Caso Hernán Franco: una oficina de sicarios de Bogotá estaría detrás del asesinato del empresario

A más de un año de su asesinato, las hipótesis en torno al caso del empresario Hernán Franco continúan saliendo a la luz y las autoridades siguen realizando las pesquisas necesarias para dar con el paradero de los responsables.

Precisamente, uno de los últimos logros conseguidos por la Fiscalía General de la Nación fue la captura de las dos personas que perpetraron el homicidio en febrero del 2024, quienes posterior a su detención fueron judicializadas, uno de ellos con sentencia preacordada.

A pesar de ello, ninguno de los hombres han optado por colaborar con la justicia, y contrario a ello decidieron guardar silencio, no brindar información alguna sobre el caso y asumir toda la responsabilidad del asesinato del empresario Franco.

La razón de esta posición adoptada por los señalados sicarios se debería a que ambos estarían evitando convertirse en víctimas mortales de quienes los contrataron, indicaron algunas fuentes cercanas al caso.

Esto, debido a que el contrato criminal acordado entre los asesinos y los autores intelectuales incluiría un pacto de silencio que ambos hombres firmaron con su propia vida, por lo que no darían pie para entregar información a la Fiscalía y aceptarían la condena impuesta por la justicia con el objeto de mantenerse con vida.

Asimismo, se mencionó que los hombres harían parte de una oficina de sicarios, como se le conoce coloquialmente en varias regiones del país a los grupos de homicidas que trabajan por encargos criminales y que en este caso fueron pagados por los determinadores.

Ahora, luego de conocerse la existencia de esta oficina de la que ambos hombres harían parte, sería trabajo de las autoridades establecer cuál es el grupo que los envió a perpetrar el homicidio y así identificar a los autores intelectuales de estos hechos.

Es de recordar que uno de los hombres detrás del asesinato, identificado como Jean Karlo Bermúdez Camargo, fue condenado a 20 años de prisión.

La Fiscalía resaltó que su investigación “fue determinante para que Bermúdez Camargo aceptara; de manera libre, voluntaria y asesorado por un abogado, su responsabilidad en el asesinato del empresario Roberto Franco Charry”.

Según el ente acusador, el preacuerdo suscrito fue avalado por un juez penal, quien ante estos hechos condenó a Bermúdez como responsable de los delitos de homicidio; tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, ambos agravados; además de receptación.

Luego de que el sicario le disparara en varias ocasiones a Franco, intentó huir con un cómplice, a quien no le prendió la moto, por lo que el sicario decidió secuestrar a un motociclista para que lo sacara de la zona, mientras su cómplice fue capturado en flagrancia.