Líderes
Conozca a los jóvenes caleños que han sacado la cara por su ciudad
El deseo de transformar su propia vida y la de otros, ha llevado a estos jóvenes a conseguir aquello que tal vez nunca imaginaron: ser líderes de un país que los aplaude con orgullo.
La voluntad de cambio, de querer fortalecer el tejido social y cultural de su entorno, y contribuir a mejores oportunidades para todos, ha hecho que estos caleños sean distinguidos en la región por su trabajo y su talento.
Jóvenes que, como Lucas Bravo, ganador del Premio Nacional al Talento Joven, otorgado por la ‘One young world Londres’ en 2019, ha logrado impactar a más de 38.000 niños y niñas de todo el país con su labor. Y como Kevin Ocampo, aficionado de las aves y promotor de la vida; o Darlin Silva, que ha conseguido formar a niños y jóvenes en artes teatrales, discutiendo en la escena temas sociales y de gran importancia cultural, dejan reconocer que su tarea, más allá de sus nombres y distintos saberes, habla por ellos mismos.
Educambio, una apuesta por la niñez
A sus 29 años de edad, Lucas Bravo ha logrado lo que muy pocos: construir un sólido proyecto que brinda oportunidades de educación de excelente calidad en los territorios más vulnerables de Colombia. Su emprendimiento, llamado ‘Educambio’, no solo ha beneficiado a niños del Pacífico colombiano. También ha contribuido al medio ambiente, y es que gracias a su intervención social ha logrado reciclar más de 193.000 cuadernos, lo que equivale a casi 984 árboles salvados.
Con este insumo transformado entrega kits escolares ecológicos a niños de escasos recursos; dota bibliotecas a través de un sistema de economía circular en el cual también recupera libros que no están siendo usados; ofrece un programa de becas en alianza con el Colegio La Fontane, que brinda educación de calidad de bilingüismo a niños y niñas de Siloé , y por si fuera poco, impulsa un programa de padrinos para apoyar a estos pequeños en sus estudios.
Su iniciativa, cuenta él, surgió hace seis años, tras ver un par de niños en el Pacífico que, a falta de cuadernos, tomaban nota en los bordes de un periódico y en las pestañas de una caja de cartón. Esa impactante realidad lo llevó a querer crear un espacio que no solo solucionara el problema para estos pequeños, sino que invitara a fomentar el amor por la educación, y por supuesto, creara oportunidades para quienes menos tienen. Hoy ‘Educambio’ ha beneficiado a más de 38.000 niños y niñas.
“Lo más gratificante de este proceso ha sido poder coincidir con personas, equipos y empresas, con el mismo propósito, en el de la transformación social, que cree firmemente en la educación de calidad como ese motor de cambio social”, resalta Lucas, quien ahora se alista para ampliar el horizonte de Educambio, tras ganar la beca ‘Young Leaders of the Americas Initiative’, en Estados Unidos, que prepara emprendedores emergentes y líderes de negocios de Latinoamérica, el Caribe y Canadá, en liderazgo, networking, entre otros temas, a fin de fortalecer el tejido económico y social de sus países, y en especial, los de América Latina.
Teatro y jóvenes por la transformación social
Darlin Darilis Silva Campaz tiene 25 años de edad y nació en el Pacífico, en La Tola, Nariño. Llegó a Cali en el 2005, desplazada por el conflicto armado en su municipio y junto a su familia llegaron a la ‘Sultana del Valle’, a la comuna 1 (Terrón Colorado). Yuri Andrea Marín fue su animadora teatral cuando ella se topó con las artes escénicas que lleva a los barrios el Teatro Esquina Latina.
“Esta experiencia salvó mi vida, ver que ahora hay otros chicos que pueden decir lo mismo por lo que han recibido de mi parte y que fue de lo que yo recibí del teatro y esta apuesta social, me llena de orgullo”, dice sobre su proceso en la Red Popular de Teatro.
Actualmente es animadora teatral de dos grupos en Cali en la comuna 13: acompaña a Teatro Metamorfosis con unos 23 jóvenes y a niños y muchachos entre los 7 y 27 años de edad. En la comuna 15 hay 18 integrantes en el grupo Teatraje, en su mayoría, niños que van acompañados por sus padres, quienes también participan activamente de los montajes de las obras. “Ser joven permite hacer una apuesta por el teatro, y construir una mejor sociedad desde el arte teatral”, dice Darlin.
Ella también destaca que “estos grupos teatrales juveniles y comunitarios que acompaño, operan en los barrios como ‘dispositivos culturales’ para prevenir y enfrentar las violencias generadas por el conflicto, reconociendo sus fortalezas y poder de transformación social, a través de la práctica comunitaria del teatro. Desde esta perspectiva, los jóvenes, niñas y niños son entendidos como población en riesgo, pero también como sujetos potencialmente constructores de sociedades viables”, comenta.
Siempre está en constante aprendizaje porque de los jóvenes con que labora siempre encuentra algo nuevo sobre las problemáticas que trabajan para los montajes de las obras. Los chicos traen ideas o situaciones que tienen que ver con su entorno social. El año pasado trabajaron el tema de la migración en su territorio, sus obras indagaron sobre cómo el pueblo colombiano y el venezolano siempre han sido de migraciones, y esta temática la discutieron en un teatro foro en cada comunidad.
El sueño de cuidar lo que más se ama
Kevin Ocampo, estudiante de cuarto semestre de derecho en la Universidad Javeriana de Cali, es un apasionado de la fotografía de aves y fauna en general. Desde que tenía 10 años empezó a interesarse en esta profesión y hasta ahora ha sido un pilar fundamental en su vida.
A sus 11 años, con un grupo de compañeros tuvo que cumplir una misión: realizar un proyecto de ciencias, en el que debía registrar las especies de insectos de la zona baja de los Farallones de Cali. No contó con suerte, pero conoció a doña Stella, quien le mostró dónde encontrar docenas de aves coloridas y así fue. Ese día vio tangaras, barranqueros, asomas y tucanes.
Hace algo más de tres años le surgió la idea de conformar una empresa que le permitiera convertir su gran pasión en una actividad rentable, y que, además, aportase a la conservación de la fauna que tanto ama fotografiar. Este año creó ‘Ocampo Expeditions’, empresa de turismo especializada en el avistamiento y fotografía de fauna en Colombia, país en el que se han registrado 1966 especies de aves migrantes, endémicas y residentes. Con su firma, busca llevar un mensaje de conservación a las futuras generaciones, que así como él, a una temprana edad, desarrollan un profundo interés por los animales del país.
En ‘Ocampo Expeditions’ trabajan mano a mano con las comunidades locales para, juntos, aportar a la preservación de los hábitats y de la fauna que vive en ellas. “Nuestro objetivo es seguir contribuyendo a que Colombia destaque como el destino ideal para el turismo de naturaleza. Somos el país de la biodiversidad, contamos con el orgullo de ser un territorio de aves, con el mayor número de especies en el mundo. Pero no solo eso, también ocupamos los primeros puestos en número de especies de anfibios y reptiles”.
Además del Valle del Cauca, trabajan desde la región Amazónica hasta los Llanos Orientales, “donde tenemos la oportunidad de fotografiar el imponente jaguar mientras disfrutamos del safari colombiano. Creemos que es momento de que el mundo empiece a conocer a Colombia por su riqueza natural”, dice Kevin Ocampo.
Jóvenes robóticos, semillas de paz
Daniela Payán, o solo Dani, como le gusta que le digan, podría decirse que es una joven genio.
Con tan solo 19 años, esta enamorada del espacio exterior hace parte de ‘Tachi Umada’, el primer grupo de astronautas análogos con más de un latinoamericano, y quienes este mes viajarán a las instalaciones de la European Space Agency - Analog Astronaut Training Center, (ESA-AATC), ubicadas en Cracovia, Polonia, para participar en una investigación de ciencia de materiales.
Dani es una diseñadora gráfica que desde muy niña ha aprovechado sus talentos para estudiar todo lo que tenga que ver con el universo, que tantos secretos guarda. Y aunque se suele mantener agradecida por las oportunidades que le ha dado la vida, desde hace algunos años ella fundó un espacio dedicado al “cierre de brechas sociales y de género”.
Con la Fundación Semillas Robóticas empezó trabajando con niños, niñas y jóvenes desplazados por la violencia; pero, poco a poco, el proyecto ha podido expandirse a para las distintas poblaciones de la ciudad.
“Una de las razones por las que nos esforzamos cada día en Cali es con el objetivo de cerrar las brechas sociales y de género. Esto por medio del conocimiento robótico”, manifiesta con emoción.
Los programas que se ofrece en ‘Semillas’, en su mayoría, son dirigidos a la ciencia y la tecnología, con la intención de potencializar las habilidades STEM (áreas básicas para las profesiones del futuro: Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Matemáticas e Inglés).
Sin embargo, en este periodo, Dani busca ofrecer espacios de arte, para desarrollar otros talentos en los niños, y así apostarle al desarrollo de los dos hemisferios del cerebro, e invitar a los jóvenes caleños a creer que es posible cumplir cualquier sueño que se propongan.
“Queremos que los niños puedan descubrir y nutrir sus potenciales en el campo de la tecnología, la robótica, y ahora buscamos sumarles espacios de arte, por eso tenemos algunos profesionales invitados”, cuenta Payán.
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