Tras ataque contra el periodista Frank Caro, los periodistas en el Cauca están en máxima alerta

Los periodistas en el Cauca están en máxima alerta luego del ataque armado contra el comunicador social del municipio de Caloto, Frank Caro, situación registrada en la tarde del pasado sábado 31 de agosto en los alrededores del casco urbano de esta población nortecaucana.

Esa inquietud entre los profesionales de la información no es para menos. La víctima es uno de periodistas que ayuda a visibilizar la realidad de los municipios de esa región del país. Ahora Caro se recupera en la clínica Valle del Lili de Cali tras recibir cinco disparos de arma de fuego.

“El colega es un referente para todos los que trabajamos en medios en el Cauca, porque además de conocer muy bien la zona, Frank es servicial, siempre presto a colaborar para poder conocer sobre los hechos que suceden en municipios como Caloto, Toribío, Corinto, entonces tomamos ese ataque como un atentado a la labor de informar, así como una amenaza contra nosotros”, expresa el también comunicador social, Arlex Hormiga.

Y es que este atentado se da después de las constantes intimidaciones y agresiones contra los periodistas de Proclama del Cauca, medio de comunicación del suroccidente colombiano que tiene su sede principal en el municipio de Santander de Quilichao.

“El caso de Frank no es un hecho fortuito, es la tendencia de los sectores violentos de silenciar al Cauca, porque además de mantenerlo aislado y en el atraso, ahora lo que quieren es que no se informe sobre lo que sucede en el departamento, para mi es el mensaje que es el atentado cobarde contra el colega”, relata Alfonso Luna Geller, propietario y director de Proclama del Cauca.

De hecho, y de acuerdo con el representante de este medio de comunicación regional, ante la pérdida del control territorial por parte del Estado, se vieron obligados a suspender el cubrimiento de hechos noticiosos de poblaciones como Toribío, Jambaló, Caldono, Suárez, Buenos Aires, donde el verdadero control lo ejercen los grupos armados al margen de la ley.

“Solo podemos movernos por la vía Panamericana y en Popayán, porque nos tienen prohibido estar en nuestro propio territorio por culpa de los violentos, incluso por seguridad, optamos por desmontar los avisos de nuestra marca de la fachada de la sede, para evitar que nos hagan un atentado”, agrega Luna Geller, quien cuenta con más 30 años informando de este departamento.

Esta misma situación la enfrentan periodista en poblaciones como el El Patía y Argelia, donde los locutores o propietarios de emisoras locales optaron por no publicar información judicial para no tener “reclamos de los actores armados que ahora se disputan este territorio”.

“Es mejor hablar de deportes o cultura para no tener problemas con la gente que manda acá, con decirle que no me gusta ni publicar los boletines de prensa de la Policía porque un reclamo lo hacen es con balazos”, confiesa el director de un medio de comunicación del municipio de El Patía, al sur del Cauca.

Sobre el ataque

Sobre el ataque contra el periodista Frank Caro, las autoridades indicaron que el hecho se registró cuando la víctima se movilizaba en su vehículo entre la vereda La Dominga y el sector del cementerio, casco urbano de Caloto.

“En ese momento fue interceptado por sujetos armados, quienes iban en moto. Después le dispararon en varias oportunidades, y a pesar de resultar herido, Caro logró conducir hasta unas cuadras cercanas al hospital, luego chocó y ese momento recibió ayuda de la comunidad, lográndolo trasladar hacia este centro asistencial”, confirmó el alcalde de este municipio.

Posteriormente, y a raíz de las graves lesiones que registra este comunicador, los médicos ordenaron remitirlo a la clínica Valle del Lili de Cali, donde ahora permanece bajo pronóstico reservado, confirmaron los familiares.

De acuerdo con datos aportados por la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, con este hecho ya son 17 casos de agresiones a periodistas en el Cauca, situaciones registradas en lo que va corrido de este 2024.