Los motociclistas han buscado crear nuevos senderos y pistas para practicar, en detrimento de la naturaleza. | Foto: Foto: Habitantes del sector

Cali

Actividades de motocross le están quitando vida a los cerros de Cali; esto dijeron las comunidades

En nombre de más de 4000 familias, habitantes de la ruralidad denunciaron prácticas irregulares que están afectando la fauna y flora.

28 de noviembre de 2023 Por: Redacción El País

Por Gerson David Hincapié, periodista de Cali

Un fuerte clamor llegó desde algunas comunidades rurales de Cali, las cuales denunciaron que, desde hace un tiempo, varios grupos de personas se tomaron los cerros de la ciudad para practicar motocross, en detrimento de la naturaleza y de los residentes aledaños.

Las declaraciones obtenidas por El País indican que hay dos sectores predilectos en los que estos grupos ya están asentados: en las faldas del cerro de las Tres Cruces, detrás del centro comercial Chipichape, y en la zona conocida como El Faro, en los límites entre los corregimientos de Los Andes y Villacarmelo.

Los denunciantes aseguraron que, en ocasiones, han confrontado a los motociclistas, indicándoles los perjuicios que provocan, pero estos suelen responder de forma agresiva, lo que los llevó a contar lo que está sucediendo, pero reservando sus identidades por miedo a alguna represalia.

Ya han instalado carpas clandestinas, e incluso estarían creando un emprendimiento para enseñar motocross utilizando los cerros.
Ya han instalado carpas clandestinas, e incluso estarían creando un emprendimiento para enseñar motocross utilizando los cerros. | Foto: Foto: Habitantes del sector

“Exactamente desde ese fuerte incendio que hubo en los cerros (el pasado 21 de septiembre), a los pocos días fueron instaladas unas carpas de colores en una de las vías alternas, y se hizo una demarcación acondicionando una ruta de motocross (ver infografía)”, detalló un habitante del sector conocido como las ‘Tres Tetas’, cerca a Tres Cruces.

Los motociclistas suben a practicar su actividad los fines de semana y los festivos, mientras lo que inició siendo una práctica de algunos pocos ha ido tomando fuerza. Alrededor de diez jóvenes han sido avistados al tiempo por la comunidad en cada punto.

“El uso de las motocicletas ha generado unas demarcaciones que están afectado el ecosistema y agrietando de manera preocupante el cerro. En tiempo de precipitaciones, por las grietas dejadas por el paso de las motocicletas, se generan canales de lluvia que bajan con sedimentación a las vías principales”, añadió el ciudadano.

En el otro punto de Cali, sobre los cerros del suroeste, un residente del sector de El Faro reveló que estos individuos tienen toda la indumentaria como si de deportistas profesionales se tratara, con las rodilleras y coderas, las camisetas y pantalones de poliéster, botas, guantes y el casco. Solo se les ven los ojos.

Comentó que pese a que ha intentado reflexionar con ellos cada que pasa por ahí para que dejen de generar esos impactos, hasta el momento no ha tenido mucho éxito.

“Me dicen –quitate, vos acaso sos el dueño de esto, abrite–, y con bastante agresividad con la moto, la hacen sonar muy fuerte... una vez casi cogen a uno de mis perros, se salvó de milagro. En otra ocasión, uno fue muy agresivo, prácticamente me dijo –guevón, quite de ahí–; en ese mismo grupo pasaron cinco (motociclistas) y el último sí frenó, paró y apagó la moto, me escuchó”, contó el residente de El Faro.

Esa ha sido la única vez que ha sentido cierta buena receptividad, pero aún sigue la práctica del motocross, por lo que buscó ayuda de la entidad que ejerce la autoridad allí, que es Parques Nacionales Naturales de Colombia, ya que ese sector hace parte del Parque Nacional Farallones de Cali.

Sector Bataclán. En las imágenes se ve la ubicación de las carpas, así como de los motociclistas y los impactos que sus caminos dejan sobre el cerro.
Sector Bataclán. En las imágenes se ve la ubicación de las carpas, así como de los motociclistas y los impactos que sus caminos dejan sobre el cerro. | Foto: Infografía: El País

“Yo los he contactado a través de la página web, he puesto las denuncias, pero hasta ahora no ha habido una respuesta clara y contundente. A veces se pelotean las responsabilidades, entonces Parques Nacionales dice que eso le corresponde al Tránsito, y Tránsito dice que ellos no tienen competencia, entonces que eso le corresponde a la Policía, y bueno, eso se convierte como en un partido de softbol”, ejemplificó.

Lo cierto es que, mientras no se obtiene una respuesta efectiva a la situación, el deterioro ambiental se sigue acrecentando.

Mónica Londoño, coordinadora del Grupo de Conservación de Ecosistemas del Dagma, explicó que estos espacios hacen parte del programa de conservación y protección, pero para establecer los caminos y senderos por los que pasan las motocicletas, muchos individuos ignoran esa condición y deforestan todo a su paso.

Esto tiene mayores implicaciones cuando llueve, continuó, ya que todo el material que ha sido talado y dañado es arrastrado hasta los cuerpos de agua, causando represamientos y también contaminando esas fuentes hídricas.

Peor aun, añadió la funcionaria, es cuando los motociclistas dejan manchas de aceite y gasolina a su paso, ya que esto sigue el mismo proceso, contaminando el agua y dañando la flora en los puntos de la fuga.

Desde el Dagma aseveraron que ellos solo pueden realizar pedagogía y sensibilización a los motocrosistas a través de su equipo de guardabosques, pero que la intervención que permita la interrupción de esta actividad, por lo menos en sectores como el que está detrás de Chipichape, está en manos de la Policía y la Secretaría de Movilidad, a quienes ya han hecho solicitudes para una acción pronta.

Así se encuentra una de las bajadas usadas por los motocrosistas, la cual ya está totalmente impactada por el paso de las motos.
Así se encuentra una de las bajadas usadas por los motocrosistas, la cual ya está totalmente impactada por el paso de las motos. | Foto: Foto: Habitantes del sector

Al consultar con el organismo de Movilidad, sostuvieron que constantemente se realizan operativos de control en el perímetro urbano de la ciudad y que iban a averiguar sobre el proceso frente a los motocrosistas. Este medio sigue a la espera de esa información.

Mientras tanto, el residente de El Faro contó que ya hay unos letreros en la zona que presuntamente serían de los grupos que realizan minería ilegal, en los que les manifiestan a los motocrocistas que no son bienvenidos. “No sé si los pusieron para asustarlos a ellos o qué, porque muchos miembros de la comunidad ya también se asustaron”, concluyó.

Más de 4000 familias afectadas

La Presidenta de la Junta de Aguas de la vereda El Faro, quien pidió la reserva de su nombre al asegurar que ya están “fichados” por las denuncias, explicó que, hace un tiempo, la Secretaría de Salud de Cali les hizo una conducción de agua, tipo tubería, desde un nacimiento de este líquido llamado La Cristalina.

De esa captación de agua reciben el preciado líquido más de 4000 familias de cinco veredas distintas, entre ellas El Mameyal, Cristo Rey, la conocida zona de las pizzerías, etc.

Sin embargo, el paso de las motos a las velocidades y fuerzas a las que lo hacen les ha ido rompiendo las tuberías, perjudicando el suministro de agua para muchas personas, teniendo en cuenta que ellos aún no cuentan con acueducto propiamente establecido, como ocurre en el casco urbano.

“Están abriendo brechas, tumban árboles, contaminan el ambiente, perjudican a los animales, entonces esto ya se volvió, específicamente en la zona de Parques Nacionales, algo sin control”, explicó la Presidenta de la Junta de Aguas.

La otra zona afectada está en el interior del vasto parque de Los Farallones de Cali. Foto: Parques Nacionales Naturales. | Foto: Parques Nacionales Naturales.

En la explicación del recorrido que realizan los motociclistas, indicó que ellos entran por el corregimiento de Villacarmelo, atraviesan toda la zona de los Farallones y terminan en la Virgen de Yanaconas, luego bajan por San José, Comfenalco y terminan por el sector del Zoológico; “ya han hecho muchas rutas, de las cuales no hay un control específico”, añadió.

Asimismo, si bien reconoció que a los funcionarios de Parques Nacionales, autoridad encargada, les queda muy difícil hacer el control porque no están armados y no pueden hacer frente de manera firme, también sostuvo que podrían ser coadyuvados por otras entidades, como la Administración caleña y las autoridades del orden. “Instituciones como el ejército, que le corresponde a esa zona, puede hacer acompañamiento y apoyo, pero no lo hacen”, lamentó.

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