Fiscalía realiza tres nuevas capturas por escándalo de los carrotanques en la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres

Integrantes de la Unidad Anticorrupción de la Dijín de la Policía Nacional capturaron en las últimas horas de otros tres funcionarios de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) en el marco de las investigaciones por los escándalos de corrupción en esta entidad.

La medida involucra a funcionarios y exempleados de esta unidad, sumida en graves escándalos de corrupción en el gobierno de Gustavo Petro por la compra de varios carrotanques que se enviaron a La Guajira para abastecer de agua a la región con enormes sobrecostos y que fueron abandonados en un parqueadero sin ser utilizados.

De acuerdo con la información previa, los nuevos involucrados en el mayor escándalo de corrupción de los últimos años en el país son el subdirector de la entidad, Luis Carlos Barreto Gantiva; el exasesor de Olmedo López, Pedro Andrés Rodríguez Melo, y el señor Édgar Eduardo Riveros.

Según información entregada en primicia por la revista Semana, entre los capturados está Édgar Eduardo Riveros, un abogado que “habría intentado sobornar a los principales testigos para que no siguieran colaborando con la justicia y silenciar gigantesco lío”.

“El abogado intentó callar el escándalo más grande de corrupción en el gobierno del presidente Gustavo Petro, con más corrupción. El hecho se habría dado en un hotel al noroccidente de Bogotá, a donde habría llegado Luis Barreto, exsubdirector para el Conocimiento del Riesgo de la UNGRD, acompañado del abogado Riveros para hacer la oscura oferta”, revela el medio nacional.

Por este escándalo de corrupción ya fueron también capturados Olmedo López y Sneyder Pinilla, quienes ya han sido enviados a cárcel luego de da sus versiones de los hechos, en las que han involucrado a varios de los altos funcionarios del gobierno de Gustavo Petro.

Todo el entramado corrupto de este gobierno se conoció en el mes de febrero del 2024 luego de que se hiciera público el hecho de que fueran malversados más de $46.000 millones en la compra de 40 camiones cisterna para la supuesta distribución de agua potable en las zonas más apartadas de La Guajira.