Las historias de maltrato a ancianos en Cali; así puede denunciar en caso de ser testigo de una agresión

Por Luz Stella Cardona Ruiz, redacción de El País

Eran las 3:30 de la tarde, del jueves de la semana pasada, cuando la Patrulla Púrpura de la Policía Metropolitana de Cali llegó al sector de Los Chorros, zona de ladera, para atender un caso de violencia intrafamiliar contra una anciana de 82 años, al parecer por parte de su propio nieto.

“Cuando ingresamos, encontramos a una persona mayor bastante afectada en su integridad, delgada, y por su apariencia, en un alto grado de desnutrición, lo que confirmaron después los médicos que la atendieron. Estaba además deshidratada y sin fuerzas porque al parecer durante todo el día no había comido nada”.

Así explica la capitán Martha Lucía Orejuela, coordinadora de la Estrategia Mujer, Familia y Género, y Jefe de la Patrulla Púrpura encargada de la atención operativa de los casos de violencia contra mujeres, hombres, ancianos y comunidad Lgtbiq+, lo que vio al llegar a la humilde vivienda.

Fue a través de un vídeo en redes como se dio a conocer este terrible caso de abuso contra una abuelita, cuyo nieto insultaba, amenazaba y le arrojaba al parecer agua, mientras ella solo puede gritar.

“La señora tiene movilidad reducida y visión limitada; presentaba golpes y hematomas en brazos y piernas, algunos recientes y otros de hace tiempo, así como una herida abierta en el brazo izquierdo. El lugar donde la tenían no era el mejor, pues estaba rodeada de gallinas, en un rincón lleno de tablas. Lo que dicen los vecinos es que la mantenían ahí todo el día”, agrega la oficial muy afectada con esta situación.

Según relató, la señora lo único que les pedía era agua. Le suministraron casi dos litros en el trayecto al Hospital Universitario del Valle, donde también pidió que le dieran comida. Por su estado, debió ser hospitalizada.

Además del nieto, quien tendría un trastorno psiquiátrico, la mujer vivía con su hija y una nieta. Ambas habían salido desde tempranas horas de la mañana dejándola a merced del joven. Actualmente, la Defensoría del Pueblo y la Secretaría de Bienestar Social están a cargo de la adulta mayor mientras se recupera y puede ser llevada a un hogar de protección.

Pero solo dos días más tarde, otro caso prendió nuevamente las alarmas respecto de la situación de violencia que viven muchas personas mayores a manos de sus propios familiares.

En esta oportunidad, se trataba de una mujer de 89 años. Según la denuncia, vivía hace más de un año en un carro en compañía de dos sobrinos, un hombre y una mujer.

“No era la primera vez que nos informaban de este caso, pero cuando la patrulla llegaba les decían que el carro se había varado. Así que esta vez les dijimos que nos permitieran valorar médicamente a la adulta y, aunque inicialmente se opusieron, llamamos a los paramédicos de Bomberos que determinaron que sus signos vitales no eran estables y que tenía una celulitis en la pierna izquierda con un olor purulento. Según algunos testigos, en las noches se oían gritos desgarradores, pero no sabemos si era por el dolor en la pierna o por maltrato físico”, sostiene la capitán Orejuela.

Un familiar que contactaron les contó que desde la pandemia, estas dos personas la tenían bajo su cargo, pero habían cambiado números celulares y sitios de residencia para que al parecer la familia no los pudiera ubicar, solo hasta ahora cuando la policía los llamó, -tres años más tarde-, la volvieron a ver. Les dijo también que la tía tenía dos pensiones y que él podría fungir como tutor para que, con ese dinero, pagara un hogar donde la atendieran dignamente. Las autoridades abrieron, contra los sobrinos, la ruta por violencia y emitieron una medida de protección para que la clínica no pudiera entregársela a ellos.

¿Cómo y dónde denunciar los casos?

Luisa Fernanda Benítez, líder del Centro de Atención para Persona Mayor, señaló que, al cierre de 2023, en la ciudad había 410.216 personas mayores (60 años en adelante) que representan el 17,9 % del total de la población del Distrito. Esto significa un incremento importante con respecto al censo de 2015 cuando fue del 12,1 %.

“Los caleños y caleñas nos estamos envejeciendo rápidamente”, dice la funcionaria, quien advierte que desde la entidad se viene socializando con las distintas instituciones sobre la atención y la ruta para personas mayores víctimas de violencia por negligencia, abandono, abuso sexual, violencia intrafamiliar, económica, patrimonial, violencia física y psicológica.

Datos del Instituto de Medicina Legal, revelan que entre enero y diciembre de 2023 se presentaron en Cali 38 homicidios de personas mayores; 115 muertes en eventos de tránsito; 51 muertes accidentales y 17 suicidios. Asimismo, dos casos de presunto delito sexual; 227 de violencia interpersonal; 173 de violencia intrafamiliar; 218 lesiones en eventos de transporte; 70 de violencia de pareja y 11 lesiones accidentales.

Para Benítez, en la ciudad y el país se ha venido normalizando hablarles mal a las personas mayores, desconociendo si tienen demencia o un trastorno cognitivo. “Se está motivando a las personas a que denuncien, porque ahora sabemos que hay unas rutas. Esto que está pasando no es normal, las personas mayores merecen un lugar especial y el buen trato se tiene que dar desde casa, incluso tratar desde los colegios para que los niños no normalicen el tema del maltrato hacia la persona mayor”.

Para eso, tienen habilitada la línea de WhatsApp 323 3732633 y el correo adulto.mayor@cali.gov.co. También se pueden acercar al Centro de Atención para Persona Mayor en la Avenida 6 Norte número 45N-47, barrio El Bosque, donde recibirán respaldo en temas de asesoría jurídica, promoción y prevención, además del equipo de protección.

Un tema de desigualdad

El médico geriatra Luis Venegas, director del Instituto Rosarista para el Estudio del Envejecimiento y la Longevidad (Ireel) de la Escuela de Medicina de la Universidad del Rosario, expresó que uno de los mayores problemas en Colombia, que tiene un envejecimiento acelerado, es la desigualdad tan marcada en los adultos mayores y que no está preparada para soportar el cuidado de la persona mayor con una discapacidad, el cual casi siempre recae en un familiar.

“Además de configurarse un mal cuidado puede haber una situación de maltrato económico, porque cuando tienen pensión los cuidadores cobran la mesada, se quedan con ella, y no la destinan para las necesidades de la persona mayor”, sostuvo el geriatra.

En Colombia, añadió, el tema del maltrato es preocupante, pues en el 2023 se presentaron 7775 casos de violencia y las ciudades que más reportaron casos fueron Bogotá, Medellín y Cali (701 casos).

“Estos datos ya son alarmantes, pero la mayoría de estos casos no son reportados porque son adultos con dependencia física. Por eso, son las entidades de salud, las obligadas a activar la ruta ante cualquier caso de maltrato”, subrayó.

Lo más grave es que esto ha ido en aumento porque mientras en el 2022 se presentaron 11.942 lesiones no fatales, en el 2023 hubo 13.339.

Las muertes violentas también se incrementaron en el país, pues pasaron de 3891 en el 2022 a 4330 en el 2023. A lo anterior se suman los suicidios, 562 en el 2023, para un incremento de casi el 20 % respecto al 2022.