Fiscalía abrió indagación al BG John Jairo Rojas por presuntos nexos con estructura criminal en el Cauca y acoso sexual

La Fiscalía General de la Nación abrió una indagación ante la Corte Suprema de Justicia contra el brigadier general John Jairo Rojas Gómez por presuntos actos delictivos cuando se desempeñó como comandante del Comando Conjunto N.° 2 Suboccidente del Ejército en el departamento del Cauca.

“El uniformado es señalado de presuntas actividades irregulares de carácter operacional, administrativo y personal”, señala el comunicado de la Fiscalía. De acuerdo con el ente investigativo, se adelantan tres líneas de acción. La primera estaría relacionada con hechos de corrupción bajo su cargo en el municipio de Argelia, Cauca, donde habría tenido conexiones con la estructura Diomer Cortés de la Segunda Marquetalia.

El comunicado, en su tercera línea, detalla que el general habría favorecido a organizaciones criminales. “De acuerdo con el material probatorio, el uniformado habría permitido que se desarrollaran corredores de movilidad y operaciones de narcotráfico en el Cauca. Sus presuntas acciones delictivas habrían afectado el trabajo de las autoridades en la lucha contra grupos ilegales”, según el texto.

La segunda línea es respecto a casos de acoso sexual del que habrían sido víctimas varias oficiales del Ejército.

Hace pocos días llamó fuertemente la atención que al general Rojas lo habían sacado de una lista de ascensos en el Ejército. En dicho momento, cuando aún no salía a la luz pública la investigación en su contra, aseguraron desde la institución que su labor realizada en el comando en el Cauca le otorgó una serie de importantes reconocimientos, incluso viniendo desde el mismo presidente de la República.

Entre los cargos que iba a ocupar era ser designado como agregado militar en Bélgica, cosa que finalmente no se concretó. De hecho, su nombre aparecía entre los favoritos para reemplazar al general Ospina, pero dicho reconocimiento fue el que desencadenó una serie de problemas que ahora están convertidos en investigación en su contra.

Debido a ese nombramiento en el que estaba enlistándose, algunos detractores, en su mayoría otros generales, empezaron a circular distintas versiones sobre su trabajo en el departamento del Cauca, poniendo en duda la calidad y transparencia del mismo.

Fue así como los señalamientos que lo vinculaban con la Segunda Marquetalia dejaron ver el porqué de la caída de su promoción. De igual forma, se supo que los generales Óscar Alexánder Tobar y Nairo Javier Martínez quedarán relegados del Ejército por orden del alto mando, después de que en junta de generales, que tenía como objetivo entregar el listado de los oficiales postulados a ascenso, estos quedaran por fuera. Este listado pasará finalmente al Congreso de la República.

El general Tobar, cuya salida tiene que ver con algunas inconformidades del alto mando y situaciones materia de investigación de acuerdo con el mismo Ejército, fue comandante de la Fuerza de Tarea Nudo del Paramillo, director del Departamento Jurídico Integral y en la actualidad era el jefe del Estado Mayor Generador de Fuerza.

Así como el general Rojas Gómez, el general Tobar se encontraba en el listado de posible reemplazo del actual comandante del Ejército Nacional, pero ambos se quedaron esperando. Por su parte, el general Ospina continuará en su cargo pese a los fuertes cuestionamientos de los mismos militares y sectores políticos que ponen en tela de juicio su trabajo al frente de la institución.

El general Nairo Javier Martínez Jiménez tampoco contó con la suerte de superar los filtros de ascensos. Este estuvo al frente de la Brigada 29 en el Cauca, la Fuerza de Tarea Hércules en el Pacífico nariñense y se desempeñaba como comandante de la Tercera División, cuya jurisdicción era Santander, Norte de Santander y Boyacá.

Estos cambios de generales en el Ejército ocurren tan solo días posteriores al escándalo de militares disfrazados como miembros de las disidencias de las Farc, con el objetivo de atemorizar a la población en zona rural de Córdoba. Este hecho fue catalogado como de extrema gravedad por algunos sectores políticos.

El Ejército se pronunció al respecto sobre este hecho a través de un comunicado: “Lo registrado en los videos y los resultados de la inspección determinaron que los procedimientos efectuados fueron totalmente contrarios al actuar institucional, transgrediendo las normas, las leyes y la doctrina militar, al realizar actos inapropiados en contra de la población civil, emplear prendas no autorizadas, cubrirse el rostro, usar inadecuadamente las armas de la República, entre otros aspectos tácticos militares”.