Colombia
Estas son las razones por las que la Fiscalía imputó al cuidador de los chimpancés sacrificados en Ukumarí
Los chimpancés escaparon del bioparque y la decisión final fue sacrificarlos, luego de que huyeran por haber dejado las puertas de seguridad abiertas.
El caso de Pancho y Chita, los dos chimpancés asesinados en julio de este año luego de escapar del bioparque Ukumarí de Pereira, conmocionó al país entero. La ciudadanía condenó enérgicamente este acto y se generaron numerosas protestas en contra del santuario de fauna silvestre ubicado en la capital risaraldense.
En su momento, y sin conocer más detalles sobre cómo murieron los dos especímenes, el bioparque publicó un comunicado en el que explicaron que el Ejército tuvo que matarlos porque supuestamente se encontraban en estado de exaltación y estaban agresivos, por lo que los dardos tranquilizantes no serían efectivos, pues había que esperar cerca de 20 minutos a que hicieran efecto, tiempo en el que los animales podrían atacar a los humanos.
“Desde el Bioparque Ukumarí lamentamos informar la pérdida de dos de nuestros chimpancés. Dos individuos que durante muchos años estuvieron bajo nuestro cuidado, protección y que con sus personalidades enamoraron y se robaron el corazón de todos los visitantes. Como institución reconocemos que esta pérdida generará profunda tristeza y dolor no solo en nuestra familia de colaboradores, también en las comunidades que durante estos siete años de operación han creído en nosotros y en nuestro trabajo a diario por garantizar el bienestar de los animales”, fue el comunicado que emitieron desde Ukumarí.
Pese a las explicaciones del bioparque, para muchos aún quedaban dudas del porqué los dejaron escapar y peor aún, por qué tomaron la decisión de acabar con sus vidas.
De acuerdo con Sandra Milena Correa Montoya, gerente del bioparque Ukumarí, en diálogo con Semana, aseguró que todo fue consecuencia de un error humano. Asimismo, afirmó que al considerarse al chimpancé como un animal de alto riesgo, se tuvo que declarar un código rojo, el cual implicó solicitar apoyo de la Policía Metropolitana de Pereira, el Ejército Nacional e incluso del Cuerpo de Bomberos de Pereira para tratar de solventar la situación.
En consecuencia de este polémico hecho, la Fiscalía general de la Nación anunció una investigación con el objetivo de comprobar si realmente se trató de un error humano o se habría tratado de un acto premeditado. José Leandro Hurtado Henao era la persona que ese día estaba a cargo de la seguridad de los chimpancés.
Luego de semanas de investigaciones exhaustivas, se estableció que el procesado, al parecer, habría incurrido en una omisión de sus funciones como cuidador y dejó a un lado su atención con los animales. Esta serie de desatenciones ocasionaron que el pasado 23 de julio los primates escaparan, pues las puertas del lugar quedaron abiertas en un supuesto incumplimiento de los protocolos de seguridad.
Después de conocerse estos hechos preliminares, una fiscal adscrita al Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (Gelma) judicializó a Hurtado Henao, responsable de Chita y Pancho en ese momento.
“El material de prueba evidencia que Hurtado Henao habría incurrido en dicha falta de manera premeditada, pues el sistema de seguridad cuenta con, al menos, siete seguros, candados y guillotinas diseñados específicamente para este tipo de espacios y para evitar la fuga de los animales”, aseguró la Fiscalía.
Otro de los acontecimientos claves en la investigación es que el cuidador inició el cierre de las puertas media hora antes de lo establecido y sin el acompañamiento de otros integrantes del personal, como lo establece el protocolo del bioparque, “ya que se debe adelantar un chequeo cruzado para verificar dicho procedimiento”.
Esta omisión, en el cumplimiento del protocolo, habría ocasionado el escape de los primates del área destinada para su descanso y cuya desafortunada situación acabó con la muerte de los animales. Por tal motivo, la Fiscalía imputó al cuidado por el delito de maltrato animal agravado, cargo que no fue aceptado por Hurtado. Pese a ello, un juez de control de garantías determinó una medida no privativa de la libertad, es decir, no estará recluido en una cárcel.