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HUERTAS

En Cali, la agricultura urbana se hace tendencia en pleno confinamiento

El acceso directo a alimentos sanos y el cuidado al medio ambiente son algunas ventajas de cultivar durante el confinamiento. Algunas familias producen en ellas hasta el 50 % de los productos que consumen.

12 de junio de 2020 Por: Evelyn Henao, integrante del Semillero de Periodismo USC- El País
Linda Julieta Ríos Valencia organizó una huerta en el balcón de su casa, en el barrio Paso del Comercio. Allí siembra cilantro, tomate cherry, albahaca, cimarrón, espinaca y romero. Y está feliz porque una mata de tomate ya le está dando sus primeros frutos. | Foto: Evelyn Henao, integrante del Semillero USC - El País

Cultivar hierbas y otro tipo de plantas alimenticias en jardines, terrazas, balcones y patios de residencias de Cali se está convirtiendo en una tendencia que conlleva múltiples beneficios.

Quienes practican la llamada agricultura urbana o periurbana (cerca a la ciudad) comentan que lo hacen para asegurar parte de su autonomía alimentaria, además de ahorrar tiempo y dinero al no tener que ir a comprar ciertas hierbas, frutas o tubérculos a tiendas o centros comerciales.

De acuerdo con el informe ‘Ciudades más verdes’, realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, los huertos urbanos y periurbanos son una de las estrategias principales para la erradicación del hambre a nivel mundial.

Y es que no solo el Covid-19 se ha convertido en una amenaza latente contra la vida en la actualidad, sino también la falta de alimentos en algunos hogares y la no posibilidad de acceso a medios de subsistencia que les garantice una autonomía alimentaria.

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Tener autonomía alimentaria y contribuir al cuidado del medio ambiente desde casa fueron uno de los principales propósitos que llevó a que Mauricio Sánchez Aristizábal, fotógrafo de profesión, construyera una huerta urbana en la terraza de su casa, ubicada en el barrio San Antonio.

“Si uno es bien juicioso puede lograr una autonomía de alimentos de un
50 % o 70 %, y esto brinda una gran ventaja frente a personas que todo lo tienen que comprar, pero eso es un proceso y pienso que hacia allá deberíamos ir todos. Además, la coyuntura que estamos viviendo hoy, es solo la cabeza del iceberg. Hay cosas mucho más graves de las cuales la sociedad ha intentado reflexionar, pero nunca le ha dado la relevancia que tiene”.

Alivio económico

En tiempos de confinamiento, poder producir la comida propia puede brindar un alivio económico a los hogares que vieron reducidos sus ingresos. Así lo deja ver Linda Julieta Ríos Valencia, quien desde hace tres años y medio utiliza el balcón de su casa, en el barrio Paso del Comercio, como espacio para una huerta urbana.

“Uno tiene una leve ventaja, porque hay cosas que uno está consumiendo que tiene ahí a la mano, no tiene ningún costo, es totalmente natural, no tiene químicos y me evito ir a la tienda por cilantro, cimarrón, entonces son muchas las cosas que tengo que representan economía para el bolsillo del hogar y más, en este momento que nos encontramos en cuarentena”, afirma con felicidad y convicción.

Por su parte, Esther Ortiz de Garzón, aprovechó el espacio de su patio en el barrio Los Alcázares para cultivar papaya.

“En este momento en mi casa solo tengo cultivo de papaya, estoy muy pendiente de ellos, mi principal ingrediente es hablarles. Todos los días les hablo con amor, les digo: ‘bueno ya es hora de que comience a cargar sus ‘papayitas’ y me ha dado resultado. De esta manera me entretengo pasando la cuarentena y más, porque al ser una persona que pertenece al renglón del adulto mayor, no puedo salir a las tiendas”.

Entre las prácticas más comunes de los cultivadores está utilizar la composta que sale de los residuos de las cocinas de las casas, como la cáscara de huevo o el cisco de la madera. Así lo explica Inés Sandoval, una colombiana radicada en España y quien actualmente se encuentra varada en su país natal. Ella tomó la decisión de aprovechar el confinamiento para crear una huerta en el patio de la casa de su mamá, en el barrio Los Alcázares.

“Siempre me ha gustado el cultivo, aproveché mi tiempo aquí para hacer una huerta en el patio de la casa de mi mamá, así que sembré cilantro, cebolla, pimentón y ajo, realmente disfruto mucho de las huertas”.
Beneficios para la salud mental

En tiempos de pandemia son muchos los beneficios que representa tener una huerta en casa, no solo por producir alimentos de autoconsumo sino también como elemento de distracción, de disipación de la mente durante el confinamiento.

Para la psicóloga Tatiana Ramírez, especialista en salud mental y neuropsicología y actual estudiante de licenciatura en ciencias naturales, tener una huerta en la casa ayuda a que no se pierda la conexión con la naturaleza, al tiempo que se desarrollan valores como la responsabilidad y la alegría, al evidenciar que lo que se sembró dio frutos. Además, se convierte en una actividad que se puede desarrollar en familia siempre y cuando exista diálogo y consenso de quienes desean participar y puede brindar a los más pequeños de la casa un momento de distracción y aprender algo nuevo.

“Cuando creamos una huerta, tenemos unos valores de responsabilidad con la planta, porque empieza a crecer y comenzamos a ver cambios notorios que a nosotros nos hace sentir bien, y con estos resultados empezamos a incluir a nuestra familia. Por ejemplo, en los niños se genera un proceso de acción, explicarles a ellos la importancia de estos cultivos, plantearles una dinámica de juego, cómo se va a sembrar una planta, los cuidados que debemos tener, así como lo hacemos con las personas; regarlas con agua porque también son seres vivos, entonces, desde ese momento, empezamos un proceso pedagógico con los niños, y de esta manera generamos un proceso de identificación simbólica”, afirma Tatiana Ramírez.

Entre los múltiples beneficios que presenta tener una huerta urbana, también está ayudar a lidiar con los problemas mentales, como lo explica Karina Quintero Munar, psicóloga clínica y educativa, especialista en familia. “La huerta urbana es una práctica que está generando beneficios a nivel de salud mental, aun en personas que puedan padecer algún tipo de cuadro de ansiedad, les puede ayudar a mantener su atención focalizada en algo distinto al temor a la incertidumbre de qué pasará mañana. Es una estrategia positiva porque está ayudando a la persona a reinventar nuevas formas de estar en casa, de tolerar la soledad, el aislamiento, mejorando la salud mental, ya que cambia el foco de atención, por ejemplo, de alguien que se encuentra deprimido, ansioso, en algo productivo”.

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