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Hombres armados que entraron a El Heraldo son dos protegidos de la UNP y sus escoltas
Los hombres, al parecer, estarían presionando la entrevista con el propósito de que la supuesta organización armada a la que representaron, ingrese en el proceso de paz total y entre en negociaciones con el gobierno de Gustavo Petro.
La Unidad Nacional de Protección, UNP, confirmó que los seis hombres armados que ingresaron de forma violenta a las instalaciones del diario El Heraldo de Barranquilla el pasado lunes, exigiendo hablar con su directora Erika Fontalvo para que entreviste a un hombre conocido con el alias de Digno Palomino, son protegidos o contratistas de esa entidad.
Se trata de Alberto de Jesús Henao Peralta, quien tiene protección especial desde el 2014 en calidad de periodista, y Alexánder Martínez Orozco, quien cuenta con un esquema desde el año 2021 y hace parte de las comunidades indígenas.
Los hombres, al parecer, estarían presionando la entrevista con el propósito de que la supuesta organización armada a la que representaron, ingrese en el proceso de paz total y entre en negociaciones con el gobierno de Gustavo Petro.
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La Unidad Nacional de Protección reiteró a través de sus cuentas en redes sociales que “los protegidos son los responsables del uso de las medidas y esquemas de protección y, que le corresponde a las autoridades de justicia investigar y determinar los asuntos judiciales en que se vean comprometidos”.
Tras la intimidación de los hombres armados que ingresaron a las instalaciones del periódico barranquillero, la Fiscalía General de la Nación le había solicitado a la UNP brindar la protección a los periodistas que se vieron envueltos en esta agresión, que también fue rechazada por la Flip y ONG internacionales que defienden la libertad de prensa.
En su editorial de este jueves, el diario asegura que: “Los periodistas de El Heraldo, víctimas de esta presión indebida e injustificable, por la forma y el fondo como se registró, alzamos nuestra voz de protesta. Este reclamo no es un relato periodístico ni una queja sin sentido. Lo que pasó lo valoramos como una inaceptable pretensión de coartar nuestra libertad e independencia, así como un intento de marcar agenda. Fueron momentos de zozobra. Pero altivamente seguimos adelante sin concesiones al crimen organizado, peligrosamente tolerado en distintos frentes”.