“Cali ya está invadida por los cuatro extremos”: César Lemos, Subsecretario de Acceso a los Servicios de Justicia, reveló detalles de este flagelo

El subsecretario de Acceso a los Servicios de la Justicia de Cali, César Lemos, manifestó que las invasiones en Cali son un problema que viene en crecimiento desde la década de los 50 y que, hasta hoy en día, no se ha podido controlar de manera eficiente.

De hecho, las cifras indican que casi el 50% de los hogares en Cali están ubicados en asentamientos precarios, lo que es una muestra clara de que este problema se salió de las manos desde hace mucho tiempo.

¿Qué tan grave es la realidad de las invasiones en Cali?

En cifras podríamos decir que el 44,7 % de hogares de Cali están viviendo en asentamientos precarios, casi el 40 % de esos vive en suelos de alto riesgo no mitigable.

Cali está invadida por los cuatro extremos y las invasiones están en el estrato 1, pero también en el estrato 6. No solamente los pobres invaden, aquí hay personas que invaden porque quieren tener el lote para una casa, pero también están los que tienen extensiones grandes, de 20 hectáreas o 30 hectáreas del Municipio, cercadas como si fueran su finca particular, y ahí tienen unidades productivas.

¿Cuáles son las zonas de Cali que son más invadidas?

Generalmente se invaden suelos del sector público porque finalmente ha hecho carrera que no tiene dolientes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los suelos del sector público generalmente son áreas protegidas. Dentro de eso, los sectores más amenazados son obviamente los suelos de Navarro, La Betulia, el ecoparque de las Tres Cruces, el ecoparque Cristo Rey, La Viga, La Buitrera, Los Andes y el sector de Parque Nacionales.

Ahora, en cuanto a la zona urbana, la ocupación de espacio público se da siempre en los corredores de las vías principales o de los ríos, me refiero a la ronda del río Cali o del Meléndez; Asimismo, la Avenida Segunda norte, la Avenida Suroriental, la Simón Bolívar, la Ciudad de Cali y la Pasoancho, que son corredores donde siempre hay presencia de cambuches en el espacio público.

¿Qué tanto impacto generan estas invasiones en la ciudad?

Esto genera un desequilibrio financiero de la ciudad, por el hecho de que estas personas que están en estos asentamientos no pagan el agua, la energía, todo eso se va a pérdidas. Además, están vertiendo sus aguas a las cuencas hidrográficas contaminando los ríos, entonces ahí hay un daño ambiental por el otro lado.

¿Por qué dice que hay algunas personas que quieren sacar provechos económicos a estos lotes? ¿Qué se han encontrado?

Por ejemplo, hubo un señor que sacamos a finales del mes de septiembre del corredor férreo, que tenía ahí unas caballerizas. Él tenía ese negocio allá, tenía muchos caballos y unos animalitos pequeños que pueden valer $ 3 o $ 4 millones de pesos si se venden.

Entonces no pagaba arriendo, no pagaba predial, no pagaba agua y no pagaba energía, ese era el caso, toda la plata le quedaba libre de gastos. Entonces, esas son unidades productivas que también está invadiendo.

Si se sabe los puntos en los que más se invade, ¿por qué no se ha logrado contener las invasiones?

Se creó el Comité de Control de Invasiones y Protección de Ecosistemas, pero esa es una instancia que, si bien está adscrito al despacho del alcalde y se hizo dentro del marco de una política pública, no ha sido suficiente ni va a ser suficiente.

Empezando porque muy poco de lo que está prescrito en esa política pública se está cumpliendo, pero la política pública tampoco ataca a las causas fundamentales del problema, y es que, desde el punto de vista de la oferta de vivienda, no existe una para los sectores más desfavorecidos de la población. El modelo no está diseñado para ellos y el municipio tampoco ha avanzado en programas dirigidos a ese mercado.

¿Por qué dice que el Comité no ha sido suficiente y no será suficiente?

Hay que hacer un proceso de reforma a nivel institucional de la arquitectura del Municipio, porque lo que hay no es suficiente, es un comité que lo integran unas secretarías, pero no tiene presupuesto propio, trabaja con lo que cada dependencia quiere entregar y así es muy complicado. Se requieren unos equipos permanentes, especializados y robustos.

Hay que modificar la manera en cómo está planteada la Secretaría de Seguridad y Justicia, el tema urbanístico hay que quitárselo a los corregidores y a los inspectores y montar unas inspecciones especializadas en el tema urbanístico y en el de restituciones, que trabajen de manera especializada todos estos temas.

¿Cuál sería entonces la solución?

Por ejemplo, en esquemas que ya se trabajaron hace años y funcionaron se hizo por lotes con servicios, doble subsidio para que la oferta alcance a llegar allá, pero nada de eso se está haciendo, entonces hay que trabajar en una oferta de vivienda, armar ese tema de los bancos de tierras y segmentarlo, lo que implica modificar el POT, porque ese plan hoy no contempla vivienda para estratos 1 y 2, por ejemplo.

Y ese es el cuello de botella porque el programa Jarillón no ha funcionado, porque no hay cómo entregar las viviendas a las personas que han salido, entonces le ha tocado al municipio de Cali ir a comprar viviendas, proyectos de vivienda fuera de la ciudad.

Lo otro es todo el tema de promoción que hay que adelantar con comunidades, las cuales requieren un trabajo de sensibilización y de educación, que sepan qué es el Plan de Manejo Ambiental de la ciudad, el plan de residuos sólidos, el Plan de Gestión del Riesgo y que conozcan qué es un POT, que sepan que no todos los sitios se pueden edificar.

Un apoyo fundamental para desarticular las invasiones es la Policía, quienes son los del primer control, ¿qué está fallando entonces ahí?

Es muy importante también que la Policía defina unos equipos de acompañamiento permanentemente, porque con ellos estamos fallando en las primeras 48 horas. Por ejemplo, en La Torre y en Dalia no salió de manera efectiva y ahí están las construcciones; en Cauquita, que fue un dolor de cabeza, y en La Aldovea tampoco salieron efectivamente en las 48 horas.

Entonces, allí entra un tema muy importante y es que, aparte de la policía, tiene que estar también la Fiscalía trabajando con unos equipos en este tema, que ya es el cuarto delito más grande de la ciudad.

Mucho se ha hablado de que hay manos criminales detrás de las invasiones de Cali, ¿qué han podido encontrar frente a este aspecto?

Este es un delito muy sofisticado porque hay empresas dedicadas a tomarse los terrenos, y esas empresas hacen un trabajo de promoción y hacen una venta de los lotes, se conectan a los servicios de agua y de energía y los cobran. Y cobran también la vigilancia en el territorio, a una familia la tenían pagando $100.000 o $130.000 al mes.

En Aldovea, por ejemplo, la gente pagaba mensualmente una tarifa por la energía e instalaron el transformador ellos mismos, se blindaron de impuestos, pusieron un transformador grande que tuviera la capacidad para darle energía a toda esa gente, a 2500 techos que eran los que estaban allá construidos.

Igual tienen sus abogados, entonces ellos aparecen el día de la diligencia, toda una estructura jurídica-administrativa, eso se llama un concierto para delinquir. Y tienen las fundaciones que hacen el trabajo de ir a defender los derechos y dicen que estamos violando los derechos humanos.

En cuanto a la titulación de terrenos, ¿cuáles han sido las prácticas que se han encontrado?

La gente no se imagina ese tema. Y cogen y se meten a borrar en el Catastro, entonces ya hay vacío catastral, cogen una matrícula de cualquiera y se la ponen encima al predio suyo y reclaman el predio en un juzgado. Cualquier día un juez llega y te saca de tu casa porque dice que ese predio es de un tercero, o te dicen que tu finca es de un tercero y te la quitan.

En ese sentido, te toca irte a la Fiscalía a hacer un proceso de años, es una pelea costosa que desgasta a la gente, entonces las personas a veces terminan diciendo ‘no, venga, conciliemos, yo le doy tanto, usted lárguese y déjeme tranquila la vida’. Y habrá algunos que le han quitado la tierra así, ¿por qué? Porque cuando ya tienen los papeles llega el segundo momento de invadirte, te montan esa supuesta matrícula y ya te invaden, y dicen ‘no, es que nosotros tenemos título’, te hacen la ocupación de hecho con base en esos documentos.