Sucre, un barrio en Cali que se transforma y se une por el bien de su comunidad

Transformar el barrio Sucre es la tarea que decidió asumir la Corporación Viviendo, desde que llegó al barrio, en el 2018.

Su trabajo lo realiza con enfoque comunitario y le apunta a generar redes de apoyo en las comunidades, no solo entre los actores locales, sino también vinculando a diferentes instituciones para generar respuestas que permitan atender las necesidades de las personas.

La Corporación Viviendo cuenta con una trayectoria que supera los 20 años, y aunque ya han laborado en diferentes zonas de la ciudad, como en la Comuna 18 y la Comuna 21, decidieron establecerse en Sucre luego que la Secretaría de Salud implementara la estrategia Centros de Escucha, para trabajar el tema de drogas.

Barreras que se transforman

El barrio Sucre es bastante grande. Si un caleño pasa de la Calle 10, este lugar tiene otra cara, una extensa zona de comercio.

En realidad, las condiciones más precarias abarcan unas 18 cuadras, y se observan entre la Calle 15 y la Calle 10, y entre las carreras 15 y la 20.

Este es un barrio que en términos de infraestructura se encuentra abandonado, a lo que también se suma su historia, ya que al ser un barrio industrial, carece de escenarios deportivos, recreativos, no tiene un solo parque, los árboles son escasos, y literalmente es una selva de cemento.

El lugar recoge una población importante de habitante de calle, también se presentan inconvenientes de microtráfico, pobreza extrema y para rematar existe un conflicto entre las personas que siempre han vivido en el barrio y los que han llegado atraídos por el asunto de las drogas.

El único espacio comunitario que tiene es una casa de la Junta de Acción Comunal, donde también funciona un comedor comunitario, pero, según los habitantes, es pequeño y no da respuesta a sus necesidades.

Ante tantas barreras, la Corporación no ha buscado excusas, sino que, por el contrario, ha decidido trabajar en otros barrios cercanos con la comunidad de Sucre, o realizar actividades hasta en la misma calle para poder cambiar y transformar vidas.

Laboratorio de innovación social

El Gobierno Nacional lanzó una Política de Drogas, y es allí donde aparece la reducción de daños, con la que se busca entender que muchas de las dinámicas de microtráfico se dan por la falta de oportunidades.

La nueva política le apunta a oxigenar el territorio y por ello Viviendo desarrolla un ‘Laboratorio de innovación social’, el cual trabaja con el Ministerio de Justicia, una organización española y en el marco del laboratorio, implementan unas acciones para fortalecer el tejido social.

La Corporación se ha dedicado precisamente a generar condiciones para lograr la inclusión social desde lo cultural, artístico y lo laboral.

Actualmente, promueven la creación de una huerta comunitaria en la Calle 18 con Carrera 12, además han iniciado un trabajo con varios líderes.

Jaime Marulanda, coordinador del dispositivo comunitario de reducción de daños de la Corporación Viviendo, contó que entre los líderes que le han metido el hombro al proyecto está Diego Fernando Saldaña, quien trabaja en fútbol y es a la vez el presidente de la JAC. Él practica este deporte con los niños en el barrio Obrero, debido a que en Sucre no hay donde hacerlo.

Otro líder es Gustavo Chará, quien le enseña a los pequeños patinaje. El grupo que maneja es de 40 niños.

Y uno más es Jonathan Montes, practicante de running y el cual ha logrado que sus alumnos acudan a la Liga del Valle.

Además, al no tener un espacio físico para desarrollar alguna propuesta cultural, han decidido pensar el barrio como casa abierta y hoy cuentan con un importante aliado: la Biblioteca Departamental.

Con las esperanzas puestas

Para el Laboratorio de Innovación Social, la corporación ha invitado a la Administración Distrital, con la cual ya tuvieron la primera mesa ampliada.

Allí se reunieron con las subsecretarias de Seguridad y Justicia, de Territorio de Inclusión y Oportunidades, de Paz y Cultura Ciudadana, y con la Secretaría de Bienestar Social.

Los acuerdos ya fueron planteados, sobre todo porque Sucre está priorizado como micro territorio, y está latente la intención de transformar el centro de la ciudad.

“Queremos que se mire el barrio con otros ojos y se generen condiciones dignas para las personas, que cada vez haya más niños terminando su colegio, con más oportunidades de explotar sus talentos en temas deportivos o culturales, que las mujeres tengan la posibilidad de alternativas económicas diferentes. Queremos un cambio y lo estamos logrando, pero necesitamos de la ayuda de todos”, puntualizó Marulanda.