Fiscalía logró judicializar a dos personas señaladas de atacar a una danta y a un perro, en Guaviare y Cundinamarca

Fiscales del Grupo Especial para la Lucha Contra el Maltrato Animal (Gelma) presentaron ante los jueces de control de garantías a dos personas señaladas de causar graves afectaciones a una danta y a un perro.

Los hechos aislados se presentaron en Guaviare y Cundinamarca.

Uno de los hechos se presentó el 20 de septiembre de 2021, en la vereda Nare, en San José del Guaviare, cuando Yeferson Muñoz Roso habría atacado a una danta de 8 años.

Según los elementos de prueba, al parecer el hombre habría accionado un arma de fuego tipo carabina en contra del animal, propinándole cinco disparos de perdigones en la región lumbar.

Lastimosamente por el grave daño neurológico que sufrió el mamífero, le fue practicada la eutanasia humanitaria. Muñoz Roso fue imputado por el delito de maltrato animal.

‘Chaparrín’ fue atacado con arma blanca

De igual manera la Fiscalía imputó el delito de maltrato animal a Luis Alfonso Tinjacá Carrillo, como presunto responsable de atacar con arma blanca a un perro llamado ‘Chaparrín’.

Este caso se presentó en la vereda La Toma, en Cucunubá, Cundinamarca, el 16 de junio de 2021.

Debido a la acción violenta que sufrió el animal, se presentó una grave afectación en sus órganos vitales por lo que los médicos veterinarios debieron practicarle la eutanasia humanitaria.

Cabe señalar que, según la Fiscalía, Tinjacá Carrillo no aceptó el cargo en su contra.

Sobre el maltrato animal

Desde hace casi ocho años, el Código Penal colombiano, en su Artículo 339A, tipifica como delito el maltrato animal. Por medio de la Ley 1774 de 2016, se incluyó en el citado código, toda conducta que cause la muerte o lesione gravemente a los animales.

El castigo es una pena privativa de la libertad que puede oscilar entre uno y tres años. En todo caso, esta pena puede llegar aumentar si la conducta se comete con sevicia, en sitio público, en presencia de menores, con actos sexuales, o por parte de un servidor público.

La ley del maltrato animal los reconoció como “seres sintientes”, una valoración jurídica con la cual se protege la vida, la integridad física, y la integridad emocional de los animales.