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INS: "Eliminar prueba PCR no fue una burrada, fue una decisión con evidencias científicas"
Martha Ospina, directora del instituto, dice que los cierres se dan porque la gente no adopta las medidas. Cuenta detalles del estudio de seroprevalencia que inicia en Cali.
El comportamiento que tiene cada municipio en Colombia en esta pandemia por Covid-19 lo conoce bien Martha Lucía Ospina Martínez, la epidemióloga caleña que asumió la dirección del Instituto Nacional de Salud, INS, hace cinco años y que hoy lidera en el país el manejo de una enfermedad hasta hace poco desconocida para el mundo.
En este reto de salud pública es el INS la entidad encargada de consolidar los números de casos, contagiados, fallecidos y recuperados de Covid-19 en los 1122 municipios de Colombia para luego, junto con el Presidente de la República y sus asesores tomar las mejores decisiones.
Esta semana, la directora del INS lanzará el inicio del estudio de seroprevalencia en Cali, en donde se harán pruebas y entrevistas a 1971 personas para conocer en qué momento epidémico está la ciudad.
Ospina, el viernes mientras está atenta a recibir el reciente informe de covid en cifras, apartó un espacio de su apretada agenda, para explicar de qué se trata dicho estudio y dar una mirada crítica del manejo de la pandemia en Cali y Valle.
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Cuéntenos, ¿en qué consiste el estudio de seroprevalencia que se está desarrollando en el país y que esta semana inicia en Cali?
El estudio de seroprevalencia es una investigación que hacemos en todas las epidemias. Es la medición de la huella inmunológica que el virus, en este caso el SARS-Cov 2, deja en las personas. De esa manera podemos ver cuántos tienen esa huella inmunológica y calcular cuál es el porcentaje de afectación de la enfermedad en el país. Se realizará en 10 ciudades.
Es importante porque cada dinámica epidémica tiene un porcentaje de la población que genera cierta estabilidad natural, es decir, aunque todas las personas son susceptibles no quiere decir que el 100 % terminen infectadas. En la historia, cada enfermedad tiene un número mínimo de personas -que se enfermaban-, después se empezaba a bajar los casos, la población se estabilizaba y la enfermedad comenzaba a convivir con la comunidad sin ser una epidemia.
¿Cuándo se conocerán los resultados?
Con todos los análisis estadísticos se publicará el próximo año en enero y febrero, pero 4 o 5 semanas después de que se termina la medición de una ciudad tenemos unos datos preliminares macros de porcentajes.
¿En Cali cómo se llevará el estudio?
Se tendrá una muestra de 1971 personas, 400 trabajadores de la salud. Se visitarán 96 barrios.
Además de la muestra de sangre que se le toma a las personas, se hace una encuesta muy detallada que permite hacer una cantidad de descripciones sociodemográficas del comportamiento de la epidemia. Con el Dane se tiene la cartografía, es decir, sabemos exactamente el barrio, manzana, casa. Las dos pruebas que utilizamos son las mejores disponibles en el país, una de ellas es hecha en Colombia que es la Elisa in-house, con capacidad de medir anticuerpos.
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¿Cómo analiza el manejo de la pandemia en Cali?
En general, todos estábamos esperando la llegada del virus con unos modelos que previamente habíamos hecho. Cali es una de esas ciudades que estaba trabajando activamente con epidemiólogos de la Universidad del Valle, la Secretaría de Salud de Cali y el Valle con las predicciones y los análisis preliminares.
Desde ese momento Cali de manera juiciosa montó una sala de análisis de riesgo y todo el ejercicio de preparación. Hay que recordar que Cali, al igual que otras ciudades, acababa de tener cambio de gobierno, tenía parte del personal de siempre, pero otro había salido y le tocó sobre la marcha vincular personal y reacomodar para poder asegurar la respuesta.
Cali iba más atrás que otras ciudades del país desde el punto de vista de la curva epidémica. La Costa Caribe, en Cartagena por ejemplo, sitios que rápidamente empezaron un contagio más activo y Cali con medidas iniciales tuvo un crecimiento más lento.
La subida de Cali no fue vertiginosa como en otros lugares, fue una subida que se le nota la presencia de las medidas de control social que se dieron en la ciudad, sin embargo, últimamente eso ha cambiado.
Se nota que no hay apego a las medidas de parte de toda la población y se ve cómo hay nuevos casos que entran a alimentar la curva que no parece bajar.
¿Cuáles son los indicadores que nos harían regresar a una cuarentena?
Los indicadores que más preocupan son el exceso de mortalidad. En una medida de total de muertes por todas las causas, excepto las externas -accidentes, violentas por ejemplo-, ese total de muertes muestra en las curvas que algo está produciendo más decesos de lo habitual.
Otro indicador es la positividad, si de cada 3 personas hay un positivo, quiere decir que la circulación del virus está muy activa. También un indicador poderoso son los días de duplicación, o sea, cada cuántos días se duplica el total de casos o de muertos. El Rt, es uno estrella, muestra la velocidad de transmisión.
En Colombia, solo está con el Rt por debajo de 1 Leticia.
¿Podría haber un nuevo cierre económico?
La gente tiene que entender que aún hay medidas restrictivas al comercio (limitación de aforos, horarios, etc.), porque no entendimos que es a cambio de acatar las medidas de manera individual. Esas personas que no usan tapabocas, no mantienen el distanciamiento, que hacen fiestas, son las causantes de mantener así el comercio. La meta es que la actividad económica esté activa y que la gente pueda trabajar. Nadie planea un cierre, el cierre es consecuencia de la velocidad de transmisión que se da porque la gente no adopta las medidas.
En Cali se quiere hacer la feria virtual y un alumbrado navideño móvil, ¿considera que es prudente hacer este tipo de eventos?
Los gobiernos locales son los únicos que pueden plantear las medidas para su población. La economía debe reactivarse, debe reforzarse el mensaje real: hay economía abierta, trabajo, empleo, siempre y cuando se tenga compromiso ciudadano.
Una ciudad pudiese llegar a tener condiciones para tomar cualquier decisión, solo cuando tiene una infección bajo control. Es importante saber cómo está el control de la epidemia y el acuerdo ciudadano en el cuidado para cualquiera que sea el evento o propuesta que se va a hacer.
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Las autoridades de salud de la región prevén un repunte de casos covid en diciembre. ¿Cuáles son las proyecciones desde el INS?
No hay proyecciones. No es que no las tengamos, no existe en el mundo, nadie tiene un modelo que haya funcionado para hacer esas predicciones. Nosotros sí tenemos muchos -datos y cifras-, pero eso es un tema del día a día, con lo que salga hoy, vamos ajustando. Porque los tengo puedo afirmar que no es cierto que existan predicciones, sé el nivel de variabilidad que tiene.
¿Cuándo podremos hablar de un rebrote?
Nadie lo sabe. ¿Cuándo viene? cuando la gente crea que el rebrote es inevitable, insistan en no adherirse a las medidas, ahí tendremos suficientes casos para que la curva empiece a subir y hablaremos de un rebrote. En el caso de Cali no será un rebrote porque la curva no termina de bajar, habría un nuevo incremento de la curva. Es decir, está totalmente en manos de cada persona, no en un modelo predictivo.
El alcalde Jorge Iván Ospina dijo que eliminar la PCR para ingresar al país, era una “burrada”, ¿qué cree usted?
El Ministerio de Salud eliminó la prueba porque la Organización Mundial de la Salud con evidencia científica la sugirió a los países por varios motivos; porque genera mucho más perjuicio que beneficio. Entonces no es una burrada, es algo bien hecho, con evidencia científica.
¿Cuáles son los retos más grandes que ha tenido que afrontar?
Muchos, pero de las más críticas es la pérdida del talento humano de los territorios con el cambio de Gobierno. No haber hecho la inversión necesaria en tecnología para que no tuviésemos que ser dependiente, por ejemplo de reactivos importados. El más difícil, quizás, es la desinformación, epidemiólogos de Twitter que hacen tres cuadros en Excel y creen que son modelos.
“Las personas que no cumplen las medidas deberían ser cuestionadas y controladas por los ciudadanos y no es así, se permite. Debería haber un autocontrol en la propia sociedad, eso haría de Cali una ciudad muy ejemplar”
Perfil
Médica de la Universidad Javeriana, Especialista en Gestión de la Salud Pública del la Universidad Icesi. Magíster en epidemiología de la Universidad del Valle y Magíster en economía.
Asumió el cargo como Directora encargada del Instituto Nacional de Salud en el 2015 en reemplazo del doctor Máncel Enrique Martínez Durán. En el 2016 se posicionó.
Ha ocupado el cargo de Directora de Epidemiología y Demografía del Ministerio de Salud. Fue Viceministra de Salud encargada y Directora de la Cuenta de Alto Costo de Colombia.