Asociación Colombiana de Trasplante de Órganos sostiene que incremento de la UPC pone en riesgo la vida de sus pacientes

Continúan las críticas en contra del Gobierno de Gustavo Petro luego de tomar la decisión de incrementar la Unidad de Pago por Capitación (UPC) en 5,36 % para el 2025. Esta vez, la que se sumó a las voces de rechazo fue la Asociación Colombiana de Trasplante de Órganos (Acto), que alertó sobre las consecuencias que podrían presentarse en un futuro para los pacientes que requieren estos procedimientos.

En un comunicado a la opinión publica, emitido este viernes 3 de enero, el ente sostuvo que el “incremento insuficiente” de la UPC pone en riesgo la sostenibilidad de los programas de trasplante de órganos, así como la adecuada administración de medicamentos de alto costo para los pacientes trasplantados.

“La falta de recursos adecuados no solo amenaza la sobre vida de los órganos trasplantados, sino también la vida misma de los pacientes que dependen de estos tratamientos vitales”, se lee en uno de los párrafos del oficio.

Esta razón motivó a la Acto a alertar sobre la importancia de que las decisiones relacionadas con la salud se “tomen basadas en fundamentos técnicos y no en consideraciones políticas o ideológicas”, pues sostiene que la salud de los colombianos “debe ser una prioridad que trascienda intereses particulares y que busque el bienestar general”.

Así las cosas, en el comunicado se le hizo un vehemente llamado al Gobierno Nacional y a los actores involucrados para que las decisiones que se tomen en torno al sector salud se consideren a partir de la unión de todos los aspectos técnico-científicos disponibles.

“Es indispensable que se cuente con la participación de todos los sectores y actores del sistema de salud en este proceso. Solo así podremos garantizar un futuro más saludable y sostenible para todos los colombianos”, aseveró la asociación.

Finalmente, la Acto mostró su preocupación por la crisis que enfrenta el sistema de salud actualmente en el país, que, según reseñan, se debe al financiamiento insuficiente acumulado. “Este déficit ha repercutido gravemente en la atención y en la calidad de los servicios de salud, especialmente en lo que respecta a los programas de trasplante de órganos”, concluyó.