En vídeo quedó registrado un habitante de la calle robando tapas de alcantarilla al sur de Cali

En un vídeo difundido en redes sociales se puede apreciar cómo un habitante de calle transita por el sur de Cali con una tapa robada de una alcantarilla.

Gracias al seguimiento de algunos ciudadanos y la pronta llamada a las autoridades, la Policía detuvo a este sujeto y lo capturó. Sin embargo, la comunidad hace una pregunta clave: ¿quién compra estos elementos robados?

Uno de los peligros de que estos elementos sean hurtados es que, al quedar descubiertas las alcantarillas, los transeúntes pueden caer en ellas y sufrir graves lesiones.

El robo de las tapas sigue siendo uno de los métodos más usuales entre los habitantes de calle urgidos por dinero. Las varillas de hierro que conforman la estructura rígida sobre la que se construye la tapa son, en el universo de la adicción, plata en efectivo para seguir destapando las vías del consumo.

Es más, en algunos rincones de Cali, esas varillas pueden costar hasta cinco mil pesos en promedio y en otras zonas de la ciudad son cambiadas mano a mano por papeletas de bazuco y otra clase de drogas.

¿Qué otros elementos de infraestructura se roban en Cali?

En abril de 2023 dos personas que fueron capturadas, luego de haber cortado un extenso tramo de cable telefónico, fueron enviadas a la cárcel. Los hechos se registraron en la Carrera 1 con Calle 36, en el barrio Bolivariano.

“En efecto, la Juez 26 Penal Municipal con función de Control de Garantías dictó medida de aseguramiento consistente en privación de la libertad en centro de reclusión en contra de César Stiven Cortés Ramírez y Gabriel Alejandro Castaño Obispo (extranjero), quienes fueron acusados como presuntos responsables del delito de hurto calificado agravado”, informaron las Empresas Municipales de Cali, Emcali, a través de un comunicado de prensa. En este caso los daños causados, avaluados en $21.000.000, dejaron sin servicio de telefonía, televisión e internet a 721 suscriptores de Emcali Telecomunicaciones.

Además, el mismo mes, en diferentes operativos realizados en los barrios El Refugio, Siete de Agosto, Guayaquil y La Merced, se presentaron acciones delincuenciales contra la infraestructura de Telecomunicaciones.

Como presuntas responsables de estos hechos fueron capturadas cinco personas, las cuales fueron puestas a disposición de la Fiscalía General de la Nación para la correspondiente formulación de cargos ante un juez de garantías.

Como se recuerda, hace una semana Hernando González Vargas y José Luis Villota Gómez fueron condenados a 32 meses de prisión por hurto de cable telefónico.

Cabe recordar que la ciudadanía puede reportar a las autoridades cualquier hecho sospechoso relacionado con la infraestructura de servicios públicos a los teléfonos de seguridad de Emcali: 602 3250000 – 602 899 5302.

Según Emcali, en el 2021 la Gerencia de Telecomunicaciones de Emcali debió invertir $10.000 millones en reparaciones de los daños a su infraestructura.

En la actualidad, el Departamento de Seguridad de las Empresas Municipales tiene identificadas zonas del norte, centro y del sur de Cali como las más impactadas por robo y vandalismo.

En estos sectores, en 2022 Emcali Telecomunicaciones dispuso de cuadrillas para atender en promedio 25 daños ocasionados por las afectaciones a su infraestructura.

Asimismo, el Área Jurídica de Telecomunicaciones ha entablado denuncias en contra de, por lo menos, 60 personas capturadas.

El área de Acueducto y Alcantarillado contabilizó en el primer semestre del 2022 un total de 2449 medidores de agua afectados, cuya reposición le ha costado a los usuarios $595 millones, ya que son ellos quienes deben asumir la compra de los equipos y el pago de los trabajos de reposición. La mayor parte de estos ilícitos se registran en el centro y en las comunas 2, 3, 8, 13 y 19.

Adicionalmente, por cada medidor que es hurtado, la ciudad pierde entre 4 y 5 metros cúbicos de agua potable.

Por las condiciones de la red, el robo de cable en energía se presenta en menor número de casos, pero el impacto sobre el suministro, la mayoría de las veces, puede ser cuantioso, ya que expone a la empresa a multas de hasta $10.000 millones por deterioro en la calidad del servicio.