Cali
Andrés Felipe Vázquez, el caleño que brilla en uno de los centros de investigación más importantes de Alemania
Admite que en el colegio no fue el número uno pero su alto puntaje en el Icfes
A los 41 años Andrés Felipe Vázquez conoce muy bien el mundo de la educación, no solo por su extensa formación que lo ha llevado a tener dos maestrías un doctorado y un postdoctorado sino también porque ha sido maestro en colegios públicos y privados de la capital del Valle así como en las mejores universidades del país.
Oriundo del barrio Villa Colombia y bachiller del colegio San Francisco de Asís este biólogo caleño de la Universidad del Valle ha tenido una carrera que lo ha llevado, a pesar de su juventud, a trabajar en uno de los institutos de investigación más importantes del mundo como lo es el instituto Leibniz en Alemania donde se desempeña como investigador pos doctoral. Es un experto en biología y química computacional.
Admite que en el colegio no fue el número uno pero su alto puntaje en el ICFES le abrió las puertas de la Universidad del Valle a donde llegó movido por la gran curiosidad que siempre sintió por la naturaleza y cómo se puede ayudar con ese conocimiento.
Está en Cali gracias a la cancillería y a su programa Colombia Nos Une, que en Alianza con la Agencia de Cooperación Alemana GIZ, trajo a la COP16 talentos colombianos que actualmente se desempeñan en todo tipo de disciplinas sociales y científicas en institutos de renombre mundial en el exterior, a través de ese programa se pretende traer ese conocimiento de vuelta al país y establecer alianzas con esas instituciones que reúnen a lo mejor de la ciencia en el planeta.
Con su experiencia como educador y siendo un experto en investigación ¿estamos aprovechando el inmenso potencial que tenemos para investigar nuestra biodiversidad?
Hay ejercicios muy bonitos de parte de las comunidades en materia de conservación y creo que los gobiernos han hecho esfuerzos importantes para plantear una discusión seria sobre el tema pero hace falta mas articulación entre academia, gobierno, industria y la sociedad en general y trabajar muchísimo en innovación que es la que nos va a permitir llegar a los mercados y traer resultados a corto plazo para todos.
¿Cómo podemos trabajar desde la escuela para fomentar la investigación?
Eso es difícil de responder porque pasa por muchas escalas. Hace falta invertir mucho más en infraestructura, en capacidades humanas y en la forma en la que se distribuyen los presupuestos para la ciencia y la investigación. En Alemania la distribución de esos recursos está orientada hacia las personas, hacia las bases científicas que proponen los proyectos y no tanto hacia las instituciones.
Los países en vías de desarrollo ¿Cómo podemos lograr un equilibrio entre desarrollo y conservación?
Creo que el balance entre conservación y desarrollo pasa por una estrategia que llamo “hélice quíntuple” y que incluye comunidades indígenas, comunidades campesinas, la industria, la academia y el gobierno; si todas esas partes no están bien conectadas va a ser muy difícil de cerrar el circuito. En términos de conservación y desarrollo va a jugar un papel crítico la conexión entre los equipos científicos y los gobiernos para determinar los presupuestos y su ejecución oportuna y ágil para saber qué usamos, cómo cuándo, dónde y por qué y orientar ese esfuerzo hacia los mercados que son los que dictan el crecimiento y el desarrollo económico”.
Cuéntenos de su trabajo actual en Alemania ¿qué está investigando?
El Instituto Leibniz de bioquímica de plantas trabaja en el sector agrícola y venimos investigando sobre microgeles para disminuir el uso de pesticidas y también sobre moléculas que permitan disminuir los efectos de las sequías, reducir drásticamente el número de cosechas que se pierden y mejorar la calidad del producto; estas investigaciones se hacen de la mano de los gobiernos y de las industrias agrícolas nutracéuticas y farmacológicas que son los que finalmente van a desarrollar los procesos y los productos tangibles, manufacturables y vendibles que hacen parte de la cadena de valores en países como Alemania.
¿Y cómo hacemos para traer todo eso a Colombia y que las grandes empresas y países desarrollados le paguen al país y a sus comunidades por el uso de los códigos genéticos de las plantas y animales y por el conocimiento que han desarrollado las comunidades indígenas sobre esto?
Aquí hay que tener en cuenta tres esferas: ¿Qué se puede hacer en términos de impacto científico, social e industrial? Mientras estos tres factores trabajen de la mano se pueden lograr grandes resultados a corto mediano y largo plazo. Pensando en estrategias para implementar a corto plazo a partir de la coyuntura de la COP 16 en Cali destaco dos muy importantes primero la implementación de mecanismos técnico legales que permitan la conservación y preservación y que le permitan a los científicos el acceso fácil a la investigación a quiénes son los que desarrollan un producto u optimizan un proceso; mientras esa parte sea una limitante va a dificultar muchísimo que se transforme la parte del aprovechamiento de la naturaleza en un desarrollo económico y segundo, el mecanismo de las patentes compartidas que es una forma muy exitosa de aprovechar de forma sostenible los hallazgos de la investigación de la naturaleza y no nos quedemos solamente en el tema de las regalías sino que vayamos de forma sostenida a largo plazo de hecho Colombia es uno de los países con una de las legislaciones más ágiles y avanzadas en materia de patentes.
En materia científica ¿qué le deja la COP16 a Colombia?
La importancia de la colaboración, entender cuáles son nuestras fortalezas , nuestros puntos débiles y en qué tenemos que mejorar y cómo podemos generar una sinergia para mejorar y lograr resultados en un tiempo mucho más corto.
¿Es más importante que los 10,000 científicos colombianos que están en el exterior regresen o que desde allá apliquen su conocimiento y lo compartan quienes están en Colombia?
Es importante que haya colombianos científicos en el exterior y que sirvan de puente en esas sinergias multinacionales y al mismo tiempo profesionales colombianos que se formen y trabajen en el exterior pero que regresen porque así como se necesita mejorar la infraestructura también se necesitan personas de altísima formación que puedan estar al frente de ella. Debe haber un esfuerzo grande de los gobiernos para que sus profesionales se formen en las mejores universidades del extranjero Y regresen pero también para que otros permanezcan afuera y desde allá pueden aportar el desarrollo científico del país.
¿Qué estímulos particulares tuvo usted en su infancia y en su formación primaria para querer dedicarse a la ciencia?
Estoy convencido del propósito que tiene cada persona en la vida y esos propósitos deben girar en torno a las capacidades que tiene, todos tenemos talentos en diferentes actividades, la cuestión es hasta donde somos capaces de llegar con esos talentos y esa pregunta me ha llevado desde mi más tierna infancia a querer dedicarme a la ciencia más allá de los títulos y los diplomas o el éxito profesional a ayudar al mayor número de personas y a impactar en sus vidas positivamente .
¿Qué tan buen estudiante era en el colegio?
Bastante bueno pero no era el número uno porque más allá del éxito académico he buscaba un equilibrio entre las capacidades y la calidez humana.
¿El sistema educativo colombiano promueve la investigación científica y que haya personas como usted que quieran dedicarse a la ciencia?
A pesar de los esfuerzos importantes que han permitido que algunas de nuestras universidades estén en lugares importantes de los ranking internacionales hace falta mucha inversión y adoptar modelos que existen en otros países de Latinoamérica como el de la “media profesional” que acerca mucho más al estudiante que va a ingresar a la universidad a su verdadera vocación y pensar en la oferta que presentan las universidades y la real demanda de esas carreras en el mercado nacional y mundial, en muchas áreas sobre abundan cierto tipo de profesionales pero no hay donde emplearlos.
¿Qué le están enseñando los científicos colombianos al mundo desarrollado?
Creo que el aporte es enorme. No solamente es facilitar al mundo desarrollado el acceso a cierta data en términos biológicos, bioquímicos y ecológicos sino el esfuerzo mancomunado de los científicos colombianos que permanecen en el país trabajando en diferentes instituciones y aportan al mundo su conocimiento y experticia.
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