Mujer que se negó a prueba de alcoholemia en Cali tendría que pagar $35 millones

La joven que se negó a practicarse una prueba de alcoholemia el pasado domingo en un sector de Menga, en el norte de Cali, sería sancionada con una multa cercana a los $35 millones.

Su caso se hizo conocido por un video que se viralizó en redes sociales, en el que se le ve en aparente estado de embriaguez, discutiendo con los agentes de tránsito que la requirieron en un puesto de control.

El reporte del monto de la multa fue dado a conocer este lunes por el secretario de Movilidad de Cali, William Camargo.

"Ella se expuso a tres cosas. Primero, la cancelación de la licencia; segundo, a una multa que puede llegar a $35 millones; y tercero, a la inmovilización del carro", dijo el Secretario.

El alto monto de la sanción se debe a que la mujer se negó a tomarse la prueba. "En estos casos, el código establece la multa máxima", explica Camargo. 

En efecto, así está estipulado en el Parágrafo 3 del Artículo 152 de la Ley 1696 de 2013: "Al conductor del vehículo automotor que pese a ser requerido por las autoridades de tránsito, con plenitud de garantías, no permita la realización de las pruebas físicas o clínicas a que se refiere la presente ley o se dé a la fuga, se le cancelará la licencia, se le impondrá multa correspondiente a mil cuatrocientos cuarenta (1440) salarios Mínimos Diarios legales Vigentes y procederá la inmovilización del vehículo por veinte (20) días hábiles".

Las sanciones quedarán en firme después de un proceso de investigación en el que la ciudadana puede presentar su versión.

Adicional a ello, la mujer enfrentará procesos penales por agresión a servidor público e intento de fuga.

William Bermúdez, líder del centro de gestión de la Secretaría de Movilidad, aseguró que la mujer fue detenida en un operativo de control, pero ella se negó a realizarse la prueba de alcoholemia.

Según Bermúdez, las autoridades procedieron a realizarle la respectiva inmovilización del vehículo, lo que la molestó a ella y a sus acompañantes.

"Uno de los ocupantes opta por encender el vehículo, ponerlo en marcha y así usar ese carro como un arma para agredir a los agentes y darse a la fuga", relató el líder del centro de gestión de la Secretaría de Movilidad.