Cali
Esto fue lo que le dejó el Covid-19 a Cali y el Valle en materia de salud
Cinco años después de que se registraran los primeros casos de coronavirus en el país, el balance en materia de modernidad es positivo para el departamento.

Hace cinco años, la historia mundial cambió cuando una pandemia denominada Covid-19 apareció y dio paso a la crisis sanitaria más grave que la humanidad moderna haya podido enfrentar.
En Colombia, el primer caso se registró el 6 de marzo de 2020 y puso a prueba todo el potencial del sistema nacional de salud, además de la solidaridad del personal médico del país.
En el Valle del Cauca y en Cali, la pandemia logró, sin imaginarlo, un fortalecimiento del sistema de salud.
María Cristina Lesmes, quien entonces, como hoy, era secretaria de Salud Departamental, señala que el covid les enseñó que lo que habían aprendido en salud pública era una realidad y “sabíamos cómo enfrentarlo”.

Dice que otra de las enseñanzas fue la altísima vulnerabilidad de las personas, la importancia de los espacios abiertos, los determinantes sociales de la salud, la vulnerabilidad de los más pobres, “sobre todo el cómo siempre las enfermedades transmisibles se concentran en los hogares de las personas con menos recursos, donde los espacios son escasos y donde no hay ventilación”.
El reto en ese momento para el Valle del Cauca era contar con poca capacidad de Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, lo cual fue considerado el problema mayor, debido a que las personas contagiadas del virus presentaban una afección respiratoria severa.
“Los pulmones se cristalizaban y no podían respirar, por eso necesitaban un respirador artificial para que hiciera la función de los pulmones. En ese instante teníamos 800 camas de UCI y calculábamos necesitar por lo menos 30 % más”, recordó Lesmes.
Conseguirlas fue muy complejo, debido a que el mundo entero estaba comprando ventiladores y ya no había disponibles en el mercado.
“Pero logramos desarrollar la inventiva, usamos los Cpap, aparatos que se usaban para la apnea de sueño como respiradores en los hospitales chiquitos. Encontramos solidaridad, logramos profundizar la relación público-privado del Departamento, contamos con la generosidad de las instituciones de salud para poder atender nuestros pacientes y evitar el mayor número de muertes posibles”, detalló la Secretaria de Salud del Valle.

Según el veedor de Salud Luciano Calderón, por la situación los servicios mejoraron “en equipos, en camas UCI pediátricas, se aumentó el equipo médico, el personal de talento humano y se ampliaron salas que no estaban habilitadas para el manejo de estos pacientes, lo que nos quedó como un beneficio”.
Mientras en septiembre de 2020 el mundo completaba los 31 millones de casos confirmados y 965 mil muertes, el Valle del Cauca llegaba a los 58.048 casos positivos.
Cali no fue ajena
En la capital del departamento la situación también desafió la capacidad de respuesta del sistema de salud local. Un total de 307.471 personas contrajeron la enfermedad y lamentablemente 7676 perdieron la vida.
“Cali ha tenido de larga data una red hospitalaria fortalecida, que después del covid quedó mejor preparada y con capacidades instaladas mejoradas, sobre todo la pública. Nosotros poseemos una de las redes más extensas que una ciudad capital tenga en todo el país, con más de cien IPS públicas en toda la ciudad y, por supuesto, dentro de la red privada contamos con hospitales altamente reconocidos en la región”, detalló Germán Escobar, actual secretario de Salud de Cali.
Durante la pandemia, la ciudad pasó de tener 174 a 480 camas en baja complejidad, de 448 a 1029 en mediana complejidad, y de 628 a 875 en alta complejidad (UCI), además de los ventiladores y congeladores que llegaron a Cali para reforzar el sistema.

Medidas que siguen vigentes
Tanto para las autoridades del Valle del Cauca como de Cali, algo para rescatar son las medidas de bioseguridad adoptadas como la higiene y el distanciamiento social.
“El autocuidado, la capacidad de una persona una vez tenga síntomas respiratorios de poder hacer el autoaislamiento, utilizar tapabocas, lavado de manos frecuentes y ventilar espacios cerrados se convirtieron en hábitos que aún hoy nos ayudan a cuidarnos. Son medidas sencillas del día a día que ayudan a mitigar los impactos de enfermedades infecciosas”, aseguró Escobar.
Versión que comparte Lesmes, al indicar que en la actualidad se siguen usando los tapabocas cuando hay una enfermedad respiratoria.
“Entendemos que es una barrera de transmisión muy importante para quienes están enfermos con gripa o para los que tienen inmunosupresión por alguna enfermedad o un tratamiento “, recalcó la Secretaria de Salud del Departamento.
También hay que mencionar las vacunas, las cuales, según las autoridades de Salud, permitieron conseguir el único antídoto real contra la enfermedad.
El plan de vacunación, que inició en Cali el 18 de febrero de 2021, demostró ser una herramienta clave, con más de 3.209.516 dosis aplicadas hasta el 2022. Asimismo, entre 2023 y 2025 se aplicaron 52.270 dosis.
“En Colombia tuvimos vacunas de cinco casas farmacéuticas distintas con plataformas diferenciales. Ahora tenemos vacunas de la más alta tecnología disponibles para el refuerzo de la población”, explicó Escobar.
Secuelas
El veedor de Salud, Luciano Calderón, aseguró que aún hoy hay personas que quedaron con complicaciones por la enfermedad, como las de patologías respiratorias y de movilidad.
Mientras, el Secretario de Salud de Cali señaló que el problema del aislamiento y la incertidumbre afectaron la salud emocional. “Solo en Cali se tienen cerca de 20.000 personas con diagnóstico por trastornos de salud mental, como ansiedad o depresión, y esa es una de las prioridades de la actual Administración”, recalcó.
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