Colombia
Denuncian preocupante panorama financiero de las universidades públicas: “hemos agotado los ahorros que teníamos”
Muchos de los centros educativos enfrentan deudas y su estabilidad financiera se encuentra en vilo en lo que serán los próximos meses de este 2025.
El presupuesto para las 34 universidades públicas del territorio colombiano parece no haber iniciado con pie derecho, ya que según una investigación de la revista Semana, hacen falta 19 billones de pesos para que sus carteras puedan funcionar de la manera adecuada. Por lo tanto, esto significa que muchos de los centros educativos enfrentan deudas y su estabilidad financiara se encuentra en vilo en lo que serán los próximos meses de este 2025.
Uno de los que pone en evidencia esta crisis es el rector de la Universidad de Córdoba, Jairo Miguel Torres, quien señala que los recursos transferidos desde Bogotá no alcanzan para sostener la operación diaria de su alma mater, ya que la regla de distribución no contempló el aumento de estudiantes o de programas académicos durante los últimos años.
“El IPC es un indicador precario y no corresponde al crecimiento de las universidades. En 1993 teníamos 150.000 estudiantes y hoy tenemos 685.000. Es decir, crecimos 500.000 cupos en los últimos 30 años con el mismo indicador de transferencia. (Esto) hace inviable la educación pública que nos soñamos en Colombia”, señaló Torres al medio citado.
Y es que hace 31 años los aportes de la nación representaban el 74 % de los ingresos de las instituciones. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo ha habido una reducción del 50 % a pesar de que han aparecido nuevas necesidades. Un claro ejemplo es que mientras en 1993 fue de $13.220.738 el aporte para cada estudiante, en 2023 fue de $8.177.815.
El centro educativo que atraviesa una de las situaciones más complicadas es la Universidad de Antioquia, debido a que le hacen falta 340.000 millones de pesos para suplir las necesidades y seccionales alrededor del departamento.
“Hemos agotado nuestras capacidades de generar recursos a través de servicios, consultorías y asesorías. Cada vez hay más competencia y redistribución de contratos y proyectos con otras universidades, lo que limita nuestras opciones. También hemos agotado los ahorros que teníamos”, comentó el rector John Jairo Arboleda.
Por su parte, la Universidad Industrial de Santander se ha visto obligada a optar por los préstamos para suplir las obligaciones financieras, ya que a lo largo del 2024 se presentó un retraso de los aportes del Gobierno Nacional, el pago de matrículas de los alumnos beneficiarios de la política de gratuidad y recursos adicionales de la Gobernación de Santander.
“Los presupuestos se han venido estrechando cada vez más en comparación con las necesidades que han venido surgiendo. Esto ha obligado a limitar el alcance y la expansión de las funciones misionales y a aplazar iniciativas de desarrollo que podrían tener mayor impacto”, indicó al respecto el rector Hernán Porra.
Por último, en el caso de la Universidad del Atlántico, enfrenta problemas con el salario de los profesores pese a que las finanzas van en buena marcha.
“Los profesores aumentan sus salarios por puntos por la productividad académica. Esos aumentos salariales, adicionales al incremento del IPC, son gastos de funcionamiento que crecen anualmente y no tenemos fuente de financiación. Tenemos que sacar recursos de otros rubros para completar la nómina”, explicó el rector Danilo Hernández.