Cali
Templo Votivo del Sagrado Corazón de Jesús de Cali cumple 80 años, esta es su historia
La iglesia se ha convertido en un ícono religioso de la ciudad. Incluso, algunos la han bautizado como la Capilla Sixtina de Cali.
El Templo Votivo del Sagrado Corazón de Jesús se ha convertido en uno de los testigos de la historia caleña. Ad portas de celebrar su 80 aniversario se erige como uno de los símbolos más representativos del arte religioso en la capital vallecaucana.
La capilla construida en un inicio como parte del colegio Berchmans se destaca por su imponencia. Desde afuera las paredes de ladrillo custodian los más de 700 metros cuadrados de frescos que se encuentran en diferentes partes del edificio. Gracias a ello, algunos fieles han optado por bautizarla como la Capilla Sixtina de Cali.
De acuerdo con su sacerdote, Álvaro Vélez Escobar, en esta iglesia convergen un sinnúmero de imágenes que reflejan la vida de Jesús desde el nacimiento hasta la resurrección. “Este es un símbolo de la fe ignaciana y sigue siendo la cuna de las actividades jesuitas en la región”, aseguró.
A su juicio, el templo se ha logrado mantener como una pieza fundamental para la comunidad y los vecinos del sector, gracias a los diferentes oficios religiosos que se brindan en el lugar. “Es cuestión de hacer las cosas bien, la comunidad vive agradecida con nosotros”, destacó.
Vélez Escobar es oriundo del departamento de Antioquia y reconoce que el sentido de pertenencia de los caleños con esta iglesia es algo único, debido a que muchos feligreses estudiaron en el colegio Berchmans cuando este se ubicaba al pie del templo. “En este templo nace la misión pastoral espiritual de la Compañía de Jesús en el suroccidente colombiano”, explicó.
De igual forma indicó que la cercanía de la gente con la iglesia se ha preservado en el tiempo por la filosofía de los jesuitas. Incluso resaltó que este templo es uno de los más solicitados para guardar las cenizas de los difuntos. “Ya no hay osarios, la gente pide y no tenemos más capacidad”.
La majestuosidad de su interior
Esta iglesia se encuentra en el corazón del barrio Centenario, en medio de un centro comercial y varios hoteles, su belleza cautiva a más de un transeúnte gracias a la belleza de su vitral que rinde tributo al Sagrado Corazón de Jesús.
La fachada de ladrillos esconde algunos ornamentos propios de los años 40 cuando empezó su construcción, ahí es posible identificar el símbolo que distingue a la Compañía de Jesús.
Puertas adentro, la primera impresión de los files es la inmensidad del espacio. El pasillo central muestra el altar y un crucifijo. La parte superior de está coronada por un mosaico que muestra triunfante a Jesucristo.
Según Sonia Molina, directora general del Grupo Musical Loyola y colaboradora de la iglesia, para la elaboración de los diferentes mosaicos que se encuentran en el interior del templo se utilizaron cerca de 300 mil piezas.
“Esta es la parte artística del templo, están San Pedro y San Pablo, el vitral del Sagrado Corazón y arriba está Santa María”, señaló.
Si bien el altar concentra gran parte de la atención, uno de los grandes atractivos de esta edificación se encuentra en su techo y las paredes superiores, ahí están los frescos.
Desde lejos es posible identificar que narran diferentes apartados del Nuevo Testamento y la historia de Jesús. En su momento, causaron gran sensación por la técnica innovadora que utilizaron para pintarlos: colores traídos de Europa, cemento blanco y agua de lluvia.
Esta obra de arte se extiende por el techo del templo y abarcan cerca de 700 metros cuadrados. “Estamos hablando de los frescos del Templo Votivo más grandes de Latinoamérica, reflejan la vida de Jesús desde el nacimiento hasta la resurrección”, dijo Sonia Molina.
Más abajo se exhiben diferente cuadros con el Viacrucis, estos fueron traídos desde España y al día se hoy mantienen sus colores de forma íntegra. Este templo también conserva sus 113 bancas de madera original de la ciudad de Pasto, Nariño.
Si bien el arte es una de las características del Templo del Sagrado Corazón, también es hogar y cuna del Grupo Musical Loyola, una de las agrupaciones más emblemáticas de la ciudad, cuyas interpretaciones han servido para atraer a más de un feligrés a sus eucaristías.
Molina, una de las líderes del grupo, destacó que la música es una de las formas de comunicarse con Dios y gracias al ahínco de sus miembros en los últimos 20 años han podido conectar con los fieles. “Ensayamos, la música para Dios debe ser lo mejor”, expresó.
Para ella, una de las anécdotas más significativas que guarda sobre el Templo es ver a los decenas de hombres y mujeres que a la hora del almuerzo salen de sus oficinas y vienen a la misa del mediodía.
“Uno los ve corriendo y eso es algo muy lindo, se preserva la espiritualidad a pesar de todo”, destacó.
Con el propósito de celebrar los 80 años de existencia del Templo Votivo del Sagrado Corazón de Jesús, el próximo martes 15 de octubre se llevará a cabo una misa de acción de gracias. Además, ese mismo día se celebrarán los 100 años de la declaración de la Compañía de Jesús como una provincia independiente en Colombia.
El Padre Álvaro Vélez Escobar insistió en que esta es una fecha muy especial porque se conmemora el legado de los jesuitas no sólo en Cali con el Templo, sino en todo el país por las obras de la Compañía.
De cara al futuro, el sacerdote mencionó que espera sumar voluntades para el mantenimiento de la infraestructura de la iglesia.
“Preservar el legado físico del Templo, hacer las renovaciones y mantener la tradición de lo que han sido los jesuitas”, ratificó.
Vélez Escobar dijo que esta iglesia es un templo de puertas abiertas para todos los caleños. “Aquí hay mucha devoción, hay gente que viene de otras partes a vivir el amor que Jesús tiene por todos nosotros representados en el corazón”, aseguró.
Por estos días, el Padre Álvaro espera renovar el techo de la iglesia y subsanar el deterioro ocasionado por el paso del tiempo.