Cali
La Web se convirtió en un medio para el tráfico ilegal de fauna en Cali y sus zonas aledañas
En zona urbana y rural de Cali también sigue comercialización y consumo de especies silvestres de forma ilícita. Este año van capturadas tres personas.
Muy temprano en la mañana, el pasado jueves, conductores y viajeros que estaban en la terminal de transporte de la capital del Valle notaron la presencia de funcionarios del Dagma y del grupo de Protección Ambiental y Ecológico de la Policía Metropolitana de Cali: inspeccionaron buses, busetas, maletas, bolsos, cajas, pues estaban llevando a cabo un operativo contra el tráfico ilegal de fauna y flora silvestres.
Ese día no hubo ningún decomiso por este delito. Solo un caso llamó la atención: la forma en que fueron transportadas en bolsas de agua crías recién nacidas de pececitos para una empresa piscícola, ya que no se hizo en las mejores condiciones, pero el hecho no fue ilícito.
En cambio, el pasado viernes 16 de junio, en el sector de San Pedro, en el centro de Cali, las autoridades ambientales tuvieron un caso fraudulento y también insólito: capturaron a una persona que tenía en su poder ¡116 escorpiones de cola negra¡ para comercializarlos con fines medicinales, supuestamente.
Esta persona fue capturada por el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales, estipulado en el Artículo 328 del Código Penal. Los animales fueron dejados a disposición del Dagma.
Según las autoridades ambientales, el tráfico ilegal de animales exóticos y silvestres en Cali y su área metropolitana es una constante. Solo por mencionar algunas cifras: hay un promedio de ingresos al año de 1875 individuos de este tipo atendidos en el hogar de paso del Dagma; anualmente la CVC cuida en su centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre de San Emigdio más de 1700 ejemplares que llegan producto del tráfico, entregas y rescates. De ellos el 45 % o 50 % son rehabilitados y devueltos a su hábitat.
De acuerdo con el intendente David Rendón Victoria, del Grupo de Protección Ambiental de la Policía Metropolitana de Cali, mientras el año pasado hubo la captura de un individuo por la tenencia de fauna silvestre, este año van tres personas capturadas y presentadas ante los entes judiciales, debido a los controles que la Policía ha venido realizando en establecimientos de comercio, a raíz de denuncias ciudadanas y de actividades en conjunto con la autoridad ambiental.
El uniformado resalta, además, que en muchas de las visitas que han hecho este año “se ha realizado la incautación de más de 40 animales de fauna silvestre en zonas residenciales”. En los hogares hay tenencia como mascotas de animales silvestres, principalmente de loras, pues a la gente les atrae que hablen, que canten; de tortugas, por la facilidad para criarlas; de primates, ya que les parecen graciosos, tiernos para que jueguen con los niños, e incluso, reptiles, entre ellos, iguanas, boas y lagartos que algunas veces traen de otros países.
“Hay gente que tiene colecciones raras. Hace dos meses aproximadamente, se logró el rescate de tres boas constrictor bastante grandes en el sector de Miravalle, en Jamundí, y fueron encontradas un día tras otro. O sea, que puede ser que hayan pertenecido a alguna persona residente en el sector”, comenta el intendente Rendón.
Para el concejal Terry Hurtado, conocido por su causa animalista, Cali es clave en esta clase de tráfico ilícito por tres razones: por un lado, es un lugar de extracción de fauna silvestre de su hábitat natural porque tenemos la zona rural de Los Farallones, “tal vez no es el lugar donde más animales extraigan, pero sí en algún porcentaje”. Segundo, es un lugar donde, desafortunadamente, se compran animales para tenerlos en cautiverio; tercero, porque es un lugar de paso. Aquí llegan animales de diferentes zonas del país, sobre todo del Suroccidente, incluso, de la Amazonia y los direccionan para otras partes.
El concejal denuncia, además, que en este momento en La Buitrera, asociado a los procesos de ocupación irregular del área rural en zonas que deberían estar destinadas para la protección de las cuencas cercanas al río Meléndez, hay personas que están cazando guatines en un número muy alto y están vendiendo su carne “y eso hace parte del tráfico ilegal de animales silvestres, porque, como lo plantea la norma, el tráfico no es únicamente traficar el animal vivo, sino también de cualquiera de sus partes o el animal muerto”.
“Esa situación puede estar replicándose en otros lugares donde está habiendo procesos de ocupación irregular y eso lo he manifestado a las autoridades competentes esperando que puedan tomar cartas en el asunto”, agrega Hurtado.
Comercialización en redes sociales
Según Franklin Castillo, subdirector de Calidad Ambiental del Dagma, grupos de aves, mamíferos y reptiles encabezan la lista de los animales más traficados, sin embargo, dice, “hay una tendencia sobre la comercialización en redes sociales de especies silvestres y exóticas, la cual se desconoce la procedencia legal y su venta se realiza a nivel nacional”.
La comercialización ilegal de estas especies, continúa Castillo, inicialmente es un negocio atractivo para quienes lo hacen de manera masiva “convirtiéndolo en uno de los ilícitos más lucrativos, el cuarto en el mundo y el tercero en el país, por ende, este tráfico fraudulento corresponde a factores de tipo económico”. (Ver cifras).
Por otro lado, las especies son comercializadas para tenerlas “como mascotas, para consumo, para supuestas propiedades en medicina, brujería, como afrodisiaco y por sus colores exuberantes que llaman la atención de coleccionistas”, asegura Castillo.
El intendente Rendón asegura también que como muchas personas saben que están cometiendo un delito, están usando la modalidad de venderlos en diferentes redes sociales por medio de grupos de WhatsApp, por encargos, por catálogos, entonces, en muchas ocasiones, a los animales no los tienen en un establecimientos sino en residencias. Algunas personas hasta se dedican a la crianza de estos animales en forma ilegal o los tienen por pedido, y cuando la persona que está interesada lo quiere recibir, un domiciliario se lo lleva; o lo cargan en carro, en moto o en transporte público.
“Hemos notado incluso que los envían en encomiendas en empresas de transporte. Por lo menos cuando lo hacen por empresas reconocidas como Inter-Rapidísimo y Servientrega y sus empleados se han percatado de que hay un animal, nos han llamado y nosotros hemos podido rescatar a esa animalito que se encuentra dentro de una caja o en un recipiente”.
Los vehículos de transporte público y de carga son los medios por los cuales son transportados y escondidos los ejemplares de fauna silvestre traficados, ratifica Franklin Castillo, subdirector de Calidad Ambiental del Dagma. El funcionario rememora la ocasión en que se identificó la comercialización de loros enviados desde Medellín a Cali. “La información la tenía la Sijin, el vehículo, que pertenecía a una empresa de transporte público, fue detenido en tres operativos en su recorrido, pero nunca los animales fueron hallados. Hasta cuando llegó a Cali, en el operativo montado en el terminal se identificó que los llevaba en una cubierta y el responsable de la entrega era el mismo conductor”.
Gustavo Alberto Trujillo, biólogo de la CVC, advierte que hoy hay una proliferación de especies exóticas que no pertenecen a nuestro país, las cuales ponen en peligro nuestra diversidad biológica y que las personas, aun conociendo que no son especies colombianas compran, “y después tenemos unos impactos grandísimos en el territorio como en el caso del caracol africano que trajeron con fines cosméticos y de cría y hoy tenemos una infestación nacional que es imposible erradicar. O el caso del cangrejo rojo americano que recientemente ha tenido una aparición en muchas zonas del país”.
Consejos
Hay que educar a la gente para que cambie esa mentalidad antropocéntrica a través de la cual vemos a los otros animales como objetos para nuestra diversión o satisfacción.
No compre fauna silvestre o exótica. No contribuya a extender un negocio ilícito que trae deforestación y otros problemas a la naturaleza.
Tenga presente que los animales silvestres no son mascotas, pueden contraer enfermedades de tipo zoonótico. Su extracción de su hábitat puede generar consecuencias graves para los ecosistemas del país.
Denuncie la tenencia o comercialización ilegal de fauna silvestre.
Si el animal está en riesgo llame al Dagma al 602 653 08 69 o a la Policía Ambiental: 316 893 19 97, para su recolección o cuidado.
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