Salud mental y poca calidad, las preocupaciones de los padres por la educación en el Valle

La calidad de la educación, la falta de infraestructura y el aumento de las brechas son los principales temas que preocupan a los padres de familia en el Valle del Cauca.

Así lo dejó en evidencia la Gran Encuesta de Opinión, realizada por la Fundación Empresarios por la Educación en alianza con Cifras y Conceptos, la cual consultó 1.800 hogares a nivel nacional, incluidos de la región, para conocer la percepción que se tiene en todos estos temas, así como el impacto que dejó la pandemia del Covid-19 en la comunidad educativa.

De acuerdo con los resultados, en el Valle del Cauca existe una gran brecha entre la importancia que se le otorga a la educación y su utilidad.

El 97 % de los encuestados afirmó que es muy importante que los niños y jóvenes estudien, asociando esto con tener un mejor futuro. Sin embargo, un porcentaje menor, 51 %, percibe que la educación que reciben los niños es muy útil. Es decir que otro gran número de personas no la valoran.

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Diego Sánchez, coordinador general de Empresarios por la Educación, comentó que hay una desconexión total con el sentido de la educación, es decir, que “no solo basta con que los estudiantes vayan al colegio sino que se reflexione, ¿para qué estamos educando?, ¿Para qué están yendo los estudiantes al colegio? y ¿Qué están aprendiendo?”

En este sentido, Ana Janneth Ibarra, secretaria de Educación del Valle, expresó que su percepción acerca de las cifras “es que coinciden con la realidad que vivimos, en la que los estudiantes y sus familias reclaman cada vez más una educación que garantice oportunidades laborales”.

Por esto, ven desde la Secretaría la necesidad de seguir trabajando para fortalecer los programas educativos con los que ya se cuentan.

En relación a que la educación sea útil para la vida y el mundo laboral, la Secretaria dijo que es importante que los jóvenes construyan un proyecto de vida para que así aprovechen las oportunidades que se les brinda.

“Hemos firmado un convenio con la ONG ConsiliumBots, que por medio del proyecto ‘Decidiendo por un Futuro Mejor’, ayuda a disminuir la deserción escolar, el trabajo infantil y que nuestros estudiantes descubran y construyan su proyecto de vida, se busca impactar cerca de 30.000 jóvenes de 284 Instituciones Educativas”.

Sobre la calidad de la educación en el departamento, la opinión de los vallecaucanos es dividida. El 44 % considera que hoy en día es un poco mejor que cuando ellos estudiaron y el 56 %, por el contrario, piensa que es igual o peor.

Cabe resaltar que estas percepciones difieren dependiendo de la edad de los encuestados.

Por una parte, las personas mayores de 55 años tienen una percepción más optimista del mejoramiento de la calidad educativa, pues consideran que estas es hoy mejor que en su época de estudiantes.

Mientras tanto, los menores de 25 años piensan que no ha cambiado mucho y que, por el contrario, ha disminuido la calidad.

El tema de la infraestructura educativa también es muy importante, pues es el lugar donde mayor tiempo pasan los alumnos y se requieren de unas condiciones mínimas para el aprendizaje.

La opinión de los padres de familia en el Valle frente a la calidad de las instalaciones de las instituciones educativas, en general, es positiva. Apenas el 6 % valora como muy mala la calidad de los salones de clase y el 4 % de las zonas de descanso y recreo.

Sin embargo, para la zona de comedores, el porcentaje de los que consideran estos espacios como deficientes aumenta a 37 %, incluso, los padres de familia declararon que en algunas instituciones no existen restaurantes.

En cuanto a los baños, el 22 % considera que son de muy mala calidad y que en las zonas rurales normalmente carecen de agua potable.

Otro de los factores preocupantes que se evidenció en la encuesta fue el impacto que tuvo el aislamiento social obligatorio a causa de la pandemia del Covid-19, donde los estudiantes tuvieron que ver clases virtuales o en algunos casos, suspender temporalmente las actividades escolares.

Esto pese a que en las instituciones se implementaron modelos educativos flexibles para garantizar un aprendizaje basado en el refuerzo pedagógico y cualificando a más de 3000 docentes.

Para los padres de familia, las afectaciones más significativas con el regreso a la presencialidad relacionadas con el aprendizaje fueron el olvido de los temas vistos previamente (62 %), retraso en aprendizajes matemáticos, (54 %), dificultades en comprensión de lectura y reprobación de asignaturas (47 %).

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En cuanto a los aspectos socioemocionales, el más significativo para los padres de familia fue que los estudiantes no siguen las instrucciones de los profesores (55 %), dificultad para concentrarse (51 %) y dificultad para expresarse (47 %).

Ana Janneth Ibarra, secretaria de Educación del Valle, dijo que se tiene un gran interés en aportar significativamente en aspectos como el bienestar, la salud física, mental y social de los estudiantes, pues “los aspectos socioemocionales se solucionan cuando somos conscientes que el bienestar del otro es mi propio bienestar”.

Por lo que trabajan en el fortalecimiento del sistema departamental de convivencia escolar, para generar estrategias que permitan prevenir y atender las situaciones de convivencia, en donde prime el diálogo, la resolución pacífica de conflictos, el respeto por la diferencia y la autoestima.

Un aspecto para resaltar teniendo en cuenta los resultados de la
encuesta, es que los padres de familia evaluaron la labor de los docentes positivamente.

- El 72 % destacó que los profesores tienen un buen conocimiento en las asignaturas,
- El 71 % que mantienen una buena relación con los estudiantes
- El 63 % que están de acuerdo con la forma como explican.
- El 60 % considera muy bueno la forma como evalúan.
- El 57 % de los padres dicen tener una buena relación con los docentes.
- Solo el 51 % evalúa positivamente el uso de herramientas tecnológicas (tics) en el aula.