ALCALDÍA DE CALI
¿Cuál es el candidato más fuerte para la alcaldía de Cali?, responde el Presidente del Concejo
Fernando Tamayo, presidente del Concejo, habla de los retos de la corporación en año electoral. Charla con un conservador atípico que escucha rock, baila reggaeton y que asegura se le sale el ‘godo’ en temas de seguridad.
Aujourd’hui c’est le jour, es la frase en francés que tiene tatuada en su brazo derecho el nuevo presidente del Concejo de Cali, Fernando Tamayo; traduce: Hoy es el día. Tamayo se considera un conservador progresista. Quizá, ese tatuaje, sea muestra de ello.
En su agenda como presidente de la corporación en el 2019 está ponerle la lupa a Telecomunicaciones de Emcali, buscar recursos para la seguridad de la ciudad y asegura que dejará aprobado el acuerdo que reglamenta a Cali como Distrito. También advierte, que este año se podría ampliar la restricción pico y placa para todo el día.
En lo político es crítico con algunos candidatos a la Alcaldía de su partido y deja entrever nombres que le suenan para este cargo. Entrevista con un líder conservador que se sale del guión.
¿Quién es Fernando Tamayo, el nuevo presidente del Concejo de Cali?
Soy caleño raizal del barrio San Fernando, estudié en el Liceo Francés Paul Valery, hasta que me echaron de allí en quinto de bachillerato, por indisciplinado y terminé en el Gimnasio Los Farallones; soy comunicador de la Universidad del Valle. En el Concejo me dicen que soy emotivo e intenso, pero me considero racional para las decisiones, soy un animal lector -actualmente lee un libro llamado ‘La Cama Deshecha’, de Françoise Sagan -. Soy melómano y roquero 100 %, mi banda favorita es Electric Light Orchestra, pero también soy reguetonero.
¡Uff!, un líder del Partido Conservador que le gusta el reggaeton. ¿Cuál es la canción de este género que lo pone bailar?
Mi gente de J Balvin... sí, sé que para algunos puede ser paradójico que un miembro del Partido Conservador sea roquero, que baile reggaeton y que tenga tatuajes. Pero me considero un conservador progresista. Sé que a veces no soy muy cómodo para el conservatismo tradicional pero también tengo claro que hay reglas inflexibles como la creencia en un ser superior, la familia y la autoridad. Me puedo ver un poco distinto, pero represento en mi esencia los valores de mi partido. Yo soy un candidato de derecha, a mí me dicen que no debo utilizar el término pero soy un conservador progresista, represento una derecha más cercana a la realidad. En este mundo debe haber normas, parámetros y autoridad, pero hay que respetar a los demás.
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¿Cómo llega usted al Concejo?
Trabajaba con el grupo de Francisco Murgueitio –en ese entonces senador–, y el concejal oficial de él era Albeiro Echeverry y me meten a mi como el ‘sobrero’ para captar votos. Cuando yo aspiro, el alcalde electo de Cali fue Apolinar Salcedo (en el año 2004). Francisco Murgueitio me dice desde el principio que no voy a tener la mínima posibilidad de quedar y contra todo pronóstico saque 5100 votos y me alcanzó para entrar como el último concejal.
¿Ha hecho alianzas con políticos de las que se arrepintió después?
Yo vengo del ala Lloredista del Partido Conservador y los únicos jefes que tuve fueron Francisco Murgueitio y Santiago Castro.
En la época de Juan Carlos Abadía, como presidente del Concejo, ¿qué relación tuvo con él?
Juan Carlos Abadía era un tipo interesante, pero yo no haría acuerdos políticos con él porque tenemos visiones diferentes de la realidad. De hecho, en la campaña a la Gobernación toda la clase política se fue con él y yo con Francisco Murgueitio . Respeto al doctor Abadía, pero estamos en orillas diferentes.
Abordemos los temas del Concejo. ¿Cuáles serán las prioridades durante su año de presidencia?
El 2019 está lleno de complejidades. Hay temas fundamentales: El primero es el de Cali Distrito, vamos a realizar foros para que todos los sectores de la ciudad queden representados. El segundo tema es la crisis de la unidad de telecomunicaciones de Emcali, que es nefasta, yo no entiendo cómo el gerente de Emcali habla de $140.000 millones de pérdidas al año y algunos sindicatos de $20.000 millones. Y un tercer tema es la seguridad de Cali y yo voy a ser el ponente del proyecto de acuerdo de Política de Seguridad.
¿Cree que la seguridad ha mejorado en Cali?
Hay que reconocer que la interacción entre Policía y Ejército, en algunas zonas de Cali, ha mejorado mucho con la percepción. Con este tema se me sale lo ‘godo’, hay que refrendar el principio de autoridad; la pobreza y la falta de oportunidades no pueden ser la justificación para la delincuencia y el asesinato. Aquí las cosas hay que llamarlas por su nombre y creo que hay enfrentar directamente al narcotráfico y los gota a gota (agiotistas) en los barrios.
Usted fue uno de los pocos concejales que apoyó la idea de redistribuir los recursos de la sobretasa de los bomberos para la seguridad, proyecto que finalmente sigue engavetado. ¿Ahora como presidente de la Corporación lo piensa rescatar?
Yo tengo un profundo respeto por el Cuerpo de Bomberos de Cali, pero creo que ellos perfectamente pueden estar bien con parte de los recursos que tienen y destinar un porcentaje al flagelo más grande en la ciudad que es la inseguridad. Espero discutir ese proyecto. Si vemos la ejecución –de recursos– hay problemas serios.
¿Cómo es su relación con el Alcalde?
En el primer mes de elegido tuvimos una conversación con él y eso ha mediado nuestra relación. Él no necesita que alguien le limpie el saco, él necesita independencia para debatir.
¿En esta Alcaldía ha habido mermelada para el Concejo?, es decir, cargos dentro de la Administración; impulso de proyectos de infraestructura para fortines políticos...
Armitage viene del sector empresarial y ha demostrado que las prácticas del Concejo y Alcaldía se pueden desarrollar de forma sana y transparente.
Eso sí, lo que él no ha hecho ha sido vetar a funcionarios de movimientos políticos. El no da, pero tampoco quita.
Entonces, quedó la mermelada que venía de tiempo atrás...
No. Para él si un funcionario es bueno se queda, independientemente del cargo que sea. Pero si es malo se va. Respeta a los funcionarios públicos.
La gran bondad de Armitage es que no sataniza nuestras propuestas.
Usted, fue uno de los concejales que salió a defender el tema del salvamento del MÍO, ¿qué pasa si esa no es la solución real del masivo?
Desde mi óptica es el programa más social de la Alcaldía. Garantizar la movilidad de los caleños sin pedirles un peso es un acto de equidad. Espero que este año se vean los resultados, pero no podemos caer en el error de pensar que cuando se habla de movilidad en Cali, el MÍO es el único actor. No nos podemos sustraer del tren de cercanías y el sistema de buses colectivos.
Una posibilidad, que usted mismo ha planteado, es que la Alcaldía meta el golazo –por así decirlo– de ampliar el pico y placa todo el día (actualmente rige de 6:00 a.m. a 10:00 a.m. y de 4:00 p.m. a 8:00 p.m.) para que más personas se suscriban al cobro por congestión...
Yo pienso que a futuro el pico y placa se aplicará todo el día en Cali. Esa posibilidad quedó abierta. Yo pensaría que este año la Alcaldía toma esta decisión. Lo que si no se puede hacer es tener dos días de pico y placa porque se quedaría sin piso el acuerdo.
Pasemos a los temas políticos. Este año es de elecciones a la alcaldía de Cali. ¿Cuál de los precandidatos ve con más fuerza?
Yo no veo un candidato fuerte ahora. Yo creo que si los juntamos a todos podríamos tener un buen clon del candidato ideal.
Le cambio el juego. Déme su primer lote de candidatos favoritos a la Alcaldía...
En el primer partidor: Jorge Iván Ospina, Roberto Ortiz, Alexánder Durán y Ricardo Cobo –si toma la decisión–. En la segunda línea estarían: Alejandro Eder, Roberto Rodríguez y Diego Sardi, este último tiene una gran capacidad de moverse entre distintos sectores y sería un gran candidato.
Y los precandidatos de su partido -Conservador- Jacobo Nader y Juan Manuel Obregón...
Ellos son excelentes muchachos y seguro serán alcaldes de Cali en otro momento histórico, pero si uno quiere, realmente darle realce al partido Conservador debe tener una vocación de poder real y con todo respeto, no los veo a ellos como una alternativa.
¿Y su amigo Michel Maya?
Escuchar hablar a Michel es una cosa maravillosa, pero creo que el bombillo se le ha ido apagando. Con él siempre hay el conocimiento de ciudad.
Usted propuso crear un clon con los actuales candidatos así que le voy a mencionar cada uno de ellos y usted me dice sus principales
características para armar el clon.
Diego Sardi: conocimiento universal; Alejandro Eder: contactos con la oligarquía; Roberto Ortiz: base popular; Ricardo Cobo: autoridad; Jorge Iván Ospina: ideas para la ciudad; Alexánder Durán: sueño de caleño...
Intuyo que usted se inclina por el concejal Diego Sardi como candidato a la Alcaldía de Cali...
Sardi es un tipo absolutamente respetuoso y es un perfecto mediador, conoce la ciudad, es un tipo con límites y credibilidad. Sabe de lo humano y lo divino.
Su llegada al mundo político
¿En que momentos un comunicador social como usted termina en el ámbito político de Cali?
En algún momento, alguien de la universidad, me dijo que me fuera a trabajar como jefe de prensa de un diputado a la Asamblea del Valle –Santiago Castro– y le dije: “Yo no soy periodista, soy comunicador con énfasis en cine”, pero terminé vendiendo mi fuerza laboral. Pero con él – Santiago Castro– y Francisco Murgueitio conocí el Distrito de Aguablanca y comencé a manejar grupos de rap y a trabajar con jóvenes de pandillas y me enloquecí porque conocí otra realidad de Cali, más allá de la Calle Quinta y la Avenida Sexta. En ese momento me ofrecieron una beca para estudiar en Barcelona y la rechacé y decidí que quería trabajar por la ciudad.
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