Una caleña fue la primera científica colombiana postulada al Nobel de Medicina
La caleña Nubia Muñoz no detiene su búsqueda para hallar una cura definitiva contra el cáncer. Entérese por qué.
La caleña Nubia Muñoz no detiene su búsqueda para hallar una cura definitiva contra el cáncer. Entérese por qué.
Nubia Muñoz corresponde a ese tipo de caleñas a las que las adversidades, las crisis económicas, no les impiden hacer lo que se proponen, no les impiden cumplir los sueños. Un día cualquiera ella decidió que su vida sería la investigación y la medicina clínica. Y así fue. Nubia es médica, especialista en Patología de la Universidad del Valle. Siempre he querido ayudar a los pacientes, y cuando no podía hacerlo y ese paciente se moría, yo me deprimía mucho, cuenta. Fue el doctor Pelayo Correa quien le dio la gran oportunidad de su vida: vincularse al equipo de investigadores de la Univalle, aún cuando Nubia era estudiante de medicina. Posteriormente realizó estudios de Virología y Epidemiología en el Instituto Nacional de Cáncer (NCI) en Bethesda y en la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Estados Unidos. Además, ha trabajado en la International Agency for Research in Cancer, organismo de la OMS en Lyon, Francia, donde reside desde 1970. Allí, Nubia ha dirigido numerosos proyectos de investigación sobre tipos de cáncer ligados a agentes infecciosos como, por ejemplo, el cáncer de estómago y su relación con una bacteria: helicobacter pylori. También investigó el cáncer de hígado y los virus de la hepatitis B y C, además del cáncer cervical. Fue Nubia, de hecho, quien descubrió que su principal causante es el virus del papiloma humano (VPH). Sus hallazgos la llevaron a ser postulada al premio Nobel de Medicina en 2008 por la Internacional de Epidemiologia, siendo esta la primera vez que una científica colombiana es postulada al galardón. Para lograrlo fueron muchos los sacrificios. Estar lejos de su familia es uno de ellos. Pero lo que hago es mi pasión. No siento como si estuviera trabajando, dice ella sonriendo y enseguida repasa su paso por diferentes países. En Irán y China, por ejemplo, Nubia adelantó investigaciones sobre el cáncer de esófago. Sucedió hace ya 25 años. Nosotros éramos de los primeros extranjeros que íbamos a estos países después de la revolución cultural en China. La gente nos miraba como cosas raras y casi como dioses, porqué éramos los primeros médicos extranjeros que íbamos a tratar de ayudarlos. Gracias a haber hecho investigación del cáncer de cuello uterino, además, son varias las mujeres que en todas partes del mundo le reconocen su labor. Pero en realidad no hay una historia de vida en particular que me haya marcado, para mí todas son igual de importantes. Además de investigar, Nubia también escribe. En los últimos años ha publicado más de 390 artículos en revistas internacionales y ha editado una docena de libros y monografías. También hace parte de los comités editoriales de siete revistas de salud internacionales. Pero, ¿qué hace una de las más destacadas científicas del país cuando no está investigando el cáncer, cuando no está escribiendo sobre la enfermedad? Estoy aprendiendo a pintar al oleo. También me gusta estar en la cocina y preparar alimentos de la gastronomía francesa, italiana y española. Aunque mi plato preferido es la pasta. Sin embargo, definitivamente su mundo es el laboratorio, la ciencia. Nubia Muñoz espera seguir ayudando a la sociedad desde la investigación, desde la medina para después, quizá, regresar a Cali. Aunque a veces el destino depara algo muy distinto a nuestros planes. Yo tenía planeado vivir solo un año en Francia, entrenarme como epidemióloga, y ya ve: completo 45 años de estar viviendo en este país.
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