Conflicto armado y dificultades geográficas estarían afectando la búsqueda desaparecidos en el Pacífico

La búsqueda de personas desaparecidas en la región del Pacífico nariñense presenta desafíos únicos debido a las características geográficas del área y la persistencia del conflicto armado. La presencia activa de grupos armados, minas antipersonal y las condiciones de movilidad en el mar, ríos y manglares dificultan las labores de la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas (UBPD) y el avance de la investigación en el marco del Caso 02 de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

A pesar de estos obstáculos, la UBPD ha logrado avanzar en su labor a través de estrategias conjuntas con el despacho del Caso 02 de la JEP. Estas estrategias incluyen la “consolidación del universo de personas desaparecidas dentro del macrocaso, el análisis de la información recopilada, el apoyo técnico y metodológico en la construcción de la verdad y la implementación de rutas de trabajo para la búsqueda de desaparecidos”.

Como resultado, la entidad ha logrado establecer el paradero de 31 personas y, además, han formulado quince hipótesis de localización en la región.

Toda la información recabada, así como lugares y comunidades involucradas en las acciones humanitarias, de acuerdo con la UBPD, está bajo confidencialidad “para evitar poner en riesgo a las víctimas, comparecientes, autoridades y organizaciones étnico-territoriales”.

Cabe recordar que en 2021, la UBPD inició la recuperación forense en la zona rural de Tumaco y logró recuperar cinco cuerpos que se presumen fallecieron entre 2009 y 2012 debido al conflicto armado. Estas acciones forman parte de la investigación humanitaria y extrajudicial denominada “desaparición forzada atribuida a la columna Móvil Daniel Aldana de las FARC-EP en el período 2000-2016″ y contaron con el aporte de información proporcionada por los comparecientes del Caso 02 de la JEP.

El despacho del Caso 02, que abarca los municipios de Ricaurte, Tumaco y Barbacoas, en Nariño, ha obtenido información sobre posibles lugares de inhumación de personas desaparecidas. Esta información ha sido trasladada en su totalidad a la UBPD para su investigación y búsqueda, confirmó la entidad.

La región de Tumaco y sus alrededores ha sido escenario de disputas entre diversos grupos armados debido a su ubicación estratégica para el control de rutas del narcotráfico y del territorio. Entre 1998 y 2014, de acuerdo con la UBPD, fue la “época con mayores desapariciones forzadas, desapariciones por reclutamiento y desapariciones por participación en las hostilidades”.

San Andrés de Tumaco, así como Barbacoas, El Charco, Francisco Pizarro, La Tola, Magüi, Mallama, Mosquera, Olaya Herrera, Ricaurte, Roberto Payán y Santa Bárbara hacen parte de los municipios de cobertura del Plan Regional de Búsqueda Pacífico Nariñense, que tiene al menos 1.478 personas dadas por desaparecidas hasta el 1 de diciembre de 2016.

De ellas, la UBPD logró consolidar, conjuntamente con la JEP, que 274 serían atribuidos a las extintas Farc, donde predomina la desaparición forzada (117), seguida de los consejos de guerra (94), las muertes en combate (31) y los reclutamientos e ingresos (22).

En el proceso, según la entidad, han sido clave las más de 200 versiones voluntarias realizadas a los comparecientes, los 47 informes presentados por las víctimas y las más de 240 solicitudes de acreditaciones de víctimas radicadas, algunas de ellas por desaparición forzada.

Estas labores se suman al trabajo adelantado por la UBPD en Bogotá y Soacha, Cundinamarca, donde mediante la toma de muestras biológicas de familiares de desaparecidos, se ha robustecido el Banco de Perfiles Genéticos de Desaparecidos, el cual ha permitido la identificación precisa de cuerpos encontrados en Cundinamarca y otras regiones. Actualmente, más de 4.600 personas han brindado sus muestras biológicas en Colombia y en el exterior para ayudar en la búsqueda de sus familiares.