Judicial
¿A Érika Aponte no le brindaron medidas de protección necesarias?
Este feminicidio ha consternado a todo el país y por ello, han surgido preguntas sobre si el caso se pudo haber prevenido.
La mujer de 26 años, madre de un niño de ocho, fue asesinada en la tarde del domingo, cuando se encontraba en Unicentro. Luego de atacar a su expareja sentimental, Cristian se disparó a sí mismo y aunque la Policía lo trasladó a un centro asistencial, falleció un día después.
“El hombre ingresó hasta el centro comercial, buscó a Érika en su lugar de trabajo, la agredió y discutió con ella. Después, Érika Aponte salió corriendo y Cristian corrió tras ella y le propinó dos disparos con los que terminó con su vida instantáneamente”, expresó la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Esta no era la primera vez que el hombre intimidaba de esta forma a la joven. De hecho, la tía de la víctima reveló que, al parecer, el asesino intentó cometer este crimen el sábado anterior en el mismo centro comercial, donde la amenazó de muerte frente a sus compañeros de trabajo.
“Llegó con la intención de asesinarla, pero sus compañeros la escondieron, contó a Red Más Noticias, Sandra Aponte, una de las tías de la víctima. También denunció que no entiende por qué al hombre le permitieron la entrada al Centro Comercial, pues la joven ya había entregado varios documentos con medidas de protección.
“Érika era una mujer muy joven, tenía 26 años, anoche fue víctima de feminicidio por su expareja, otro joven, Cristian Camilo Rincón, con quien llevaba conviviendo 11 años y con quien tenía un hijo de 8 años. Érika padeció y soportó durante muchos años maltrato y violencia intrafamiliar”, aseguró López.
Érika había denunciado a su feminicida
De acuerdo con las declaraciones de la alcaldesa, después de mucho maltrato y de un enorme pánico, Érika Aponte, valientemente, el pasado jueves 11 de mayo en horas de la mañana, decidió acercarse al Punto de Atención Casa de Justicia Usme, ubicada en la calle 137C Sur # 13-51, localidad en la que residía con su familia.
“Fue atendida de manera oportuna y diligente por nuestros equipos de asistencia psicosocial y jurídica. Nos relató hechos dolorosos y sistemáticos de violencia de género, intimidación a su hijo, instrumentalización de su hijo, nos dijo que tenía sistemática violencia intrafamiliar”.
“Inmediatamente en la Casa de Justicia le ofrecimos el máximo nivel de protección que podíamos ofrecerle, no solamente asistencia psicosocial y jurídica, sino el traslado inmediato de ella y su hijo a una casa refugio”, afirmó López.
Cabe destacar que las casa refugio están al servicio de mujeres que están en riesgo de feminicidio. “Nuestra Alcaldía desde el día 1.° se ha encargado de que nunca haya lista de espera en una casa refugio, hemos triplicado los cupos para que cuando una mujer en riesgo de feminicidio tiene la valentía de venir, pedir ayuda y solicitarla, tengamos siempre disponible como trasladarla a ella y a su núcleo familiar a un sitio seguro”, sostuvo.
Posteriormente, la alcaldesa reveló que Érika no quiso aceptar la casa refugio, “rechazó esa opción porque nos comentó que ella ya se había trasladado de la residencia que compartía con sus suegros y Cristian, el padre de su hijo. Se había ido con su padre y su hermana a vivir en el municipio de Soacha; nos dijo que dado que ya estaba con su núcleo familiar cercano, se sentía más protegida y más segura”.
“Aunque no aceptó la casa refugio, siguió las recomendaciones dadas por nuestra psicóloga y nuestra abogada. Una hora más tarde, tan pronto salió de la casa refugio, Érika llamó a la Comisaría de Familia, puso la denuncia y la Comisaría le impartió ese mismo día cuatro medidas de protección que le informó a la Policía de Soacha que fue donde Érika reportó que estaba viviendo”, dijo la alcaldesa.
En cuanto a las cuatro medidas de protección, la Comisaría estipuló:
- Conminar a Cristian Camilo Rincón a que cesara los actos de violencia e intimidación contra Érika.
- Que cesara la instrumentalización de su hijo.
- Que no podía acercarse a Érika ni a su hijo en la vivienda donde reportaron que era Soacha y tampoco en su lugar de trabajo.
- Poner en conocimiento a la Policía de Soacha sobre la situación, al tener el deber constitucional de hacerle seguimiento al caso.
¿No la protegieron?
No se le asignaron inmediatamente las medidas de protección, cosa criticada por la opinión pública. Esto se debe a que, según las autoridades, la víctima denunció su maltrato en Bogotá y no en Soacha, donde residía y este traslado de información se habría retrasado por el fin de semana.
Sin embargo, “el comandante de la Policía de Soacha, el 12 de mayo, en efecto tomó contacto con Érika y coordinó con ella cómo deberían de prestarse esas medidas de protección, dado que el lugar de residencia de Érika en ese momento era Soacha; pero el feminicida planeó con clara sevicia agredir a Érika apenas dos días después en Usme”, reveló la alcaldesa de Bogotá, Claudia López.
Mientras se cumplía todo el proceso legal, se le habría notificado de la caución de alejamiento a la expareja de la ella, quien ya planeaba el feminicidio.