Este es el plan del Dagma para volver a Cali una ciudad verde y sostenible; habla su director Mauricio Mira

Mauricio Mira Pontón es el director del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma, quien ha llegado a la entidad para cambiarla, limpiarla y ampliar su visión. En tan solo cuatro meses, este funcionario ya ha creado varias unidades que prometen un mayor refuerzo y nuevos pilares.

¿Quién es el director del Dagma?

Nací en San José de Costa Rica, soy tico de nacimiento y caleño de adopción, he vivido entre estas dos ciudades. San José de Costa Rica es progresista ambientalmente y es líder en la materia. Aquí en Cali estudié mi primaria y parte de secundaria en el Berchmans. Me gradué de Administración de Negocios y tengo un posgrado en finanzas y bolsa. Trabajé en Estados Unidos y Panamá con GP Morgan con Naciones Unidas por 12 años, en temas de creación de empresas e inversión extranjera directa.

¿Cómo se vincula al tema del medio ambiente?

Renuncié a la ONU y después del huracán Katrina hubo un documental que me cambió la vida, que se llama ‘Una verdad inconveniente’, de Al Gore, y eso me transformó. Renuncié a Naciones Unidas, todo el mundo creía que estaba loco y me fui a hacer una maestría en Suecia en Desarrollo Sostenible, al final hice una empresa que se llama Equilibrium Consulting, luego otra que se llamaba Green Plus Solution.

Me dediqué a trabajar. En ese momento me llamaron del gobierno de Juan Manuel Santos para trabajar en el Ministerio de Ambiente, ya que requerían de una persona que supiera de agroecología, de cultura sostenible.

El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Gabriel Vallejo, vio mi hoja de vida y me dijo que quería que trabajara en la oficina de negocios verdes, y de allí sacamos políticas públicas increíbles, el Plan Nacional de Negocios Verdes, recuperamos las tasas ambientales que son dinero para preservar y conservar, sacamos el impuesto al carbono también.

Luego de cuatro años de laborar en el Ministerio, me dediqué a las consultorías con el Banco Interamericano, saqué la taxonomía verde con el Banco Mundial.

Trabajando en Cali con una empresa tuve una agradable coincidencia con el alcalde Alejandro Eder, empezamos a hablar y me invitó a acompañarlo en el equipo de empalme primero y después ya me ofreció trabajar con él.

Usted tiene otra visión del Dagma, no solo el impacto sonoro, ni los árboles caídos. ¿De qué se trata?

El Dagma no es solamente una autoridad ambiental, sino también de desarrollo sostenible, y eso significa que tenemos que buscar romper paradigmas económicos, crear temas de negocios verdes, el tema de Movilidad Sostenible, eficiencia energética, energías renovables, economía circular, mil cosas que van a contribuir de pasar de una ciudad de lo tradicional, a una ciudad que está en armonía con el medio ambiente y buscar lo que se llama una economía restaurativa para el día de mañana.

¿Cómo encontró el Dagma?

El Dagma para mí es una de las organizaciones más importantes del gabinete, sin embargo, era la más relegada, la que tenía un alto grado de corrupción siendo franco. Lo tenía, ya no, porque hemos hecho una reestructuración, una reingeniería de absolutamente todo, porque eso es parte del compromiso del por qué acepté este cargo, sino me hubiera quedado en un cargo que estaba anteriormente con la empresa anterior donde yo ganaba casi cuatro veces más.

Y me metí en esto porque el Alcalde me dijo: “Necesitamos una persona como vos pero que haga una limpia totalmente al Dagma y le dé otro enfoque”. Yo le dije: “Listo, hacemos eso, pero si usted también me da cierto margen de maniobra y realmente borramos todo esto y lo montamos como una institución del siglo XXI”. En eso llevo cuatro meses, ya limpiamos absolutamente todo, habrá algunos rezagos, pero estamos literalmente haciendo que la entidad sea una entidad del siglo XXI.

Se habla de corrupción dentro del Dagma, ¿qué actos de corrupción encontró?

Por ejemplo, había una empresa que está vertiendo contaminación al río Cali, a cuerpos hídricos y fue sancionada y la tasación dada, por darte un ejemplo, era de tres mil millones de pesos y llegaban esos funcionarios corruptos del Dagma, y lo que hacían era negociar una multa por mil millones de pesos y otra parte para sus bolsillos.

Eso está documentado, están con la Procuraduría, Contraloría, y todos esos funcionarios, bajo unos procesos judiciales.

¿Cuáles son los pasos estratégicos que va a seguir o los pilares para convertir al Dagma en una entidad del siglo XXI?

El Dagma no tenía un área de cooperación internacional, increíblemente no la tenía, entonces no teníamos gente que tuviera esa interconexión con el sistema internacional donde están todos los recursos para potencializar a una ciudad verde y sostenible.

Estamos hablando de electromovilidad, eficiencia energética, todo el tema de estructuras verdes, todo lo que se requiere para esa transición, si el Estado tiene unos recursos, pero es la cooperación internacional la que va hacer la magia. Esa unidad ya se creó. También creamos una Unidad de Reacción Inmediata, que no existía, entonces cuando se caían árboles o cosas de estas, se demoraban demasiado ante la interacción con la comunidad.

Fortalecemos el equipo sancionatorio, ahorita hay que cumplir la ley, la ley es dura, pero se cumple, eso es parte de los principios totalmente incorruptibles; fortalecimos esos equipos y estamos también trabajando en otros temas como defensa de lo público, entre otros, para vigorizar la institución y sobre todo, que sea gente realmente idónea, y generar esa trazabilidad desde la gestión de cada uno de ellos.

¿Ya tiene todo su equipo conformado?

Yo diría que ya estamos al tope, ya tenemos nuestro equipo de trabajo, estamos simplemente determinando algunos puntos que hay que cerrar, algunos vacíos, pero yo diría que ya estamos listos, y es un tema simplemente de tener esa continuidad de los equipos que requieren dar cumplimiento a esas metas y objetivos que hemos identificado en el Dagma.

¿Ha sido difícil conseguir personal idóneo para Cali, sobre todo porque vemos que la gente con memoria institucional del Dagma es muy poca, y además con un perfil muy especializado?

Eso siempre es difícil, pero yo siento que la Academia está forjando nuevos enfoques, nueva gente. Por ejemplo, antes era muy complejo ver el tema del análisis cuantitativo de temas de cambio climático, porque se requieren modelaciones económicas y estamos viendo que muchas universidades están generando nuevos profesionales. Entonces sí ha sido difícil en algunas cosas, pero estamos identificando finalmente dónde están esas fuentes.

¿En qué está trabajando el Dagma actualmente frente a la COP16?

Estamos trabajando en diferentes frentes, un tema de carácter global, también creando capacidades para saber de qué se trata esta negociación global, pero también queremos aprovechar la coyuntura del evento para iniciar una hoja de ruta hacia una transición verde y un plan maestro que estamos desarrollando con el Banco Interamericano de Desarrollo.

¿Habrá educación ambiental para que los caleños se preparen para la COP16?

Todo el mundo escucha lo que es la COP, pero no saben realmente lo que es. La Conferencia de las Partes realmente es más que un evento, la COP es la hoja de ruta, pero no de la región y el país, sino del planeta entero, por dos años. De hecho se va a llamar acuerdo, ya no de Montreal, sino acuerdo de Cali, que va a generar la hoja de ruta de cómo el planeta tiene que continuar en temas de biodiversidad y en armonía con el medio ambiente.

¿Qué acciones realizan para que el caleño común, la señora que vende arepas, el conductor del MÍO, o el ejecutivo sepan que es la COP16?

Esto se trata de generar campañas asertivas, aquí no vamos a hablar de temas técnicos que la gente no va a entender.

Entonces hay que explicar por qué la COP realmente es una vocación transformadora para nosotros como ciudad, para el planeta entero, así como los beneficios que se obtendrán; por qué vamos a trabajar una zona azul donde se van a hacer las negociaciones, y la zona verde donde vamos a demostrar cómo creceremos de forma sostenible.

Vamos a hacer un trabajo conjunto con las comunidades, con las comunas, con los consejos comunitarios, con las Juntas de Acción Comunal, con las Fuerzas Vivas que hay en Cali a nivel empresarial, entre otras. Hay que presentar qué es la COP, por qué es importante, cuáles son los beneficios que se esperan, qué va a venir después de la COP en términos de ciudad, de región.

¿Qué le va a quedar a Cali con todo este trabajo?

Con el tema de la COP16 se están generando un montón de charlas y dinámicas que antes no se daban.

Ahora estamos hablando de por qué no cambiamos toda la flota de vehículos públicos a vehículos eléctricos o de hidrógeno, antes no se daban esas charlas, ahora sí, con todos los otros secretarios.

Lo que quiere el alcalde Alejandro Eder es generar un plan maestro para que trabajemos esto a nivel de todas las secretarías, para que todos hablen el mismo lenguaje en procura de una visión de ciudad verde y sostenible.