GASOLINA
Alcalde Quintero prohibirá venta de vehículos a gasolina en Medellín, ¿puede hacerlo?
El anuncio lo hizo desde Estados Unidos. Expertos coinciden en que el tema escapa a sus competencias.
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, anunció este miércoles que a partir del año 2035 no habrá venta de vehículos a gasolina en la ciudad. El anuncio, sin embargo, parece no tener asidero. Por lo menos, en lo que tiene que ver con las competencias de las que dispone el mandatario.
“Reconociendo que Medellín es una de las más afectadas por el cambio climático, que el 82% de los gases efecto invernadero que se emiten en nuestro territorio provienen de fuentes móviles, la ciudad ha tomado la decisión de prohibir a partir de 2035 la venta de vehículos a gasolina”, afirmó.
El anuncio lo hizo desde el Clinton Global Initiative, evento que tiene lugar en Estados Unidos, donde agregó que la decisión busca, además de reducir los gases efecto invernadero en el planeta, inspirar a otros ciudadanos y gobernantes del mundo a sumarse en la “cruzada para salvar el planeta”.
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La primera inquietud que se originó tras la afirmación que compartió el alcalde este miércoles tiene que ver con sus competencias: ¿puede un mandatario local prohibir la venta de vehículos, independiente de su composición, o la decisión implica una discusión más amplia, que compromete a la Nación?
Esa, por lo menos, es la vía a la que han acudido otros países que se han trazado la meta de suspender la venta de vehículos a gasolina en el futuro. La iniciativa debería agotarse a través del Congreso y, posteriormente, convertirse en Ley.
Así lo precisa Esteban Manco, abogado constitucionalista de Eafit, quien explica que el proyecto debe ser tramitado mediante procedimiento legislativo. De lo contrario, si se hace por medio de acuerdo o decreto distrital, se podría demandar su nulidad.
¿Ello qué implicaría? La posibilidad de que sea eliminado por cuanto no es el Municipio - Distrito el competente para prohibir esas ventas; además, porque estaría afectando a los comerciantes y la libertad de empresa.
Aunque esta última no es un derecho fundamental absoluto, sino una prerrogativa constitucional y puede ser limitada, la limitación no debe provenir de un ente territorial: los concejos y las alcaldías distritales y municipales no tienen la potestad de legislar.
En caso de que se tramite este proyecto puede ser de carácter general para las ciudades que sufran en sus contextos ambientales ciertos límites de contaminación, que es lo que busca minimizar esta prohibición, pero también podría ser un proyecto específico para Medellín.
Lo que el alcalde Quintero podría hacer es presentar el proyecto ante el Congreso, pero tiene que ser por medio de las cuotas políticas que allí tiene, como el senador Álex Flórez. Este luego debería ser discutido por las bancadas de Senado y Cámara, previo a obtener luz verde. Es, para Manco, un proceso más que espinoso.
En esto concuerda Juan Esteban Jaramillo, experto del sector automotor, para quien la decisión desborda las competencias del alcalde Quintero. “Él puede hacer restricciones de tráfico, pero ese tipo de medidas no le corresponden. El Ministerio de Transporte también tiene un papel importantísimo”, expresó.
¿Qué dicen los gremios?
Pero las inquietudes, dicen desde Fenalco, no solo tienen que ver con el respaldo legal del anuncio del alcalde. María José Bernal, directora de esa entidad gremial, sostuvo que la decisión los tomó por sorpresa: “No se nos informó nada. No entendemos nada”, dijo.
Bernal agregó que los empresarios del sector automotor no han participado en ningún espacio de diálogo con la administración. No se sabe cuál fue la ruta de trabajo, dijo, para tomar la decisión. “Ni el Comité de Promoción de la Movilidad Eléctrica sabía”.
Por el momento, coincidieron Jaramillo y Bernal, la afirmación del alcalde lo único que genera es pánico en el mercado. Y no es que sea vista con malos ojos la transformación que propone, sino que el asunto es más complejo: se necesita más tiempo y llegar a consensos con el sector de la movilidad.
“Es distinto decir que vamos a trabajar por promover activamente la movilidad eléctrica a 2035 en la ciudad, a decir que se va a prohibir la venta de autos a gasolina. ¿Qué pasará con los concesionarios, las empresas, los consumidores?, agregó Bernal.
En el mismo sentido se pronunció Jaramillo, quien además de señalar la salida del alcalde como una ligereza, precisó que este tipo de acciones deben proyectarse a largo plazo. “Cuántos años lleva Europa pensando en eso y no lo ha logrado hasta la fecha. Yo no la veo fácil”.