COLTABACO
Edificio de Coltabaco, una joya arquitectónica de Cali que 'clama' que no lo dejen en el olvido
El icónico edificio de Coltabaco se ha convertido en escenario de muestras artísticas del Instituto Popular de Cultura. Urge inversión para conservar en buen estado la edificación.
Durante el mes de diciembre las exposiciones artísticas y culturales continúan en una de las joyas arquitectónicas de Cali: el edificio de Coltabaco, que ha sido testigo del progreso de la ciudad desde hace más de 80 años.
Cada viernes desde las 2:00 de la tarde se realizan muestras artísticas de la Escuela de Música y de la Escuela de Danzas Folclóricas, espacios pedagógicos que dan cuenta de sus procesos académicos.
Coltabaco es sede del Instituto Popular de Cultura, IPC. Desde el mes de julio esta entidad realiza IPC al Bulevar, justo, en frente de la edificación, un escenario que busca visibilizar la labor que lleva a cabo la institución, entidad que por 74 años ha pretendido salvaguardar el patrimonio cultural, a través de la enseñanza de saberes, expresiones artísticas tradicionales y populares.
Con esta iniciativa el IPC busca acercarse a los caleños, para dar a conocer la institución a través de la música, la danza, el teatro y las artes plásticas que realizan sus estudiantes, egresados y docentes.
Cerca del edificio está el Bazar de la Dignidad, una iniciativa de cientos de jóvenes caleños que desean visibilizarse mediante la exposición de sus ideas emprendedoras. Esta actividad cuenta con más de 50 emprendimientos. Finalmente, a las 6:00 de la tarde se da inicio a las presentaciones musicales.
Patricia, egresada y artista plástica del instituto, guía de la exposición que se está realizando en Coltabaco, cuenta que la Dirección del IPC ha querido comenzar a apropiarse del espacio a través de actividades culturales y artísticas desde los diferentes grupos representativos y desde las diferentes escuelas, como es las Escuelas de Danza, la de Teatro, la de Música y la de Artes Plásticas. “En este momento se desarrolla la quinta versión de ‘Semilla, herencia y color’, una exposición que hace el IPC cada año, donde participan maestros del instituto, egresados y estudiantes”.
También se desarrollarán todo el mes de diciembre talleres artísticos los fines de semana para niños, niñas y jóvenes.
Hasta ahora, de los cuatro pisos del icónico edificio de Coltabaco, tan solo dos son usados, pues algunos cuentan con fallas estructurales que ponen en riesgo a las personas que se encuentren en estos espacios.
El IPC tiene a disposición los dos primeros pisos. El del primer nivel se usa como espacio para desarrollar exposiciones, actividades artísticas y culturales. Y el del segundo, se divide entre un espacio para continuar con la exposición de los artistas del instituto y como oficinas de la Secretaría de Turismo.
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La historia del Edificio Coltabaco
Fue el arquitecto Guillermo Garrido quien decidió dotar al edificio de una apariencia renacentista y un poco árabe, de corte mudéjar. Toda su estructura, en hormigón reforzado, sus tabiques de ladrillo aligerado, aquel trabajo ornamental en yeso, cemento y madera, aún se conservan, pero no en tan buenas condiciones, pues la parte exterior de la edificación está deteriorada. Al construirse tenía tres plantas; en 1950 se remodeló la estructura y se le adicionó un nuevo piso.
En su interior, las lámparas de araña con ramilletes de bombilla dan una cálida bienvenida a los visitantes. Al mirar hacia arriba, un reloj mecánico en bronce tallado se suspende en el aire. Justo en la entrada, en la parte izquierda de la recepción hay un ascensor Otis, que aporta al valor patrimonial del edificio. En sus mejores días se alardeaba de que era la última tecnología.
A pesar de que suelen pasar con frecuencia por el Bulevar del Río, algunos jóvenes desconocen la historia que alberga esta edificación. Zeus Ruiz, caleño de 21 años que a menudo pasa por el lugar comenta: “Tengo entendido que es un edificio antiguo, que actualmente se tiene como patrimonio de la ciudad de Cali y en donde se han llegado a hacer exposiciones de arte algunas veces”.
Este edificio, de 85 años de existencia, es de los más importantes de su época, pues la industria tabacalera fue durante décadas uno de los mercados más destacados en el país, pues en el pasado, el consumo del cigarrillo era más común que en la actualidad, ya que se desconocían sus efectos adversos.
La compañía de tabaco fue fundada en 1919 y durante años lideraba el mercado de tabaco en todo el país. Dos décadas después tenía sedes en Cali, Bogotá y Medellín.
El edificio fue proclamado como patrimonio nacional a finales de los años 60. Luego, ‘Bien de interés cultural’ en 1969 y Patrimonio Urbano arquitectónico en 1993.
A principios de los ochenta la industria del tabaco en Colombia empieza recibir un fuerte asedio por parte de organizaciones mundiales de salud y de los mismos consumidores, mediante acciones judiciales por perjuicios a la salud. Esto ocasionó que la compañía fuese cediendo terreno en los mercados mundiales, mientras que multinacionales americanas y británicas se establecían en el negocio de fabricación y venta de cigarrillos.
Desde el año 1984 la Inmobiliaria Inalda se encargó de la administración de la edificación, poniendo en alquiler sus oficinas.
Manolo Cela, historiador ha seguido de cerca la historia del edificio y considera que es importante invertir en la memoria arquitectónica de la ciudad que durante años ha quedado en el olvido. “Esa edificación ahora le pertenece al Municipio. Pero aquí no hay memoria arquitectónica, en nuestra ciudad no existe. Como el edificio ahora hace parte del Municipio, tendría que ser decisión del Alcalde designar a un líder que realmente se encargue de darle vida a ese edificio, que por supuesto, es bellísimo”.
Coltabaco mantuvo su sede en el edificio hasta 1991. Algunas multinacionales tenían intenciones de adquirir el control de la organización. Pero fue hasta 2006 cuando la compañía Philip Morris logró hacerse con el control de la tabacalera.
Finalmente, un siglo después de su fundación, la Compañía Colombiana de Tabaco cierra. Y a partir de 1991 el edificio fue manejado por una inmobiliaria que lo alquilaba para oficinas. Sin embargo, después de algunas negociaciones, en 2016 fue donado al municipio de Cali por la empresa Celsia, su nueva propietaria, para que se convirtiera en un escenario de historia, cultura y arte.
José Caicedo, de 97 años, quien desde niño ha presenciado desde la construcción del edificio hasta su donación al Municipio, considera que “lo mejor que hizo Celsia fue entregar ese edificio al Municipio, porque yo sabía que se iba a hacer una buena obra con él, eso es maravilloso”.
Y al igual que Cela, desea que se le dé un buen manejo a esta joya arquitectónica de Cali. “Que lo traten bien, que merece que lo mantengan en buenas condiciones, así como lo entregaron. Y yo sé que lo van a hacer y que esto ayudará a la cultura del Valle del Cauca”.
Luego de su cesión por parte de Celsia perteneció a la Unidad Administrativa Especial de Gestión de Bienes y Servicios. Sería utilizado entonces para labores de administración, eventos culturales y proyectos educativos artísticos.
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Mantenimiento del edificio
Holbein Giraldo Paredes, historiador, filósofo, docente investigador de la Universidad Libre, opina que el edificio Coltabaco se encontraba en mejores condiciones cuando estaba en manos de privados.
“Me preocupa que el Municipio asuma una actitud de olvido total y esta joya arquitectónica desaparezca. Es urgente una política pública conservacionista del patrimonio cultural, arquitectónico e histórico. El Edificio Coltabaco ha tenido varios usos a lo largo de sus ya casi nueve décadas. Usarlo para exposiciones de arte es darle un uso adecuado, un espacio para la difusión y promoción de la cultura”.
Giraldo añade que es lamentable que el edificio Coltabaco se encuentre en un estado de deterioro tan avanzado y que, a su parecer, la Administración Municipal no valore el patrimonio cultural, arquitectónico e histórico de la ciudad. Además, considera que Cali no tiene una política pública de conservación del patrimonio cultural, arquitectónico e histórico. Considera que “no tener memoria histórica es no tener identidad y la ciudad de Cali se arriesga a perder su identidad, al no valorar su patrimonio cultural e histórico”.
A brillar la joya
Tal parece, que hay esperanzas para los caleños que desean que el edificio de Coltabaco siga siendo un ícono arquitectónico y de esplendor para la ciudad. Carlos Alfonso Salazar Sarmiento, director técnico de la Unidad de Bienes y Servicios, afirma que “en este momento se encuentran realizando los diseños, para el siguiente año iniciar las obras.
En un acuerdo interinstitucional con la Empresa de Renovación Urbana, se han venido desarrollando diseños arquitectónicos, una valoración patrimonial, levantamientos arquitectónicos, para el reforzamiento estructural. La verdad esperamos que para fin de año salgan los diseños, todo para que se mantenga, esté bien, que realmente
está muy deteriorado”.
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