Cali
Desacuerdo en Cali por el nuevo horario de rumba para diciembre; comunidades lamentaron la decisión
Alcaldía informará este miércoles si va hasta las 4 o 5 de la madrugada. Asobares dice que impulsaría sus ventas cerca del 25 %, pero las comunidades aseguraron que afecta su calidad de vida.
Por Gerson David Hincapié, periodista de Cali
Amores y odios ha generado en la ciudadanía el anuncio del alcalde Jorge Iván Ospina, a través de sus redes sociales, sobre lo que sería la inminente ampliación del horario de rumba para fin de año.
“Nos vamos con nuevo horario para la actividad nocturna en Cali”, publicó el Mandatario en su cuenta de X, red social antes conocida como Twitter.
Al indagar con la Secretaría de Seguridad y Justicia, normalmente encargada del control a la rumba en Cali, la entidad no adelantó nada, explicó que todos los detalles del ajuste se entregarán mañana miércoles, luego de un Consejo de Seguridad que se sostendrá en las primeras horas de la jornada y que será presidido por Ospina.
Nos vamos con nuevo horario para la actividad nocturna en Cali
— Jorge Ivan Ospina (@JorgeIvanOspina) November 28, 2023
Sin embargo, se cree que podría ir hasta las 4:00 de la madrugada. “No estamos pidiendo hasta las 5 de la mañana, sino solamente correrlo una hora, ¿qué quiere decir eso? Pues que pasaría de 3 de la mañana (como funciona actualmente) a 4:00 a.m., y los estancos pasarían de 1 de la mañana a 2, pero pues eso ya es determinación del alcalde”, explicó Manuel Pineda, presidente para el Valle de la Asociación de Bares de Colombia, Asobares.
Además de los comentarios de usuarios en X, la mayoría en contra del “caos” y la “inseguridad” que generaría la ampliación del horario —según expresaron—, también han cuestionado la decisión las comunidades de diferentes barrios de Cali.
Diana Marcela Redondo, vicepresidenta de la Junta de Acción Comunal de San Vicente y Versalles, barrios altamente comerciales del norte, dijo que es desacertado pensar en más tiempo de rumba por la situación de la ciudad.
“Cali está colapsada por el ruido, tenemos barrios enteros que están afectados y tenemos residentes que están viéndose obligados a migrar de sus casas, hay desplazamiento interno porque lamentablemente no ha habido solución a la problemática. Si la gente normalmente no puede dormir hasta las 3 de la mañana, ahora hasta las 4 va a significar que el impacto sea mayor”, manifestó la líder comunal.
Entre los problemas que más impactan a las comunidades, de acuerdo con Redondo, están la falta de insonorización de muchos establecimientos y la permisividad con los clientes que salen a consumir licor a las calles aledañas.
Incluso denunció la inseguridad que los vecinos sienten al ver a las personas que toman bebidas alcohólicas fuera de los negocios y que, además, suelen consumir sustancias alucinógenas.
“No somos enemigos de la rumba en Cali porque entendemos que dinamiza la economía, pero sí pedimos que haya una regulación, que haya cumplimiento con la normatividad; si eso se cumple, todos podemos vivir en tranquilidad”, complementó.
Manuel Pineda, de Asobares, explicó que esta es una denuncia que ellos también han venido haciendo, pero que la ciudadanía debe entender que los negocios no tienen competencia por fuera del área del establecimiento.
“Muchas veces se confunde que haya personas y vehículos en la calle o personas en la vía pública, que ya no son competencia del local, ahí tiene que intervenir es la Policía. Nosotros mismos hemos creado frentes de seguridad de los establecimientos para hacer un apoyo a la Policía porque ellos nos han manifestado siempre el poco pie de fuerza que poseen para poder controlar absolutamente todas las cuadras y toda la ciudad”, expuso el líder gremial.
Según analizó el sociólogo y director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, este ha sido problema endémico para la ciudad.
“Estos temas tienen que ver, principalmente, con falta de cultura ciudadana, y la mayoría de los problemas relacionados con esto obedecen en gran parte a que falta una pedagogía y generar estrategias con los establecimientos comerciales para que la gente pueda rumbear sana y ordenadamente dentro de unos horarios y espacios claros”, mencionó el académico.
Sostuvo que esto es algo que puede combatirse con mucho trabajo de sensibilización por parte de la Alcaldía y con más presencia de las autoridades encargadas.
Sin embargo, para el Presidente de Asobares Valle, el control sí se está dando y las estadísticas lo determinan.
“Inspección, Vigilancia y Control sí está saliendo a hacer operativos, la Secretaría de Movilidad está haciendo retenes en las zonas gastronómicas y de entretenimiento, los hemos visto en el Parque del Perro, también en la 66, en muchas zonas. Hay también que aclarar que nosotros siempre tenemos la mejor disposición para que tengamos una mediación y unas mesas de trabajo con la comunidad”, concluyó Pineda.
Impacto económico
La previsión hecha desde el gremio de los establecimientos nocturnos apunta a que podría haber un incremento de entre el 22 % y el 25 % en las ventas durante la época de fin de año, en especial si se confirma la ampliación del horario de rumba.
Asimismo, a los 60.000 empleos directos e indirectos que actualmente tiene toda la cadena de producción y distribución del sector, se le podrían sumar entre 5000 y 10.000 nuevos puestos para suplir la demanda en la temporada.
“Es una cifra bastante importante de contratación y es una cifra también bastante alta de derrame económico que tenemos”, expresó Manuel Pineda, de Asobares.
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