Cali, una vitrina verde para el mundo en la COP16

Cali es una de los municipios más biodiversos de Colombia. Llamada ‘la ciudad de los 7 ríos’, cuenta además con al menos 13 ecosistemas en su territorio, donde anidan cerca de 600 especies diferentes de aves, es decir, casi la tercera parte de todo el país.

Por toda esta riqueza natural fue escogida como sede de la COP16, un evento de impacto mundial donde se busca llegar a acuerdos sobre la conservación de la diversidad biológica y el uso sostenible de los recursos con el propósito de garantizar el desarrollo equitativo de los territorios.

En este misma línea viene caminando desde hace casi dos lustros la ciudad, pero también todo el Valle del Cauca a través de los denominados Negocios Verdes.

Esta iniciativa nacional contempla actividades económicas que ofrecen bienes y servicios con enfoque ecosistémico y de ciclo de vida.

En la región, es la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, la encargada de liderar este programa, que en la actualidad cuenta con 296 Negocios Verdes, 44 de ellos registrados en la zona rural de la Sucursal del Cielo.

De estos, según su clasificación, 232 ofrecen Bioproductos y Servicios Sostenibles a partir del uso y aprovechamiento de los recursos biológicos; 45 más Ecoproductos Industriales, que tienen un impacto directo en estrategias de economía circular y 19, Productos por la Calidad Ambiental que ayudan a mitigar el cambio climático con la implementación de acciones y tecnologías verdes.

Estas son tres historias de cómo algunas familias, vienen poniendo su granito de arena en la capital vallecaucana para conservar el planeta Tierra, a través de negocios y emprendimientos.

La Huerta de Herlan

Durante 20 años, Liliana Castro y su esposo Herlan, han emprendido en su finca, ubicada en el corregimiento Villacarmelo, zona rural de Cali, el cultivo de hortalizas y vegetales libres de agrotóxicos.

“Hacemos control biológico de placas y aplicamos técnicas de agricultura limpia”, cuenta Liliana, quien señala que uno de sus productos estrella es justamente los berros de agua, muy apreciada sobre todo en Europa.

Ellos producen aderezo de berros, vinagres de hierbas y licor de frambuesa y, por supuesto, de berros, entre otros productos.

Cultivan también de forma hidropónica y se han articulado con algunas universidades para que los estudiantes hagan un voluntariado en el que les enseñan a cultivar en tierra o agua.

Su eslogan es simple: “Que nuestro alimento sea nuestra medicina y nuestra medicina sea nuestro alimento”. Por eso, le apuestan a la alimentación saludable y en ese nicho está su Negocio Verde, certificado por la CVC desde 2022.

“Este es un plus porque la gente sabe que va contar con un producto saludable, natural”, anota mientras reitera que actualmente están articulados con una red de 15 corregimientos que esperan tener la oportunidad de mostrar en la COP16 lo que se viene haciendo desde la zona rural en materia de prácticas ambientales.

Empacking Global

Sandra Milena Gómez es la gerente de este emprendimiento, también familiar. Pero, este concepto se ha hecho extensivo a todos los colaboradores de Empacking Global SAS BIC.

Recuerda que iniciaron haciendo maquilas de empaques hace unos 13 años. Justo antes de pandemia decidieron hacer un viraje en el negocio para desarrollar algunos productos. Se abrieron otros mercados y hoy dan empleo a 30 personas.

“El ADN de la empresa es trabajar por el ser, con el programa Centramiento, que funciona como una filosofía, cada lunes les dedicamos 30 a 40 minutos a los empleados. Traemos diferentes profesionales para construir el mapa de los sueños y ayudarles a encontrar su para qué y a cumplirlo”, dice la empresaria.

Actualmente cuentan con cuatro unidades de negocios: Oh My Box, Alma de Cartón, que es el “alma de la empresa” línea en la que diseñan “todo lo que puedas soñar” en cartón; Catsy, rascagatos que se hacen del aprovechamiento de los recursos del cartón y, la cuarta, es darle continuidad a la maquila.

Empacking Global, es una empresa BIC (Sociedad de Beneficio e Interés Colectivo), que desde hace año y medio está en Negocios Verdes gracias a que diseñan productos mucho más amigables con el medio ambiente: sin pegas, autoarmables y que ocupan menos espacio en la estantería.

Asimismo, ofrece todo el tema de marketing sostenible, por eso Sandra Milena no vacila en señalar que su sueño es que en la COP16, las pequeñas empresas BIC tengan algún tipo de participación. “Que las grandes empresas, en mi caso, pudieran comprar todo el tema de marketing sostenible. Estamos en capacidad de brandear el evento, todo en cartón, con impresión digital, y un 60% menos de contaminación del ambiente”, puntualizó. Insistió en que es la vitrina más importante para que estos emprendimientos verdes se hagan más visibles.

Bosque de Niebla Birding & Nature

Luis Eduardo Camacho Legro, su esposa Ángela Márquez Trejos y su hijo Juan David, de 16 años, son lo que se llama una familia ‘pajarera’, es decir, dedicada al avistamiento de aves.

Su emprendimiento empezó en febrero de 2020 justo un mes antes de pandemia. En 2019 compraron la finca en el corregimiento La Elvira, zona rural de Cali, y durante un año la adecuaron para convertirla en un sitio de avistamiento de aves.

Ofrecen a los visitantes esta increíble experiencia en el espacio de bosque donde tienen un sendero, así como en sitios de comederos para que puedan fotografiar las especies de aves que hay en la zona. Además, cuentan con un servicio de hospedaje teniendo en cuenta que la actividad se realiza muy temprano en la mañana o en horas de la noche.

Luis Eduardo señala que en el Valle está casi la mitad de las aves que tiene el país. Esto gracias a los diferentes ecosistemas que tiene la región, pues cuenta con cordilleras, un Valle y la Costa Pacífica.

“La zona del kilómetro 18 es muy biodiversa, aquí tenemos un bosque de niebla, como se llama nuestro emprendimiento, pero estamos conectados con el bosque San Antonio y en una pequeña parte con la zona alta de los Farallones. Aquí tenemos 365 especies de aves y en la finca hemos registrado unas 250, además tenemos 5 de las 7 especies endémicas que tiene Cali”, dice este pajarero, quien también cuenta con el sello de Negocios Verdes por sus buenas prácticas.

“Utilizamos el agua lluvia para el mantenimiento de la finca y protegemos la cuenca alta del río Aguacatal que surte a varios acueductos. Con buenas prácticas todos ganamos”, asegura Luis Eduardo. El año pasado los visitaron 685 personas, 70% de ellas extranjeros.

Dice, igualmente, que la idea es que la COP16 sea esa puerta para que la gente conozca lo que hacen y lo puedan replicar en sus propios espacios para tener un mundo más sostenible.