Emergencias por abejas: a diario se atienden 10 de estos casos en Cali

“Hace unos 15 días, en Mariano Ramos, una persona de 26 años con síndrome de down murió luego de ser picado por abejas. El panal estaba ubicado en el patio de la vivienda, parece que las quisieron quemar y desafortunadamente se dio ese desenlace”.

Esta es una de las emergencias de abejas con final trágico, que recuerda el cabo William Rubiano, miembro del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cali, quien asegura que “todo el día se están recibiendo llamadas por abejas en la ciudad” y es difícil determinar un punto donde se concentren estos casos, pues las solicitudes llegan de hospitales, colegios, jardines infantiles, centros comerciales, viviendas y parques en general.

“Hay dos etapas en el año en que se ven con más frecuencia: una es de diciembre a febrero y la otra es de agosto a septiembre, porque es el tiempo en que ellas realizan un proceso que se llama enjambrazón y ese proceso consiste en que familias nuevas que salen de una colmena van a buscar un sitio en donde hacer su nido para continuar con el ciclo de polinización”, asegura Rubiano, quien lleva 35 años trabajando en la atención de estos insectos.

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Según el organismo, durante todo el 2019 se atendieron 2274 casos de control de abejas y en lo corrido de este año van 245, es decir, un promedio de 10.2 casos diarios. El cabo Rubiano explica que todos los bomberos están capacitados para atender estas situaciones y cuentan con cinco expertos que se encargan de realizar el entrenamiento al resto del personal para saber cómo actuar frente a estas emergencias.

“Las técnicas han cambiado. Anteriormente la idea era eliminarlas porque no se tenía un cuidado especial con ellas, ahora lo que hacemos es capturarlas y llevarlas a un sitio seguro tanto para ellas como para la comunidad y que ellas continúen con su ciclo de polinización”, añade el cabo Rubiano.

Entre 2011 y 2018 los Bomberos atendieron 11.639 casos de control de abejas en Cali, siendo el principal incidente por el que recibieron llamados.

Si usted se encuentra con un enjambre o un grupo de abejas que estén ‘alborotadas’ lo primero que debe hacer es calmarse. No gritar, ni manotear y alejarse lentamente (ver gráfico). Estas son algunas de las recomendaciones que hace Oswaldo Rojas Urrutia, apicultor de la Apícola Miel y Vida, quien participó en el rescate de las abejas ubicadas en el predio del antiguo Club San Fernando, la semana pasada.

“Una abeja no ataca, ellas se defienden de las agresiones que nosotros les hacemos. Cuando las personas vean un enjambre que está revoloteando no es porque vayan a atacar, ellas van cargaditas con agua, con miel y solamente buscan reposar, descansar e irse”, señala Rojas.

El experto advierte que cada día se está acabando con la población de abejas, lo cual representa un riesgo para el equilibrio ecológico, por lo tanto se debe velar por su conservación.

“Eso no es invento, en China ya hay un problema con las abejas y están haciendo un tipo de polinización artificial, lo cual no les va dar abasto. Se calcula que la abeja es la responsable del 80% de la polinización de todo el alimento que hay en el planeta, entonces lo que hacen es que van de flor en flor y van llevando el polen, así hacen la fecundación y posteriormente habrá floración y fruto, por eso debemos cuidarlas”, precisa el apicultor.

El rescate y traslado de estos insectos es un proceso que puede tardar una hora, en promedio, dependiendo de la magnitud del enjambre, que puede agrupar entre 2000 y 120.000 abejas.

“El humo se usa para bloquear las feromonas de las reinas y que puedan estar más calmadas. Se utilizan porta núcleos, que son unas cajas de madera, o unas mallas especiales donde las echamos y trasladamos. Luego las llevamos a un santuario apícola a un proceso de cuarentena para verificar que estén bien de salud y trasladarlas a sectores donde puedan continuar con su trabajo, la idea es sacarlas de la zona urbana porque ahí es donde vienen los problemas”, precisa Rojas y agrega que están trabajando en conjunto con los Bomberos para hacer la recuperación de los enjambres transitorios.

Frente a los cuidados que se debe tener en la salud en caso de una picadura de abeja, el médico Hernán Córdoba, director del servicio de alergia del Centro Médico Imbanaco, explica que los más importante es retirar el aguijón de la abeja, “porque el aguijón sigue inyectando veneno y va a producir una reacción mayor”.

De diez llamados por emergencias de abejas, nueve corresponden a este tipo de insecto y uno es de avispas (lucen como hormigas con alas y son más agresivas).

El médico Hernán Córdoba explica que después de ser picado por una abeja y retirarse el aguijón se debe observar la reacción. La persona se puede aplicar alcohol para evitar la infección y si le sale una roncha mirar si empieza a crecer y tomar antihistamínico de acción rápida.

“En caso de que no sea una picadura sino varias, incluso puede tomar doble dosis de antialérgico que no tiene ningún efecto dañino, en caso de que sean muchísimas picaduras el veneno de las abejas puede producir falla renal, daño renal, entonces si son múltiples picaduras debe acercarse a un servicio de salud para que sea monitorizado”.

El especialista añade que hay un grupo de pacientes alérgicos a las picaduras de las abejas: “estas personas con una sola abeja hacen una reacción generalizada en todo el cuerpo de ronchas, hinchazón en los labios, en los párpados y puede llegar a cerrársele la vía aérea. Ese paciente con una siguiente picadura puede llegar hasta morirse”.

”Si se sospecha que hay una alergia debe consultar al médico de alergia para hacer pruebas de alergias y si sale alérgico a la picadura de abeja se puede poner vacuna de alergia a la picadura del veneno”, precisa Córdoba.

Según el apicultor Oswaldo Rojas, las abejas tienen un ciclo de vida que puede durar 45 días en verano, y hasta dos meses en invierno.